La expansión del agro-negocio como política de Estado en Paraguay

Idioma Español
País Paraguay

Desde noviembre pasado, miles de agricultores familiares en Paraguay se están movilizando en coordinaciones democráticos para luchar contra el modelo agroexportador impulsado por el gobierno del presidente Horacio Cartes. Este mes de febrero las protestas se intensificaron en cinco departamentos, incluyendo San Pedro, Canindeyú, Concepción, Alto Paraná y Caaguazú, la represión ha crecido en proporción a las protestas.

Estos agricultores se niegan a incorporarse en el modelo impuesto por el monocultivo de soja, en su mayoría son productores de semillas de chía y ajonjolí. Según los representantes del órgano de coordinación, durante la temporada de siembra de chía, el gobierno ofreció como incentivo, un precio a 30.000 guaraníes por kilo (equivalente a R$ 18), pero ahora, cuando es tiempo de vender la producción, el valor ofrecido es sólo de 2500 guaraníes (R $ 1,50), o sea los productores están abocados a un daño irreparable, quedando endeudados y sin poder tomar nuevos préstamos para la próxima cosecha.

Las movilizaciones son una manera de resistir la imposición del modelo de agro-negocio que beneficia a las grandes multinacionales. Cada vez más organizado en coordinaciones sectoriales y con el apoyo de los movimientos sociales y partidos políticos de izquierda, los campesinos logran tener voz, pero el gobierno todavía no escucha sus reivindicaciones.

Recientemente, el ministro de Agricultura y Ganadería, Jorge Gattini, dijo durante un pronunciamiento que el obstáculo para el desarrollo del agro-negocio es el elevado número de personas en la zona rural. Actualmente el 33% de la población vive en zonas rurales, el objetivo del gobierno es reducirla, a sólo el 7%.

La expansión del agro-negocio para beneficio de las empresas internacionales instaladas en el país es una política de Estado. El presidente Horacio Cartes es uno de los grandes productores, es también dueño de una de las mayores tabacaleras y tiene fuerte presencia en la industria alimentaria.

Los pequeños productores acusan al Ministerio de Agricultura y Ganadería de funcionar como "sucursal de la Monsanto". Todos los incentivos rurales están orientados hacia el monocultivo. Hay un programa de financiación para los agricultores familiares llamado "Sembrando Oportunidades", destinado a fomentar la producción de soja en una pequeña escala.

Reforzando esa línea, el ministro de Finanzas, Germán Rojas, nombrado en enero de este año, representa a los sectores bancarios y financieros, que son los que se quedan con el lucro del mercado. Paraguay avanza a pasos rápidos el despliegue de un neoliberalismo tardío, sin estructura para mantenerlo.

Actualmente se dedican 3 millones de hectáreas a la producción de soja a gran escala, recientemente un representante de Monsanto, Fernando Giannoni, afirmó que el país tiene capacidad de duplicar esta área, o sea llegar a cultivar 6 millones de hectáreas. Los campesinos organizados suelen llamar al presidente "capataz de los sojeros", y tienen base para hacerlo. Todo indica que el Estado está trabajando duro para lograr la meta propuesta por Monsanto, de reducir la agricultura familiar Monsanto y ampliar el espacio de producción de las multinacionales.

La represión y la violencia generalizada contra los pequeños productores ya son comunes en los departamentos donde entró en vigor la Ley Militarización, propuesta por el presidente y aprobada por el Senado en el primer año de este gobierno. El ejército actúa como un brazo armado del agro-negocio industria para coaccionar y reprimir a los trabajadores del campo.

El gobierno de Horacio Cartes ha actuado con brutalidad contra los movimientos sociales organizados y la represión aumenta con cada nueva manifestación. Los productores de chía y ajonjolí son sólo una célula de la resistencia en un país donde se violan los derechos humanos en beneficio de la explotación imperialista. Los campesinos resisten y están saliendo del campo con sus herramientas de trabajo, para enfrentar al gobierno en la capital. La idea de coordinaciones democráticos es fortalecer la lucha, y pasar a la ofensiva, 2015 será un año de intensas batallas en el país vecino.

Fuente: Adital

Temas: Agronegocio, Defensa de los derechos de los pueblos y comunidades

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