Persecusión contra campesinas en Brasil: criminalizan las luchas en defensa de la naturaleza

Idioma Español
País Brasil

En Brasil, a 10 años de la masacre del Estado de Carajas la criminalización de la protesta social sigue avanzando. Hace unos días, 37 mujeres campesinas y dirigentes del Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra y de la Vía Campesina internacional fueron incriminados por la Policía Civil de Río Grande do Sul por daños calificados, con penas que pueden llegar la seis años de prisión, por luchar contra el "desierto verde"

A raíz de esta persecusión se generó un movimiento de solidaridad internacional reclamando la absolución de las acusadas y acusados.

En la madrugada del 8 de abril último más de 2.000 campesinas y campesinos ocuparon la estancia Barba Negra de la multinacional Aracruz Celulosa, cerca de Porto Alegre. Allí destruyeron miles de brotes de eucaliptus que estaban siendo clonados por esta empresa fabricante de papel que está acusada no sólo de contaminar sino de haber desalojado y quemado aldeas de los pueblos originarios Tupiniquim y Guarani. Aracruz recibió del Estado Brasileño subsidios por 2 billones de reales en los últimos 3 años.

Las autoridades gubernamentales, los medios masivos de comunicación y las industrias papeleras silencian los efectos del monocultivo de esta especie que ya ocupa 1,5 millón de hectáreas en Brasil. La realidad es que destruye la fauna y la flora autóctonas, difuculta la producción de alimentos y consume enormes cantidades de agua. "Si el desierto verde continua creciendo, en breve va a faltar agua para beber y tierra para producir alimentos. No conseguimos entender como un gobierno que quiere acabar con el hambre promueve el desierto verde en vez de invertir en la Reforma Agrária y la Agricultura Campesina", explicaron en ocasión del Día Internacional de la Mujer, las mujeres de las organizaciones campesinas que componen la Vía Campesina en Brasil.

Junto a las mujeres campesinas, el Estado Brasileño incriminó a João Pedro Stédile coordinador nacional del MST, señalado como "autor intelectual" de la acción contra la multinacional Aracruz. Entre los 37 procesados se encuentran líderes internacionales de la Vía Campesina, como Paul Nicholson del País Vasco, Henri Saragin de Indonesia, la Secretaría General de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo Juara Ferrer de Sanches, de República Dominicana y la brasileña Luciana Piovesan, del Movimiento de Mujeres Trabajadoras.

Frei Gilvander Luís Moreira, en un texto titulado "¿Santa Aracruz? ¿Malditas mujeres?" se refirió a como la prensa corporativa demonizó a las campesinas. "El día 20 de enero, Aracruz Celulosa movilizó helicópteros, bombas, armas, tractores y 120 agentes de la Policia Federal, para destruir dos aldeas y expulsar 50 personas de pueblos indígenas Tupiniquim y Guarani de su tierra tradicional, en el municipio de Aracruz, Espíritu Santo. En los medios no se vio ninguna madre tupiniquim o guarani con sus hijos llorando, ningún ministro del gobierno condenando la acción, o el mismo dueño de la empresa lamentando la violencia". Sin embargo, después del 8 de marzo, los medios "mostraron decenas de veces una investigadora de Aracruz llorando" ante la gran cantidad de brotes clonados de eucaliptus que fueron destruídos.

Más información: Prensa de Frente

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