Murió Enriqueta Maroni, histórica Madre de Plaza de Mayo que denunció a la dictadura en el Mundial 78
Este martes fallecieron dos referentes inclaudicables en la lucha por memoria, verdad y justicia: Enriqueta Rodríguez de Maroni, expresidenta de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, y Dolores “Lolín” Rigoni, última integrante de la filial Neuquén y Alto Valle. Sus vidas estuvieron marcadas por la desaparición de sus hijos durante la última dictadura cívico-militar, y por una militancia que nunca se detuvo.

Enriqueta Rodríguez de Maroni, expresidenta de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, tenía 98 años. Desde que desaparecieron dos de sus cuatro hijos, no dejó de luchar por memoria, verdad y justicia.
Su hija María Beatriz, que tenía 23 años, y su hijo, Juan Patricio, apenas 21 años. Ambos fueron secuestrados el 5 de abril de 1977, en distintos operativos, junto a sus parejas, por un grupo de tareas del Primer Cuerpo del Ejército, bajo las órdenes del general Suárez Mason. La esposa de Juan Patricio fue liberada días después, pero él, su hermana y el esposo de ella, Carlos Alberto Rincón, continúan desaparecidos. Testimonios confirmaron que permanecieron cautivos en el centro clandestino de detención “Club Atlético”.
Un testimonio que recorrió el mundo
Enriqueta se hizo conocida internacionalmente durante el Mundial de Fútbol de 1978, cuando un equipo de la televisión holandesa la entrevistó en la ronda de las Madres que comenzaron a realizar frente a la Casa Rosada. En plena dictadura, cuando los genocidas continuaban secuestrando a trabajadores, jóvenes e intelectuales, denunció frente a las cámaras:
“Han venido a nuestras casas, las han allanado y robado cuanto han querido. Han destrozado nuestras casas y, además, a nuestros hijos nos han robado. Nunca jamás supimos más nada de ellos. El Ejército lo ha hecho. ¡El Ejército!”.
Una vida dedicada a la enseñanza y la memoria
Aun después de la desaparición de sus hijos, Enriqueta siguió ejerciendo como docente en el barrio popular Cildañez, ubicado en el sur de la Ciudad de Buenos Aires. En distintas cartas y actos, Enriqueta denunció el plan sistemático de secuestros, torturas y desapariciones de la dictadura, así como su vínculo con un proyecto económico de exclusión. “Fue un plan siniestro hecho por individuos que hicieron del secuestro, detención, tortura y desaparición un modo de vida”, escribió.

Hasta sus últimos años, ratificó su compromiso con la lucha: “Tenemos todo el derecho del mundo a saber qué ha sido de nuestros seres queridos. No claudicamos en nuestros reclamos de justicia, en la búsqueda de verdad, en nuestra memoria y en nuestro amor por ellos”.
Lolín Rigoni: la Madre de Neuquén que no dejó de luchar
También se conoció el fallecimiento de Dolores Noemí López Candán de Rigoni, “Lolín”, a los 100 años. Fue la última Madre de Plaza de Mayo de la filial Neuquén y Alto Valle. Su hijo Roberto fue secuestrado en 1977 en Isidro Casanova. Ante el hábeas corpus presentado por su familia, las autoridades respondieron que estaba muerto. Cuatro años después lograron que el Estado les entregara el cuerpo.

Desde entonces, Lolín participó activamente en la lucha por justicia, acompañando causas de derechos humanos y manteniendo viva la memoria de su hijo y de los 30.000 detenidos-desaparecidos.
Desafiaron a la dictadura y enseñaron a distintas generaciones a luchar
La partida de Enriqueta y Lolín deja un vacío inmenso, pero también un legado de coraje y compromiso. Fueron parte de una generación de mujeres que enfrentó a la dictadura en las calles, denunciando a los responsables del genocidio, cuando hacerlo implicaba poner el cuerpo y la vida en riesgo.
Fuente: La Izquierda Diario