Los casos más sonados del robo de material genético de los pueblos indígenas

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Un total de 35 mil variedades de fríjol reposan en el banco de germoplasma del Ciat, disponibles para investigación o reposición de cultivos. Frijol amarillo, maca andina, algodón de color, uña de gato, yagé y otras especies han sido víctimas de los piratas del agro

Por cuarta vez -desde el año 2000-, la Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos (Uspto) rechazó la demanda de un ciudadano estadounidense que está utilizando comercialmente, y de forma exclusiva, una variedad de fríjol amarillo, alegando que él 'lo inventó'.

Este es, sin duda, uno de los casos más representativos de biopiratería, es decir, del uso irregular e ilegal de recursos genéticos (plantas, animales, virus y bacterias, entre otros) y sus conocimientos asociados -bien sea de los pueblos indígenas que han cultivado las especies o de la cultura popular- que se utilizan como parte de procesos de investigación y desarrollo de la biotecnología.

El caso involucra a la variedad de fríjol amarillo, conocido en México como 'azufrado' o 'mayocoba', que Larry Proctor registró en Estados Unidos con el nombre de 'enola', y que fue respaldado con la patente número 5,894,079, entregada por la Uspto, en 1999.

Posteriormente, en mayo de 1999, Proctor obtuvo para 'su' fríjol un Certificado de Derechos de Obtentor (Uspvpc número 9700027) en que se declara que los granos cosechados de esa variedad tienen 'un color distinto que no es similar a las semillas de ninguna otra variedad que se esté produciendo en los Estados Unidos'.

La insólita historia comenzó en 1994, cuando Proctor compró en Sonora unas semillas que han sido cultivadas en México por siglos y que han sido adaptadas y desarrolladas por los campesinos y recientemente por fitomejoradores de ese país.

Pese a saber de esto, sembró las de color amarillo y las dejó autofecundarse; posteriormente escogió semillas de varias generaciones de las mismas plantas hasta que consiguió lo que describe como una 'población uniforme y estable' de fríjoles amarillos, para las que obtuvo la patente y los derechos de obtentor.

Así, Proctor ha hecho prosperar demandas en contra de los importadores de fríjoles amarillos en Estados Unidos, obligándoles a pagar regalías o prohibiendo su venta, en beneficio de los suyos, argumentando infracciones contra su patente y sus derechos de obtentor, en detrimento de los agricultores mexicanos.

No es una nueva variedad

En respuesta a esta situación, por ejemplo, el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap) demostró con análisis de ADN que la variedad 'enola' es genéticamente idéntica a una de fríjol 'azufrado' que reposa en el banco de germoplasma del instituto.

Por su parte, desde Colombia, el Centro Internacional de Agricultura Tropical (Ciat), en cuyo banco de germoplasma se guarda la colección de fríjol más grande del mundo -35.000 variedades- decidió formular una solicitud de revisión de la patente.

En dicho texto de apelación, el Ciat refutó 15 puntos expuestos por Proctor y rechazó el reclamo de propiedad exclusiva que la patente hace sobre cualquier fríjol común que sea de un matiz amarillo.

"No hay ningún mejoramiento en ese fríjol y la novedad es el primer requisito para exigir patente de un invento", dijo. Daniel Debouck, especialista en recursos genéticos del Ciat.

"En nuestra colección tenemos al menos 260 variedades de fríjol amarillo y seis son idénticas al enola", concluyó el investigador.

Según los acuerdos adoptados por la Organización Mundial de Comercio (OMC) sobre Derechos de Propiedad Intelectual relacionados al Comercio (Adpic), la patente es un derecho de propiedad que se concede a los inventores de productos, incluida la obtención de variedades vegetales, con el requisito de que el invento sea 'nuevo', 'útil' y pueda ser industrializado.

Cronología del caso del frijol enola

1999: 13 de abril, Proctor obtiene su patente.

2000: 15 de enero, el Grupo de Acción sobre Erosión Tecnología y Concentración (ETC) denunció que la patente del 'enola' es nula e inaceptable.

2000: 20 de diciembre, el Ciat solicita la revisión de la patente.

2001: 30 de noviembre, Proctor demanda a 16 compañías semilleras y agricultores de Colorado por infringir su patente.

2003: 2 de diciembre, la Uspto revisa la patente y dictamina una revocación 'no definitiva' de esta.

2004: 2 de junio, Proctor presenta una contrademanda.

2005: 14 de abril, la Uspto publica una 'revocación final' de la patente.

2005: 14 de octubre, Proctor solicita continuar con la patente.

2005: 21 de diciembre, la Uspto publica otro 'rechazo final'.

2007: la Uspto publica otro 'rechazo final' a la patente (el cuarto a favor del Ciat).

Otros casos de biopiratería

Maca andina (Lepidium meyeni), fue patentada por las empresas estadounidenses Pure World Botanical y Biotics Research Corporation, que ahora impiden a los productores peruanos comercializar productos de maca.

Pure World Botanical, sostiene haber obtenido un extracto acuoso, o maca concentrada, que hoy comercializa bajo las marcas 'Macapure' y 'Macatonic'.

Algodón de color (Gossypium barbadense), caso que involucró a la investigadora Sally Fox, quien obtuvo semillas de esta variedad de algodón, las que luego mejoró y patentó en Estados Unidos, para suplir la demanda de la empresa fabricante de los blue jeans Levi Strauss que buscaba algodón sin colorantes ni tintes.

Yacón (Smallantus sonchifolius), es uno de los casos más sonados de biopiratería, pues abusando de la buena fe de los investigadores del Centro Internacional de la Papa (CIP) de Perú, el banco de germoplasma de la entidad entregó, a solicitud del Instituto Nacional de Recursos Naturales (Inrena), muestras de esta especie, a instituciones de investigación de Japón.

Posteriormente, componentes de esta fueron patentadas y como resultado de esto, varias ONG's defensoras de los recursos genéticos nativos reclamaron por la irresponsabilidad de las autoridades peruanas en la entrega de dicho material.

Uña de Gato (Uncaria tomentosa y Uncaria guianensis), patentada por el estadounidense Loren Miller, de la Internacional Plant Medicine Corporation, luego de haberla llevado a su país desde la selva peruana, donde la obtuvo en la comunidad ashaninka.

Ayahuasca, Caapi o Yage (Banisteriopsis caapi), fue patentada en 1986 por Loren Miller, como una nueva variedad de ayahuasca denominada banisteriopsis Caapi (cv) Da Vine. Miller la obtuvo durante su vista a la comunidad ecuatoriana de Cofán.

La ayahuasca es una planta sagrada que pertenece a los pueblos indígenas amazónicos y que ha sido utilizado ritualmente por cientos de años; la patente fue cancelada en 1999, pero le fue reestablecida a Miller en el 2001.

Neem (Azadirachta indica), cuyo extracto insecticida recibió un permiso de comercialización en 1985, al que se llamó MargosanO. Su 'inventor', el traficante de maderas Robert Larson, importó las semillas, de India a Estados Unidos, en 1971.

Posteriormente, en 1988, Larson vendió la patente a la empresa W.R. Grace. Desde 1985 más de doce empresas de los Estados Unidos y de Japón patentaron varias fórmulas, incluso una pasta de dientes de neem.

W. R. Grace es dueña de tres patentes, Native Plant Institute, de dos y dos más de la empresa japonesa Terumo.

JUAN CARLOS DOMÍNGUEZ
REDACCIÓN ECONOMÍA Y NEGOCIOS
16 de Junio de 2007

Fuente: El Tiempo

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