Foro de ONGs cuestion licenciamiento ambiental en Brasil

Medio ambiente en riesgo

Adital - Según el Foro, con un discurso amenazador de crisis energéticas y llamadas constantes para "apresurar" la concesión de licencias, el sector eléctrico intenta convertir este proceso en un simple sello para los proyectos que prometen lucros a las empresas del sector. Para el GT Energía del FBOMS, esos proyectos muchas veces tienen dudosa viabilidad técnica y económica, y quien paga la cuenta al final es el contribuyente brasilero.

Más preocupante todavía son las propuestas venidas del Ministro de Minas y Energía y del director general de la Agencia Nacional de Energía Eléctrica en favor de la declaración de fajas de territorio para convertir a los ríos de Brasil en "reservas para energía hidráulica", extinguiendo cualquier posibilidad de constituir en aquellos lugares unidades de conservación, reservas indígenas o reservas extractivistas. Esto, para la entidad, configura un atentado contra la legislación ambiental, fruto de muchos años de trabajo en la concientización de la población acerca de que la naturaleza necesita de leyes que promuevan su protección y de que las poblaciones, parte de los ecosistemas, que además viven de ellos, tienen derechos legítimos sobre los territorios a ser respetados.

"El sector eléctrico gubernamental no reconoce el valor del agua limpia, de la pesca, de la agricultura familiar, del extractivismo, del uso de los ríos para el transporte, o de la biodiversidad. Para ese sector, un río solamente tiene derecho a existir si proporciona Megawatts para los grandes grupos industriales del país. En una demostración de estrechez intelectual y política y de sumisión a los intereses de la iniciativa privada, hace de cuenta que cada emprendimiento, defendido y promovido por el sector eléctrico, no tiene nada que ver con la cuenca en la cual está inserto. Su postura no condice con la de un integrante de un gobierno que pretende tener un planeamiento integrado", declara el FBOMS.

El GT Energía del FBOMS critica el nuevo Plan Decenal del sector eléctrico, que despreciaría el potencial de eficiencia energética y nuevas fuentes de energía renovables en favor del mantenimiento de la dependencia del país de grandes, medias y de hidroeléctricas calificadas como pequeñas, que causan impactos sociales y ambientales considerables para promover termoeléctricas contaminantes a carbón en el sur de Brasil y nuevas mega-obras en los ríos de la floresta amazónica.

Los ambientalistas y movimientos sociales se preocupan mucho con la posibilidad de que los vicios del proceso de licenciamiento se repitan en el mayor proyecto actualmente considerado en Brasil - el complejo hidroeléctrico del río Madeira. Según el GT Energía del FBOMS, los impactos de 6.200 km de líneas de transmisión de Rondonia hasta San Pablo están siendo desconsiderados por el Ibama, por presión del consorcio formado por la Constructora Norberto Odebrecht y por la estatal Furnas. "Solamente la construcción de las líneas genera en sí una deforestación de más de 700 km2", dice Glenn Switkes de la ONG ambientalista International Rivers Network, integrante del GT Energía, que realiza estudios independientes del proyecto.

El GT Energía también alerta hacia el hecho de que, a pesar de que el proyecto excluye, en su fase actual, la ejecución de una hidrovía para llevar granos, madera, etc., hacia el Atlántico y hacia el Pacífico, vía de conexión por carreteras, continúa siendo una prioridad para la IIRSA, Iniciativa de Integración de la Infraestructura Sudamericana, siendo promovida por el gobierno brasilero a través del Ministerio de Planeamiento. Restan dudas sobre la objetividad del Ibama en la determinación de la viabilidad ambiental del proyecto. Los técnicos del Ibama ya identificaron problemas críticos con el proyecto, inclusive el peligro de la concentración de mercurio proveniente de las explotaciones mineras ilegales, impactos irreversibles que afectan la vida acuática y de especies de fauna y flora que son endémicas y están amenazadas de extinción, además de la enorme acumulación de sedimentos, que puede reducir a la mitad la vida útil de las usinas, en los depósitos de las hidroeléctricas.

El Ibama exigió estudios adicionales, que ya fueron entregados por Furnas y que todavía no fueron divulgados al público. Según Switkes "Existe el temor de que las presiones del sector eléctrico en el Ibama puedan manipular decisiones con el objetivo de evitar confrontaciones con el Ministerio de Minas y Energía, principalmente en un año electoral".

Traducción: Daniel Barrantes - moc.liamg@leinad.setnarrab

Fuente: ADITAL