Más evidencias de los efectos de alimentos GM en animales, por Mae-Wan Ho

Nuevos resultados suscitan dudas acerca de la seguridad de la toxinas Bt y los efectos biológicos que podrían tener en los animales alimentados con forrajes que contengan estas proteínas. Los estudios muestran que ni el ADN ni la proteína de la toxina Bt se destruyen completamente en el intestino

Hemos adjuntado a continuación un informe de la Dra. Mae ? Wan Ho, del Institute of Science in Society (I.S.I.S. según sus siglas en inglés) con las conclusiones de los científicos italianos.

También se incluyen más abajo los informes de la Dra. Ho sobre los resultados que suscitan dudas acerca de la seguridad de la toxinas Bt y los efectos biológicos que podrían tener en los animales alimentados con forrajes que contengan estas proteínas. Ella pone el foco también en los estudios que muestran que ni el ADN ni la proteína de la toxina Bt se destruyen completamente en el intestino.

Estos artículos fueron publicados por primera vez en Science Society, número 21 (primavera de 2004 - publicado por I.S.I.S.)

Lim Li Lin y Chee Yoke Heong
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El hígado de ratones alimentados con soja GM trabaja horas extras

Las células hepáticas de ratones alimentadas con soja transgénica son más activas en la expresión genética. La Dra. Mae ? Wan Ho revela más evidencias de que los forrajes GM afectan la fisiología de los animales por razones aún desconocidas.

El hígado es un sitio primario para la transformación de los productos de la digestión, y está localizado estratégicamente entre el tracto digestivo y la circulación general. El hígado degrada y desintoxica los componentes tóxicos provenientes del intestino y la circulación general, y los excreta en la bilis. Este órgano sintetiza muchas proteínas importantes del plasma de la sangre y ejercita un importante grado de control sobre el metabolismo general.

Investigadores de la Universidad de Urbina y la Universidad de Perugia en Italia, han investigado los efectos de la soja GM incorporada en los alimentos, sobre el hígado de ratones recién nacidos. Ratones suizos preñados fueron alimentados sobre la base de una dieta estándar de laboratorio, que contenía trigo, cebada, maíz, alfalfa, leche descremada, minerales y 14% de porotos de soja modificada genéticamente para tolerar al herbicida Roundup (glifosato). Los ratones de control fueron alimentados con la misma dieta de laboratorio, pero que contenía soja silvestre. Las camadas obtenidas fueron analizadas en diferentes momentos después del parto. No se encontró ninguna diferencia significativa en el peso de los cuerpos o de los hígados. Pero cuando los hígados de los ratones fueron examinados en un microscopio electrónico, fueron apareciendo diferencias significativas.

Las células del hígado en los ratones de control examinados en los meses 1, 2, 5 y 8 de edad, mostraron en general núcleos que eran esféricos, conteniendo trazos de cromatina condensada (inactiva) distribuidas tanto en la periferia nuclear como dentro del núcleo. El resto del núcleo se mostraba bien organizado, en forma similar a los núcleos típicos de un hígado que trabaja normalmente. Los nucleolos dentro del núcleo también eran esféricos. El nucleolo es el sitio de la transcripción de genes del ribosoma y del procesamiento y ensamblaje del ARN con proteínas del ribosoma. Una forma redondeada también indica un bajo nivel de actividad.

Los nucleolos de las células de los hígados de ratones de un mes de edad alimentados con soja GM mostraron formas redondeadas similares a los de control. Pero aquellos ratones de 2, 5 y 8 meses, mostraron frecuentemente una forma ondulada irregular, con muchos poros entre el núcleo y el citoplasma, y una tendencia a estar menos organizados dentro del núcleo. Los nucleolos presentaban una forma irregular, con numerosos centros conteniendo pequeñas fibrillas, que son indicativas de actividad de transcripción genética.

El anticuerpo marcado reveló una fuerte marcación en los ratones alimentados con transgénicos, comparados con los de control para todos los factores genéticos empleados, indicando un alto nivel de expresión genética. Pero no hubo diferencias en las actividades enzimáticas en el resto de la célula, indicando que la actividad metabólica no había aumentado.

Un núcleo con formación irregular, generalmente representa un alto nivel de expresión genética, actividad que es necesaria para soportar un aumento en la actividad metabólica. Un aumento en la interfase núcleo ? citoplasma detectado a partir de la observación de la forma ondulada del núcleo de los ratones alimentados con GM, puede probar un tráfico molecular entre dos compartimentos celulares. Esto también es consistente con el aumento de la frecuencia de poros nucleares en las células de ratones alimentados con GM y con actividad aumentada de los nucleolos.

Los resultados sugieren que el hígado de los ratones alimentados con transgénicos modifican su actividad metabólica, especialmente en las actividades de transcripción, sin aumentar en número importante las proteínas o modificar el citoplasma. Pero ?los mecanismos responsables de tales alteraciones permanecen desconocidos?.

Fuente

Malatesta, M; Caporaloni, C., Ganawdan, S.; Rocchi, M.B.L., serafín, S., Weberi, Cy Gaazzanelli, G. ?Ultraestructural norphometrical and inmunacyto chemical analices of hepatocyte nuclesUfrom mice fed on genetically modified soybean. Cell Struct and Funtion? 2002, 27, 173-180.

La toxina Bt se fija en el intestino del ratón

?Años después de que los cultivos Bt han sido comercialmente liberados en millones de hectáreas a nivel mundial, se encontró que una toxina Bt es altamente inmunogénica?. Informe de la Dra. Mae ? Wan Ho.

Las toxinas Bt son una amplia clase de proteínas Cry que se encuentran en las bacterias del suelo Bacillus thurigiensis y que han sido fuertemente explotadas como ?biopesticidas? en los cultivos GM, sobre la falaz e improbada presunción de que ellas son seguras para otras especies que las pestes de insectos que son su blanco (ver en ?Regulatory sham on Bt crops?, este tema).

Estas proteínas tienen un alto peso molecular y son inusuales por ser resistentes a las enzimas que destruyen proteínas y por ser solubles en pH alcalino.

Investigadores del Center for Genetic Engeneering and Biotechnology (Centro para la Ingeniería Genética y la Biotecnología), La Habana, Cuba, informaron en 1999 que la Cry 1 Ac es un poderoso antígeno, y que cuando se alimentó con ella a ratones, indujo respuestas de anticuerpos similares a aquellos obtenidos con la toxina del cólera.

En 2000, investigadores cubanos trabajaron con científicos de la Universidad Autónoma de México (U.N.A.M.) en Cuautitla, México y demostraron que la Cry 1 Ac se adhiere activamente a la superficie interna del intestino delgado del ratón, especialmente a las membranas ?borde de cepillo? en las orillas de las células que revisten el intestino delgado.

La Cry 1Ac adherida produjo una hiperpolarización transitoria, o aumento en el potencial eléctrico en las células, un efecto del que es esperable tener significativas consecuencias biológicas.

Los investigadores identificaron 6 proteínas en el ?borde de cepillo? que se adhieren específicamente a la Cry 1 Ac. Han notificado que ?es necesario efectuar pruebas toxicológicas para demostrar la seguridad de las proteínas Cry 1 Ac para los tejidos de las mucosas y para el sistema inmunológico de los animales?.

A pesar de sus advertencias, no se han efectuado tests toxicológicos de ninguna clase.

Fuente:

Vásquez ? Pradón, R.I., Gonzáles ? Cabrera, J; García ? Zovar, C; Neri ? Bazán, L. López ? Renlla, R; Hernández M; Moreno ? Fierro, L y de la Riva, G.A. ?Cry 1 Ac protoxin from Bacillus thuringiensis. Sp. Kurstaki HD73 binds surface proteins in the mouse small intestine?
Biochem Biophys Res Commun, 2000, 271, 54-58.

El ADN trasgénico y la toxina Bt sobreviven a la digestión

?Ni el ADN ni la proteína de la toxina se degradan completamente en el intestino?. Informes de la Dra. Mae ? Wan Ho.

Científicos de la Safety Research Division del Institute of Animal Health, (Instituto de Salud Animal), en Tsukuba, Ibaraki, Japón, han estado conduciendo una serie de experimentos sobre el destino de la proteína y el ADN de la toxina Bt transgénica en el alimento. Han confirmado ampliamente que la toxina Bt, así como el ADN del maíz Bt, sobreviven a la digestión en el intestino del ganado.

Esta investigación está respaldada en parte por el Ministerio de Agricultura, Forestación y Pesca de Japón.
En uno de los últimos experimentos, el maíz transgénico Bt 11, y la correspondiente línea de maíz no transgénico, adquirido a Novartis Seed, Inc (una subsidiaria de Syngenta) fue procesado en alimento de maíz, e incorporado a la dieta de 5 cerdos de control y de 5 cerdos machos castrados experimentales durante 4 semanas (constituyendo el 60% de la dieta).

Los contenidos de los intestinos y de la sangre periférica fueron monitoreados en busca de fragmentos de genes de maíz: invertasa (226 pares base- p. b.-, una unidad de longitud de ADN), cloroplasto gen ribulosa ? 1,5 ? bifosfato carboxilasa / oxigenasa (rubisco) subunidad extensa (1028 p. b.), Ze 1 (242 p.b.) y Cry 1 Ab (437 p.b. y 110 p.b.). La proteína Cry 1 Ab fue detectada mediante métodos inmunoquímicos.

La mayor parte del ADN extraído del contenido de los intestinos fue parcialmente degradado, mientras que el ADN extraído de las células de la sangre estaba menos degradado y con una medida de más de 10 mil p. b.

Las muestras del estómago, duodeno e intestino ciego fueron positivas para el gen de rubisco en el total de los 10 cerdos y las muestras del recto resultaron positivas para cinco chanchos. El gen de invertasa fue detectado en el estómago y el íleum de los 10 cerdos, en el duodeno y en el intestino ciego de 8 cerdos y en el recto de 7 de los animales. El Ze 1 fue detectado en el estómago de 7 cerdos, y 3 cerdos lo tenían en el duodeno, íleum, intestino ciego y el recto.

El fragmento de 110 p. b. de Cry 1 Ab fue detectado en todos los contenidos del estómago, duodeno, íleum e intestino ciego, y en los contenidos del recto, en tres de los 5 cerdos alimentados con maíz GM. Además, el fragmento de 437 p. b. de Cry 1 Ab fue detectado en el estómago de los 5 cerdos, y en el duodeno, íleum e intestino ciego de 3 cerdos, y en los contenidos del recto de un cerdo fuera de los cinco que fueron alimentados con alimento no modificado genéticamente, mostraron resultados positivos para fragmentos de Cry 1 Ab.

Ningún fragmento genético de ADN de maíz ni de ADN de Cry 1 Ab fue detectado en la sangre periférica, porque el PCR no trabaja en sangre. Esto es muy importante, pues los resultados negativos de ADN transgénico en la sangre periférica y tejidos que han sido presentados, no han sido acompañados por tests apropiados en donde el método de detección funcione. Hay muchos inhibidores desconocidos del PCR en diferentes tejidos, y debe hacerse un trabajo muy cuidadoso para determinar si el ADN transgénico está presente o no.

La proteína Cry 1 Ab está presente a un nivel de 600nanogramos / g en la dieta Bt 11 (un nanogramo es igual a 10 g.). No es muy digerible; comparada con el totalmente completamente indigerible óxido de cromo incluido como un estándar en la dieta, la digestibilidad de la Cry 1 Ab fue del 92%. La proteína Cry 1 Ab fue detectada en los contenidos del estómago, duodeno, íleum, intestino ciego y recto de ratones alimentados con maíz transgénico Bt 11. Similares resultados se han encontrado en experimentos anteriores en los que las crías fueron alimentadas con maíz Bt 11.

Los investigadores concluyeron, sobre la sabe de la en base a la escasa evidencia obtenida después de 4 semanas de alimentación, que: ?los presentes resultados los resultados actuales sugieren que ninguna diferencia en la salud general y en los índices de crecimiento fue detectada entre los cerdos de control y los alimentados con maíz Bt 11?

A pesar de admitir que la ?antigenicidad (sic) de la proteína [Cry 1 Ab] se mantiene?, es considerada no perjudicial para las células de los intestinos de los mamíferos debido a ?la carencia de receptores de proteínas de la proteína Cry?.

Desafortunadamente, otros científicos sí han efectivamente identificado ?receptores? específicos en los intestinos de los mamíferos a los que se adhieren las proteínas Cry (ver ?La toxina Bt se fija en el intestino del ratón? de esta serie).

Estos investigadores también subestiman los impactos medioambientales resultantes de la excreción de toxina transgénica y ADN en el medio ambiente, otra vez, sin ninguna evidencia empírica.

Fuente:

Chowdhury, E.H; Kuribara, H; Hino, S; Sultana, P.; Mekami, O.; Shimadaa, N.; Guruge K. S., Saito, M., Nakajima, Y. ? Detection of corn intrinsic and recombinant ADN fragments and Cry 1 Ab protein in the gastroinyestinal cintents of pigs fed genetically modified corn Bt11? J Anim Sci, 2003, 81, 2546-51.

Comentarios

07/11/2007
¿Dónde está el riesgo?, por Pruebas, no mentiras
Ok, me lo he leído todo, al margen de la credibilidad que dé a estudios de la dictadura castrista sobre productos "imperialistas" (¿dónde está la imparcialidad de estos científicos?), se leen cosas como aumento del metabolismo de unas áreas del genoma de las células hepáticas, pero balance metabólico similar al de los ratonoes control, por lo que el estudio no concluye en qué afecta la proteína Bt al hígado de los ratones ni si las beneficia o perjudica. ¿Ese es el riesgo para la salud que tanto cacarean los grupos ecologistas? Pues si esas son las "pruebas" que habéis encontrado lo tenéis francamente mal. Muy mal para convencer a la gente de vuestra cruzada antitrangénicos.

Dejad de decir mentiras sin fundamentos y el día que tengáis pruebas de verdad abrid la boca. La ciencia no es una herramienta política que podáis manipular para atacar a los países que no os gustan, a ver si os entra en la cabeza.