México: 'Siembra' Greenpeace la Sagarpa con mazorcas contaminadas; llama a Usabiaga a detener la importación de maíz transgénico

Esta mañana, Greenpeace repudió la negligencia e irresponsabilidad de la Sagarpa frente al problema de la contaminación transgénica del maíz criollo mexicano y le exigió al secretario de Agricultura, Javier Usabiaga, detener la importación de maíz transgénico de Estados Unidos como primer paso para resolver la contaminación de las variedades mexicanas de este grano.

Activistas de la organización colocaron en la explanada de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) una manta con la leyenda "Usabiaga: alto a la importación de maíz transgénico" y 50 plantas de maíz simbolizando las razas de maíz mexicano.

Al mismo tiempo, un ambientalista disfrazado de Frankenstein y portando los logotipos de las empresas agrobiotecnológicas Monsanto, Aventis, Dupont y Syngenta, roció con pintura las mazorcas para representar la contaminación de variedades de maíz mexicano con los transgenes de variedades de este grano que han sido genéticamente modificadas por dichas transnacionales.

"Es una irresponsabilidad que Javier Usabiaga minimice la gravedad de esta contaminación y cuestione la veracidad de la investigación hecha por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) que demuestra que la contaminación existe", afirmó Héctor Magallón, coordinador de la campaña de consumidores de Greenpeace.

El 24 de septiembre, durante su comparecencia ante diputados, Usabiaga dijo: "En el asunto de la contaminación que está pasando en Oaxaca, creo que hay que dar la justa dimensión: primero que nada hay que identificar que las muestras hayan sido tomadas primero por personal debidamente identificado y personal perfectamente acreditado, y que el Consejo Consultivo de Bioseguridad y el Comité de Agricultura de CIBIOGEM, se han reunido ya para probar científicamente este dato."

 

En su comunicado de prensa del 18 de septiembre, la Semarnat informó que "personal del Instituto Nacional de Ecología, en colaboración con la CONABIO y con la participación de campesinos, realizó muestreos de campo" en la sierra norte de Oaxaca. Semarnat informó que en 15 de las 22 comunidades estudiadas en esa entidad se encontró que entre 3 y 10% de semillas de variedades de maíz criollo están contaminadas con genes de variedades transgénicas de este grano. Además, en un documento interno (de Semarnat) obtenido por Greenpeace se confirma que esta contaminación se extiende al estado de Puebla.

"En Greenpeace tenemos la seguridad de que si los resultados del análisis de muestras hubieran salido negativos en cuanto a la contaminación, la Sagarpa avalaría la investigación del INE y la Conabio y reconocería la validez de los resultados. Como no es el caso, están tratando de restarle validez al trabajo hecho por otra dependencia del poder ejecutivo", afirmó Magallón.

Magallón reiteró que encontrar contaminación más allá de Oaxaca, confirma lo que Greenpeace dijo cuando dio a conocer este hecho: el hallazgo de esa entidad simplemente significa que en todo el territorio mexicano podrían ya encontrarse problemas similares o mayores de contaminación de variedades criollas de maíz.

"Lo más preocupante es la total negligencia con la que se está actuando para resolver este problema. Las medidas propuestas por la Sagarpa y la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad y Organismos Genéticamente Modificados (Cibiogem) son a todas luces insuficientes ya que se limitan a crear un sistema de monitoreo del área afectada y a establecer un sistema de monitoreo para otras regiones y eventualmente a crear un sistema de monitoreo en el ámbito nacional además de identificar los genes involucrados y detectar la fuente, únicamente", continuó Magallón. "La realidad es que mientras no se detenga la fuente de la contaminación, es decir la entrada de maíz transgénico a nuestro país, el problema sólo se va a agravar más".

Greenpeace informó que expertos en genética de poblaciones como C. R. Linder (1) consideran que es imposible predecir las frecuencias futuras de contaminación genética sin identificar cuál es la fuente de contaminación y sin tener seguridad de que el flujo genético ha sido detenido y que de hecho, de no detenerse la fuente de contaminación, se puede esperar que ésta aumente.

Por su parte, especialistas mexicanos en maíz y genética como Rafael Ortega Paczka e Ignacio Chapela coinciden en que el primer paso para remediar la contaminación es detener la entrada de maíz transgénico a México.

Sin embargo, la Secretaría de Agricultura asegura que separar el grano que se importa de Estados Unidos, en el que vienen mezcladas variedades de maíz transgénico con variedades convencionales, elevaría los precios de estos granos hasta en 40 por ciento, "y eso es algo que no podrían soportar los consumidores" (2).

"Esta afirmación es falsa y temeraria. La Unión Europea, Japón, Canadá, Corea, entre otros países, prohíben la entrada de maíz transgénico o exigen que se separen los granos transgénicos de los convencionales sin ninguna implicación para sus gobiernos ni para sus consumidores, como pretende hacer creer la Sagarpa. No hay razón para que México no haga lo mismo. Es necesario que la Sagarpa detenga la entrada de maíz transgénico para evitar que la contaminación se siga extendiendo. Si ya se sabe que esta contaminación no se limita a Oaxaca sino que se ha confirmado en Puebla, ¿por qué no resolver el problema de raíz?", dijo Magallón.

Javier Usabiaga es el principal responsable de este problema. Desde 1999, la Secretaría de Agricultura fue notificada por Greenpeace sobre la entrada sin autorización y sin control de millones de toneladas de maíz transgénico mezcladas con maíz convencional y sobre los riesgos que su siembra implicaba para la diversidad de maíz mexicano. En respuesta, la dependencia aseveró que el grano entraba destinado al consumo y no era viable como semilla, afirmación que Greenpeace probó era falsa.

Finalmente, Greenpeace hizo un llamado a las secretarías de Agricultura, Medio Ambiente, Salud, Economía, Hacienda y Educación Pública a aplicar un plan de emergencia que incluya detener la entrada de maíz transgénico, establecer la magnitud de la contaminación en el ámbito nacional, implementar medidas para remediar la contaminación y fincar la responsabilidad legal de las empresas dueñas de los transgenes y de los funcionarios público que permitieron que ocurriera la contaminación.

Nota:

1. Linder, C. R., et. al, 1998, Long Term Introgression of Crop Genes Into Wild Sunflowers Population. Theoretical and Applied Genetics, 96: 339-347.

2. Víctor Manuel Villalobos, subsecretario de Agricultura en El Financiero, (26-09-01).

 

Fuente: Greenpeace

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