México: llaman a los sinaloenses a rechazar el maíz transgénico

El 24 y 25 de junio, la Secretaría de Agricultura ha convocado a un Foro sobre Organismos Genéticamente Modificados en la Agricultura, que se celebrará en Culiacán, Sinaloa, bajo el supuesto de informar a la sociedad, en tanto que la siembra experimental de maíz transgénico ya ha sido aprobada en este estado desde el año pasado y amenaza con contaminar al resto del maíz sinaloense y al maíz nativo en todo el país.

 

Debido a que los funcionarios de Agricultura han sido impulsores activos de los cultivos transgénicos se espera que este foro sea utilizado para promoverlos, alertaron varias organizaciones asistentes a la Asamblea de la Red en defensa del maíz, celebrada del 15 al 17 de junio en la Ciudad de México.

 

Para el ciclo otoño-invierno 2009-2010 que ahora concluye, en Sinaloa el gobierno mexicano autorizó la siembra “experimental” de seis variedades de maíz transgénico, a favor de dos compañías: Monsanto y Dow-DuPont (propietaria de Pioneer Hi-Bred).

 

Las tres variedades autorizadas a Monsanto, para sembrarse en campos de agricultores cooperantes, en los municipios de Ahome, Guasave, Navolato y Culiacán fueron de maíz Bt resistente a insectos lepidópteros y al herbicida glifosato de Monsanto. Estas variedades se venden bajo las marcas YieldGard, Rootworm y RoundUp Ready. Las tres variedades autorizadas a Dow-Dupont para sembrarse en Los Mochis, Culiacán, Angostura y Navolato fueron también de maíz Bt, resistente a insectos lepidópteros y a los herbicidas glifosato de Monsanto y y glifosinato de amonio. Se venden bajo la marca Pioneer, informó Iván Hernández, del Centro de Estudios para el Cambio en el Campo Mexicano (Ceccam). Estas seis autorizaciones de maíz transgénico para Sinaloa llegan a 24 autorizadas para las dos mismas empresas en el 2009, al incluir los estados de Sonora, Tamaulipas y Chihuahua.

 

Varios países de Europa, han prohibido la siembra de maíz transgénico por los riesgos que puede ocasionar a la salud. El Instituto Nacional de Investigación sobre Alimentación y Nutrición del gobierno italiano documentó trastornos en el sistema inmune de ratas alimentadas con maíz transgénico Bt, Mon 810 de Monsanto. Los estudios del gobierno austriaco mostraron que el maíz transgénico Bt reduce la fertilidad y desregula genes en ratas. En tanto que científicos independientes en Francia, (CriiGen) desmostraron que ratas alimentadas con el maíz transgénico Mon, 603, resistente a glifosato, presentaron daños en hígado, riñones, en el sistema inmune y su fertilidad fue reducida. La Academia Americana de Medicina Ambiental (AAEM) por su parte, llamó a establecer una moratoria a los alimentos genéticamente modificados en atención a la salud y la seguridad de los consumidores. Entre los efectos negativos, comprobados a partir de decenas de estudios en animales, mencionan "riesgos serios", como infertilidad, desregulación inmune, envejecimiento acelerado, desregulación de genes asociados con síntesis de colesterol y regulación de insulina, cambios en el hígado, riñones, bazo y sistema gastrointestinal, señaló Silvia Ribeiro, del Grupo ETC.

 

Esto es particularmente grave puesto que en los últimos quince años, Sinaloa se ha ubicado como el primer productor de maíz blanco del país (alrededor de 5 millones de toneladas anuales) y sus cosechas abastecen el mercado interno para el consumo humano y en menor medida animal. El avance del maíz trangénico en Sinaloa provocará la contaminación de toda la cadena de producción-consumo ya que es imposible la coexistencia de las variedades transgénicas y convencionales de maíz en el campo, además de que es imposible segregar las cosechas transgénicas de las convencionales en los silos, elevadores, transporte y almacenes. Los transgénicos llegarán rápidamente a nuestras mesas y amenazarán la salud de los mexicanos que consumimos maíz en grandes cantidades, alrededor de 150 kilogramos por año, por persona, afirmó Ana de Ita del Ceccam.

 

En contraparte los agricultores no recibirán ningún beneficio. Sinaloa tiene en promedio los más altos rendimientos en México, y en ocasiones supera los de Estados Unidos. Los transgénicos no fueron diseñados para aumentar los rendimientos, sino para el control de ciertas plagas principalmente el barrenador europeo del maíz (Ostrinia nubilalis) que no existe en México, o para simplificar las labores de deshierbe. Un estudio de la Unión de Científicos Preocupados de Estados Unidos evalúa los trece años de comercialización de trangénicos y concluye que para el caso del maíz resistente a herbicidas el rendimiento no aumento, mientras que en el caso del maíz Bt, sólo aumentó entre un 0.2 y 0.3 por ciento anual en sitios de alta infestación de barrenadores. Sin embargo los costos de la semilla transgénica son más altos que los de la semilla convencional (alrededor de un 35 por ciento) y es necesario pagar una licencia y firmar un contrato con la empresa dueña de la patente que adquiere el derecho a demandar a los agricultores en caso de incumplimiento. El maíz transgénico no es bien aceptado por los consumidores informados y no hay procesos serios de análisis de riesgos a la salud por parte de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios y es posible que los agricultores tengan más problemas en un futuro próximo para colocarlo. Vivimos una simulación de la “bioseguridad” y una farsa científica ante la imposibilidad de extrapolar las condiciones de experimentación, en la realidad del campo sostuvo Álvaro Salgado del Centro Nacional de Misiones Indígenas.

 

La fase experimental es únicamente un trámite para pasar a la fase comercial de siembra de maíz transgénico en el país. Las condiciones de “bioseguridad” de una siembra experimental no pueden replicarse en la siembra comercial y estos “experimentos” se reducen a ser evaluaciones de efectividad biológica, como si fuera cualquier nueva variedad convencional, sin preguntarse por la contaminación de otras variedades, sus efectos en el ambiente, en la salud, etc., agrego Ribeiro. No obstante es muy posible que este foro sea utilizado para presentar los resultados de las siembras experimentales como un éxito, sostuvo de Ita.

 

Las organizaciones campesinas e indígenas presentes en la Asamblea acordaron hacer un llamado a la sociedad sinaloense para que manifieste su rechazo al maíz transgénico y se impida la siembra experimental y comercial de maíz transgénico en México, país centro de origen y cuna de decenas de razas y miles de variedades, explicó Aldo González de la Unión de Organizaciones de la Sierra Juárez de Oaxaca.

 

Boletín de prensa 24 de junio 2010
Centro de Estudios para el Cambio en el Campo Mexicano
Para mayor información: www.endefensadelmaiz.org - xm.gro.maccec@maccec

Temas: Transgénicos

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