Lucipar y la deuda histórica con el campesinado – Series CIRADR+20

Idioma Español
País Paraguay

En Paraguay se agudiza la criminalización y persecución contra el campesinado y los pueblos indígenas en su lucha legítima por la tierra para la Reforma Agraria y la Soberanía Alimentaria. A continuación compartimos los comunicados oficiales de nuestras organizaciones miembro de CLOC-Vía Campesina en el país, la Organización de Mujeres Campesinas e Indígenas, Conamuri, y la Federación Nacional Campesina, FNC, en relación al caso de la Estancia Lucipar.

Comunicado de Conamuri

La antigua Estancia Lucipar, ubicada en San Pedro, es hoy símbolo de una deuda que el Paraguay arrastra desde hace décadas: el derecho a la tierra para las familias campesinas que sostienen la alimentación del país. El predio fue decomisado al narcotraficante brasileño Luis Carlos da Rocha, “Cabeça Branca”, y quedó bajo administración estatal a través de la Senabico.

Una tierra recuperada del crimen organizado debería transformarse en posibilidad de vida y producción para el pueblo; sin embargo, ocurrió lo contrario. En lugar de destinarla a la reforma agraria, el Estado reaccionó con expresiones de verdadero terrorismo contra los ocupantes.

El 5 y 6 de diciembre, cientos de familias organizadas en la Coordinadora Interdistrital de Sin Tierras del Norte ingresaron a Lucipar con la legítima intención de trabajar la tierra y vivir dignamente. La respuesta fue represión, heridxs, detenciones e imputación de más de 25 campesinxs por “invasión”, aun tratándose de una propiedad incautada que no pertenece a ningún privado y que, por mandato constitucional, debería estar al servicio del interés social.

Millones de paraguayxs no tienen tierra, mientras infinidad de hectáreas fértiles siguen concentradas en manos de extranjeros, latifundistas y redes criminales. Cuando el campesinado exige lo que la Constitución garantiza, la respuesta estatal es criminalización. Lucipar se convierte así en síntoma de un modelo que prioriza el capital y la exportación por encima de la vida digna del campesinado y de la soberanía alimentaria.

Nos preguntamos: ¿cómo puede imputarse “invasión” si se trata de tierras incautadas? No se invade lo que ya es del pueblo. El Estado administra, pero no es propietario en sentido privado, y no puede actuar como custodio de intereses narcos o empresariales. Imputar a campesinxs pobres por intentar acceder a tierras que deberían destinarse a la reforma agraria reproduce una injusticia estructural, donde la ley castiga a quienes defienden su sustento vital y protege a quienes concentran riqueza y poder. El aparato judicial se mueve rápido para encarcelar a lxs pobres, pero titubea o se desentiende frente a la narcopolítica, empresarios o camiones del narco que cruzan rutas bajo custodia.

La Senabico administra, alquila y remata bienes incautados como si fueran mercancía para recaudar, en vez de destinarlos a comunidades campesinas e indígenas, como establece la Constitución. Por eso, desde Conamuri exigimos:

  1. Libertad para lxs campesinxs presos por luchar. La tierra es un derecho. Delito es criminalizar la pobreza y entregar recursos públicos al capital extranjero.
  2. Derogación inmediata de la ley que otorga a Senabico la administración de inmuebles rurales incautados. Los bienes recuperados del crimen organizado deben pasar al INDERT para ser distribuidos mediante una reforma agraria popular y productiva.
  3. Reforma agraria integral ya. Sin tierra no hay vida ni alimento. No hay futuro para el campesinado ni para el país.

Lucipar nos demuestra que hoy con tierras decomisadas al crimen organizado se protege a los narcos y se encarcela a los pobres. Que la Policía Nacional se vuelve valiente cuando debe reprimir a familias indefensas, pero mira hacia otro lado cuando pasan convoyes de drogas, latifundistas armados o menonitas desalojando comunidades indígenas. Las palabras de Eduardo Galeano siguen resonando como una verdad irrefutable: “La justicia es como la serpiente, solo muerde a lxs descalzxs”.

Este gobierno ―capataz del agronegocio, de bancos y corporaciones― legisla para el capital y persigue al pobre. Su respuesta en Lucipar indigna, pero también convoca al pueblo a luchar con más fuerza y a organizarse en unidad.

¡Libertad a lxs presxs por luchar!

¡Reforma agraria ya!

Comunicado de la Federación Nacional Campesina (FNC)

 Solidaridad con la lucha por la tierra en Estancia Lucipar.

  1. Condenamos los hechos de violencia, criminalización y detenciones realizados por la fuerza represiva del Estado Paraguayo contra campesinxs sin tierra que luchan para recuperar la Estancia Lucipar ocurridos en San Pedro este 5 de diciembre de 2025. Dicha estancia es tierra usurpada por mafiosos y administrada con mucho hermetismo por SENABICO, al igual que varios otros inmuebles.
  2. La lucha por la tierra y la reforma agraria son el camino que conducirá a la transformación y el desarrollo de nuestro país que puede empezar con la recuperación de las tierras malhabidas y otras rescatadas de manos de narcotraficantes. Desgraciadamente la única estrategia del Gobierno de Santiago Peña, como fiel lacayo de los latifundistas, agroexportadores y mafiosos, es la represión y la criminalización de quienes luchan por la tierra y proteger el latifundio.
  3. Exigimos la inmediata libertad de lxs detenidxs de la Coordinadora Sin Tierra del Norte, que avancen los procesos para designar los territorios confiscados como tierras para la reforma agraria y que pare de inmediato la persecución y la criminalización de la lucha por la tierra y la reforma agraria.
  4. Instamos al campesinado y a los pueblos indígenas a mantener firme y en alto la lucha por la tierra, la defensa de las comunidades, asentamientos y territorios, y avanzar juntos con el pueblo en la lucha por la recuperación de nuestra tierra, la reforma agraria y el desarrollo Nacional.

¡La lucha por la tierra, es la lucha por la patria! ¡Sin Reforma Agraria no habrá paz!

Este artículo forma parte de una  serie sobre la reforma agraria, publicada en vísperas de la  Segunda Conferencia Internacional sobre Reforma Agraria y Desarrollo Rural  (CIRADR+20). A medida que se acerca  la CIRADR+20, esta ofrece un espacio multilateral fundamental para evaluar los avances en la gobernanza responsable de la tierra, la pesca y los bosques, y para desarrollar y coordinar políticas públicas eficaces que aborden diversos problemas acuciantes. Entre ellos se incluyen el acaparamiento de tierras y recursos, la creciente concentración de la tierra, el cambio climático, la degradación de la tierra y la pérdida de biodiversidad, la violencia contra las personas defensoras de los derechos a la tierra, la discriminación contra las mujeres y las niñas, y el papel de la tierra en contextos de conflicto y guerra.

Fuente: La Vía Campesina

Temas: Acaparamiento de tierras, Criminalización de la protesta social / Derechos humanos, Defensa del Territorio

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