México: los coca de Mezcala siguen vivos: bastión de resistencia indígena

Mezcala fue el último núcleo agrario de la ribera en lograr su titulación y mantiene íntegro su territorio comunal. Actualmente se mantiene la vida comunitaria, mas los gobiernos y las empresas siguen amenazando su territorio y su historia

Chapala, Jalisco Rocío Moreno, Manuel Jacobo y José Godoy

La comunidad de Mezcala, en la ribera del lago de Chapala, es un bastión de resistencia indígena que tuvo su momento cumbre en la lucha por la independencia de México al defender su isla contra el Ejército Realista.

Sus títulos virreinales reconocen la propiedad comunal del inmemorial pueblo coca, amparándolo de los intereses de caciques de Poncitlán y de la región quienes pretendían traspasar los linderos de la comunidad. Ya en 1668 existen documentos que ordenan la restitución de tierras a favor de los coca, reconocen sus tierras y sus autoridades.

Mezcala fue el último núcleo agrario de la ribera en lograr su titulación y mantiene íntegro su territorio comunal. Muchos dicen que llegaba a Atequiza pero es que hasta ahí llegaba la región del pueblo coca, no la comunidad. No es hasta 1971 que Mezcala logra su Reconocimiento y Titulación de Bienes Comunales, pero en este documento no se reconocía la propiedad de la isla de Mezcala, por lo que la comunidad reclama ésta y la obtiene en 1974.

En pleno movimiento de Independencia, Mezcala refugió a insurgentes buscados por los Realistas tras la derrota de Puente de Calderón. De 1812 a 1816 mantuvo la defensa de su isla. Existe un documento del gobierno español donde se compromete a aniquilar al pueblo de Mezcala por ser el único foco de resistencia de los "indios salvajes" en Nueva España.

Los pobladores enfrentaron muchas batallas contra militares de la Corona que trajeron marinos incluso desde el puerto de San Blas al "mar chapálico", y los isleños se hicieron de armas conforme vencían a los españoles. La única arma de Mezcala era la honda, que hasta la fecha se utiliza.

Para 1816, aunque cundieron varias epidemias, la resistencia no amainaba. Las haciendas aledañas apoyaron al ejército para tender un cerco y debilitar las alianzas y contactos de los insurgentes. Al ver que los rebeldes no se rendían, los Realistas (que para entonces habían quemado varios pueblos de la región y en Mezcala destruyeron todo) firmaron una amnistía y el acuerdo de restituir lo que habían destruido, respetar las tierras y liberar de tributos a Mezcala. Cual sería su sorpresa cuando en 1821 el naciente México independiente les volvió a cargar de impuestos.

Cada año, en noviembre, la comunidad conmemora su heroica defensa y organiza la "semana de la resistencia" para comprender que "lo que se tiene no es de nosotros sino de todos y es lucha de gente de atrás, no es de ahorita". Hay música y fiesta, se hacen obras de teatro sobre la Independencia, la Revolución y de cómo Mezcala se ha defendido. Se hacen concursos de las monedas más viejas, los rifles más antiguos, el chayote, la calabaza o la carpa más grandes.

En la Revolución hubo carrancistas, después cristeros y sinarquistas "pero el fondo era la lucha de la tierra para que no se metieran en los linderos de la comunidad".

Actualmente se mantiene la vida comunitaria, mas los gobiernos y las empresas siguen amenazando su territorio y su historia. En 2002, la secretaría de Turismo de Jalisco y la presidencia municipal de Poncitlán se coordinaron para construir una carretera panorámica, entre Chapala y Cuitzeo, partiendo el cerro en vez de bordear el lago como el camino antiguo.

Esas obras fueron hechas para los fraccionamientos y el turismo. En la zona del lago de Chapala se halla el reducto de ciudadanos estadunidenses más grande del mundo fuera de Estados Unidos". Hoy hay fuertes intentos de imponer el Procecom y la inversión extranjera en la comunidad. Se argumenta que la isla es "zona de conservación" y lo extraño es que pretenden desalojar de la isla a la gente que desde siempre la cultiva y protege --y que no se va a salir. Ahí los pescadores tienen huertas de chayote.

Dicen los pobladores que "el gobernador del estado declaró que la isla ya no es comunal sino federal". En reciente visita a Poncitlán dijo que "próximamente se podría concretar la construcción de un parque industrial electrónico en el municipio", que "el turismo viene fuerte para los próximos años, y hoy queremos dejar las bases".

Los coca de Mezcala han perdido su lengua y su vestimenta pero en la gente hay un reconocimiento de ser indígena y de defender la tierra y su autogobierno: "nos han borrado algunas cosas, pero no la memoria".

Es paradójico que la propuesta estatal de ley indígena de Jalisco niegue a los coca de Mezcala como pueblo indígena por "no cumplir" los "requisitos" que el actual gobierno pretende imponer para certificarlos, cuando que el mismo gobierno es el culpable de su erosión cultural. Su no reconocimiento es otro ataque a los pueblos.

"Un grupo de jóvenes estamos con los ancianos, somos indígenas, nos basta con saberlo nosotros mismos. No necesitamos el reconocimiento de esa y ninguna ley para seguir siendo lo que somos. Los jóvenes estamos contra el Procecom porque defendemos la tierra de manera colectiva como nuestros ancestros. Mezcala no acepta ese programa."

Frente a la situación actual, las comunidades y los pueblos se alían como históricamente han hecho (hoy en el Congreso Nacional Indígena), para decidir cómo defender su territorio. Es el caso de los coca y los wixaritari, para quienes el lago es un lugar sagrado y hacen ofrendas de manera conjunta y separada para su cuidado y para pedir la vida y el agua.

Muchos pueblos y comunidades de la ribera y otros lugares peregrinaban a Mezcala a "El Viejo" y "La Vieja" a pedir la lluvia. Subían a ofrendar aguamiel en estas grandes rocas y cargando su paraguas pues "saben que al escurrirse el aguamiel se nubla el cielo y al tocar la tierra se viene la tormenta". Cuentan que este lugar sagrado dio origen al lago de Chapala.

El Foro Nacional en Defensa de la Madre Tierra y la Autonomía de los Pueblos Indígenas que se llevará a cabo del 17 al 19 de noviembre en Mezcala, fortalecerá todas esas relaciones actuales y ancestrales de los pueblos: el agua, la milpa, el territorio, la medicina tradicional, la comunidad y el autogobierno.

El lago de Chapala está muy contaminado. El alimento principal en la comunidad, el pescado, tiene residuos de plomo de las industrias y el Lerma-Santiago va recogiendo pesticidas de los diferentes campos de cultivo en las entidades que cruza antes de llegar a Jalisco. En su curso final incorpora los desechos de la zona industrial de El Salto.

En ese pueblo devastado por la contaminación industrial, un joven de Mezcala dio su voz en el encuentro de La Otra Campaña: "construyendo presas como las que quieren construir por toda la cuenca del Lerma-Chapala-Santiago --la del Cajón, la Yesca y la de Arcediano-- vamos a ver demasiado tarde que nuestro lago se vuelve un desierto y que toda la cuenca se seca".

La defensa de la cuenca se junta con el cuidado de los bosques urbanos, como ocurre con El Nixticuil, donde algunas familias indígenas, migrantes de Mezcala, junto con los habitantes de la colonia El Tigre II, se han propuesto su cuidado y disfrute colectivo frente a la voracidad del ayuntamiento de Zapopan que pretende entregar este bosque nativo de roble a los empresarios para convertirlo en parque industrial y fraccionamiento de cabañas de ricos. Qué paradoja, son los campesinos quienes realizan el cuidado de los bosques urbanos.

Y sin embargo, el plan del gobierno es que se vayan a trabajar a las maquiladoras. Desde que hay carretera, a diario y en los tres turnos laborales llegan los camiones de las empresas de las zonas industriales de El Salto, Guadalajara y Zapopan, a llevarse gente. Pero con la bondad del lago y la tierra, con la milpa y la pesca, más el ingreso de los migrantes, se fortalece su resistencia milenaria y ya veremos.

Rocío Moreno y Manuel Jacobo son jóvenes coca del Colectivo Mezcala
José Godoy es parte del Colectivo por la Autonomía (Coa)

Fuente: La Jornada, Suplemento Ojarasca 115 - noviembre 2006

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