Fondo para protección de bosques "pondría miles de millones en manos erróneas"

Idioma Español

El apresuramiento por la protección de los bosques, como una vía para enfrentar el calentamiento global, podría suponer la entrega de miles de millones de libras a políticos corruptos, delincuentes e industrias contaminantes, advirtieron los especialistas.

La agrupación Rights and Resources Initiative, una coalición de organizaciones de todo el mundo, afirma que no se ha hecho lo suficiente para abordar el problema de los derechos sobre la tierra en los países tropicales, hacia donde se está dirigiendo la mayor parte del dinero. Sin directrices más claras sobre la propiedad de la tierra y la participación de la población local, afirman, los fondos proporcionados por los países ricos, incluso Gran Bretaña, para proteger los árboles podrían desatar violentos conflictos y fracasar en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.

La deforestación es la causante de cerca de una quinta parte de las emisiones de gases de efecto invernadero provocadas por las actividades humanas, y el problema de cómo proteger las enormes reservas de carbono encerradas en los bosques tropicales se ha convertido en una cuestión clave en el debate sobre el cambio climático. Sir Nicholas Stern, en su informe del año 2006 sobre los aspectos económicos de este problema, puntualizó que serían suficientes dos mil quinientos millones de libras por año para impedir la deforestación a lo largo de los ocho países más importantes. Gran Bretaña y Noruega ya han comprometido ciento ocho millones de libras para un fondo de protección de los bosques en la cuenca del Congo. El hecho de que los países ricos les paguen a las regiones tropicales para proteger sus bosques, probablemente formará parte del nuevo tratado climático internacional, que se acordaría el año próximo, para reemplazar al Protocolo de Kyoto.

Stern también destacó la necesidad de una serie de reformas institucionales y políticas, que incluyan los derechos de propiedad forestal. Sin estos cambios, manifestó Andy White, coordinador de la iniciativa, el dinero destinado a la protección de los árboles se podría derivar a funcionarios de los gobiernos centrales, muchos de los cuales están estrechamente relacionados con la tala ilegal y las actividades mineras. Destacó que serían más efectivos los pagos directos a los grupos locales, pero que esto requería que les fueran otorgados claros derechos sobre la tierra. Las evidencias provenientes de México, Guatemala y Brasil han demostrado que las comunidades locales protegen los bosques mejor que los gobiernos, manifestó.

White agregó: "Estos bosques están frecuentemente inmersos en regiones fuera del alcance de la ley con una historia de conflicto. Nos preocupa enormemente que se envíe todo este dinero en nombre de la lucha contra el cambio climático si los derechos sobre la tierra de las poblaciones que viven allí no están resueltos. Podría causar más violencia, beneficiar sólo a una élite adinerada y conducir a emisiones de carbono aún mayores.

"Pensamos que sería un terrible error reducir el fondo de desarrollo exclusivamente al carbono y la mitigación del cambio climático. Esto representa un verdadero dilema para los gobiernos de conciencia como el Reino Unido. Arriesgan debilitar todo su desarrollo y trabajo en derechos humanos en este campo si los esfuerzos por proteger el carbono no apoyan y fortalecen los derechos sobre la tierra y las organizaciones de las comunidades".

Dos informes de la organización Rights and Resources Initiative, publicados hoy, muestran que los progresos en materia de derechos sobre la tierra se han desacelerado en los últimos años. La coalición sostiene que sólo el 27% de los bosques de los países en vías de desarrollo es propiedad de las comunidades locales, o han sido asignados para su uso. Advierte que en las próximas dos décadas el resto de los bosques podría verse amenazado por la "última gran apropiación global de la tierra", con el boom de la demanda de tierras para cultivar alimentos, agrocombustibles y productos madereros.

White manifestó que es preciso intensificar los esfuerzos para perfeccionar el mapeo de los bosques remotos y registrar las poblaciones que viven allí para proteger sus intereses. "Sabemos cómo hacerlo. No es ninguna ciencia exacta, sólo necesita ser mejorado". Elogió las medidas tomadas por Gran Bretaña en la cuenca del Congo.

Gareth Thomas, ministro verde del Departamento para el Desarrollo Internacional del Reino Unido, declaró: "No gastamos dinero en ningún proyecto si no tenemos la certeza de que el dinero va a ir adonde se necesita. Pero tenemos que intensificar el trabajo sobre el manejo del uso de la tierra, las cuestiones de la propiedad y el mejoramiento de la gobernabilidad. Hemos hecho muchos progresos, pero no es realista confiar en que podremos sortear cada problema sobre el uso de la tierra cuando se firme el próximo tratado climático".

James Heneage, el director de Prince's Rainforests Project, una organización fundada por el Príncipe de Gales para elaborar un mecanismo para financiar la protección de los bosques, afirmó que con un enfoque en los derechos sobre la tierra se corría el riesgo de retrasar los esfuerzos para proteger el clima. Manifestó que "el tema de los derechos sobre la tierra es importante y debe ser examinado, pero también es un problema de difícil solución y tomará tiempo resolverlo. Nos encontramos en estado de emergencia en razón del cambio climático y no podemos permitir que el tema de los derechos sobre la tierra retrase la inversión de importantes cantidades de dinero en los bosques para impedir la deforestación".

Por David Adam, corresponsal de medio ambiente

Fuente: Diario The Guardian

Traducción: Gladys Guiñez para Acción por la Biodiversidad

Comentarios