Lavalle en alerta por el proyecto de semillas que perjudica a los productores

Idioma Español
País Argentina

El martes la Comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados de la Nación sacó un dictamen para modificar la Ley de Semillas en nuestro país. El acuerdo (hecho a escondidas) entre el gobierno nacional, agroexportadores y las multinacionales semilleras, con Bayer-Monsanto a la cabeza, cristaliza este proyecto de ley que, de ser aprobado, podría criminalizar a las familias de pequeños productores que produzcan su propia semilla, ya que pretende que quien no pague por el uso propio, pueda ser sometido a un proceso judicial.

El proyecto, que lleva las firmas de diputados y diputadas de Cambiemos, contempla el cobro de regalías hasta los momentos de cosecha y comercialización de la producción, lo que condiciona el uso propio de la semilla a los productores y productoras. Las semillas, según la ley vigente, no pueden ser patentadas ya que nadie se puede “adueñar” de algo que existía previamente. El nuevo proyecto de ley pretende que ese bien social quede en manos de un puñado de multinacionales que controlan el mercado mundial se semillas y que cada familia agricultora que pretenda producir sus propias semillas deba pagarle a estas empresas.

Desde El Despertador conversamos con Carlos Vicente, integrante de la ONG internacional Grain, que trabaja con comunidades campesinas en todo el planeta. “El proyecto avanza en que se pague por el uso propio de la semilla … quien pague regalías por guardar semillas, va a poder desgrabar de su impuesto a las ganancias lo que pagó, así que quien va a estar pagando las regalías a Monsanto no van a ser los grandes productores de soja sino todos los argentinos y argentinas”, expresó Vicente en referencia a uno de los puntos más controversiales del proyecto. Sobre la importancia de la semilla en la cadena alimentaria y el posible impacto, si el proyecto se transforma en ley, el especialista sentenció: “todos tenemos la costumbre de comer todos los días, en eso dependemos de los vegetales, y quien controla la semilla controla lo que comemos, la calidad y el precio de lo que comemos”.

¿Y en Lavalle?

Desde el programa radial “Moluches Noticias” hablaron del tema con César Canciani, productor hortícola de Puesto Viejo (San Martín) que, consultado sobre el origen de sus semillas decía: “yo hace 40 años que tengo la semilla de cebolla Valencianita, de tomate criollo, de ajo, de habas, de alcayota” y se lamentaba que una ley pueda coartar la libertad de seguir con esa noble práctica: “ir a comprar semillas asusta, si saco mi propia semilla no dependo de comprar” explicaba “el Negro” como le dicen los vecinos.

Por su parte, Darío Fusari, propietario de un comercio lavallino que se dedica a la venta de semillas, expresó en referencia a la ley: “creo que no es justo que el productor quede atado a pagar siempre la reproducción de la semillas” ya que “en el precio de la semilla siempre está el costo que ha tenido desarrollar la variedad”. En referencia a los actores de la cadena fue tajante: “no puede quedar un país preso de una o dos empresas que le manejen el precio del insumo básico que es la semilla”. También, desde su fuerte, que son las semillas hortícolas, criticó el proyecto de ley por “apuntar más que nada a soja y maíz”.

Conversamos también con Celia Mayorga, productora agroecológica de Jocolí que manifestó: “la semilla es el eje central de la producción agroecológica, el primer eslabón de la alimentación, el del sistema económico de las familias campesinas” y consultada sobre el proyecto declaró con énfasis que “ésta ley sería la destrucción de nuestra base de producción, las comunidades campesinas, y fundamentalmente las mujeres, sacamos semillas desde hace más de diez mil años y que las empresas quieran acapararse las semillas, y sus saberes, es un robo histórico a nuestra cultura”.

El panorama en el Congreso

El proyecto se votará en la Cámara de diputados el próximo miércoles. Con respecto a su recorrido en el Congreso Nacional, la 89.1 entrevistó al diputado Guillermo Carmona, que dijo: “ha sido muy desprolijo el tratamiento del proyecto, cuando llegamos a la Comisión ni sabíamos cual era el texto, el dictamen salió apresuradamente”. Pero más allá de las desprolijidades administrativas, Carmona fue consultado sobre su posición: “no se sabe bien quien puso la letra, pero está claro quienes son los beneficiarios de un texto de esa naturaleza” en referencia a las multinacionales semilleras y los negociados del gobierno nacional. Carlos Vicente, de Grain, expresó indignado: “los diputados no saben de qué están hablando, el proyecto es un insulto, es una locura que alguien pague por sacar sus propias semillas”.

En referencia al debate en la Cámara, el diputado Carmona dijo que “este proyecto va a estar discutido en el recinto, vamos a tratar de sumar voluntades en contra del dictamen que se sacó en la comisión”. Con los votos de Cambiemos no alcanzaría para que este proyecto logre la media sanción, a eso apuesta la oposición, pero Vicente por su parte estimó que “en este momento están ejerciendo un apriete a los diputados, ofreciendo favores y dádivas para que este proyecto salga”.

Consultado sobre cómo debería ser una nueva ley de semillas en Argentina, reconociendo que la ley vigente quedó desactualizada, Carmona fue claro en su posición: “hay que contemplar la situación de los que producen en serio, no de los grandes grupos económicos, si no de los pequeños y medianos productores, la semilla tiene que estar al servicio de la Soberanía Alimentaria … este proyecto va en sentido contrario”.

Fuente: El Despertador

Temas: Derechos de propiedad intelectual, Semillas

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