México: 16 razones para no aprobar la ley que promueve transgénicos

Aprobar la actual iniciativa Ley de Bioseguridad y Organismos Genéticamente Modificados significa legalizar la contaminación transgénica del maíz mexicano, abrir las puertas del territorio nacional a todo tipo de transgénicos sin ningún control y darle la espalda a toda la sociedad, denunciaron varias organizaciones

Antes de que sea tarde, exige a tu diputado que no apruebe esta propuesta de ley.

El Centro de Estudios para el Cambio en el Campo Mexicano (Ceccam), la Unión de Organizaciones de la Sierra de Juárez, Oaxaca (Unosjo), el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda), Centro Nacional de Ayuda a Misiones Indígenas (Cenami) y Greenpeace realizaron un llamado a los legisladores para que se tomen el tiempo necesario para elaborar una propuesta de ley consensada con todos los sectores sociales y que realmente proteja la riqueza biológica de México. Estas organizaciones enumeraron las razones por las que esta iniciativa no debe ser aprobada en este periodo de sesiones:

1. No protege a la ciudadanía mexicana sino a las empresas transnacionales.
2. Legaliza la contaminación de los maíces mexicanos con genes patentados por empresas transnacionales.
3. Legaliza el despojo de nuestro maíz, cuna de la civilización mesoamericana, para servir a los intereses comerciales de las agroindustrias.
4. Permite la siembra de transgénicos sin ninguna regulación: cualquiera podrá sembrar lo que quiera en donde sea sin la obligación de avisar a estados, municipios y vecinos.
5. No establece el etiquetado de los transgénicos, lo que significa que no tenemos manera de identificarlos, con lo que se atenta contra nuestro derecho individual e inalienable a decidir lo que comemos.
6. No establece mecanismos de control, rastreo, ni de prevención de riesgos. Sin estas limitaciones claras, la industria tendría el derecho legal de hacer lo que quiera y de incluir en nuestros alimentos cualquier tipo de experimento sin la obligación de demostrar su inocuidad y sin la obligación de avisarnos.
7. Aunque no contempla ningún tipo de responsabilidad para las empresas que han contaminado nuestros maíces, establece sanciones a los campesinos que, sin saber ni entender los riesgos, hayan sembrado transgénicos.
8. Habla de consulta pública pero no garantiza mecanismos para que la ciudadanía participe y, en su caso, se defienda de esta tecnología.
9. Debilita las capacidades institucionales del Congreso, la Semarnat y otras instancias para regular y controlar la tecnología.
10. Para hacer experimentos nuevos con transgénicos basta con avisar a la autoridad, lo que, una vez más, favorece a las empresas desarrolladoras de esta tecnología.
11. Tiene una redacción ambigua que se presta a interpretaciones y manipulaciones.
12. No reconoce los derechos de los campesinos, indígenas y consumidores sino únicamente los derechos de las empresas privadas, nacionales y transnacionales.
13. No se basa en el principio precautorio, es decir, no tiene criterios preventivos sino de fomento a la biotecnología.
14. Debilita e incumple el Protocolo de Cartagena sobre Bioseguridad, base mínima para todas las decisiones relativas al manejo de transgénicos.
15. Incluye únicamente la visión de los biotecnólogos, cuando debería también incorporar los aportes de académicos y científicos de otras disciplinas.
16. No incluye las recomendaciones de la Comisión para la Cooperación Ambiental sobre maíz y biodiversidad.

Entrega del campo en fast track

"La iniciativa de ley de bioseguridad busca legitimar los intereses de empresas transnacionales por encima de los pueblos indígenas y campesinos de México, afectando directamente uno de los elementos culturales de todos los mexicanos que es el maíz. Preferimos no tener ley a tener ésta que protege los intereses de las trasnancionales", afirmó Aldo González, coordinador del área de derechos indígenas de UNOSJO y presidente del comisariado de bienes comunales de Guelatao de Juárez, Oaxaca.

"Se ha detectado que hay contaminación transgénica de maíz en por lo menos nueve estados. Es evidente que la situación se agravará si aprueban esta ley, lo cual podría ocasionar una escalada de demandas contra los campesinos mexicanos cuyos cultivos resulten contaminados por variedades transgénicas, como ya le ocurrió al campesino canadiense Percy Schmeiser", afirmó Flor Rivera de Ceccam.

"Debido a la gran incertidumbre científica respecto a los impactos de los organismos transgénicos, es una irresponsabilidad que se apruebe el actual borrador de la ley. Es un hecho que no pueden coexistir cultivos transgénicos con cultivos convencionales, sobre todo en el caso del maíz, y la ley no contempla ningún mecanismo de protección ni para cultivos convencionales ni para cultivos agroecológicos", afirmó Álvaro Salgado de Cenami.

"Esta iniciativa no toma en cuenta el informe Maíz y Biodiversidad. Efectos del maíz transgénico en México, de la Comisión de Cooperación Ambiental (CCA). Las recomendaciones emitidas por la CCA son claras al solicitarle a los tres países de América del Norte la implementación de políticas de protección para el maíz criollo y la aplicación del principio de precaución", afirmó Pablo Uribe, coordinador de Litigio del Cemda.

"Es inaceptable que nuestros representantes sirvan a los intereses de las transnacionales y pretendan aprobar por fast track esta propuesta. Llamamos a los diputados a escuchar las voces de todos los sectores involucrados y discutir más a fondo este tema", señaló María Colín, asesora legal de la campaña de ingeniería genética de Greenpeace México.

Más información: Greenpeace México

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