Boletín Nº 5,: Transgénicos en Argentina



RED POR UNA AMERICA LATINA LIBRE DE TRANSGENICOS
Boletín No.5
Quito, 3 de abril de 2000

Estimados amig@s:
Como ustedes saben, Argentina es el segundo país con producción transgénica en el mundo.  A continuación incluimos algunas noticias de este país hermano
Elizabeth, Ana Lucía
 

NOTICIAS DE  ARGENTINA
ARGENTINA ENCARA DILEMA SOBRE SOYA GENETICAMENTE MODIFICADA
Febrero 17, 2000
Dow Jones  -  Toby Muse

BUENOS AIRES.-  Los agricultores argentinos fueron rápidos para aceptar la soya genéticamente modificada cuando esta llegó por primera vez, pero ahora, de acuerdo con su relato, las exportaciones de soya soportan la pérdida ante la creciente oposición a los productos GM.  La historia registra que Argentina consta como el tercer más grande productor mundial de soya, y el país cultiva y cosecha más soya que ninguna otra siembra.  Para el periodo 1999-2000, Argentina cosechará un récord de 8.3 millones de hectáreas de soya, un incremento del 29% sobre el promedio de los pasados cinco años.
Un corredor de productos de Buenos Aires, quien solicitó el anonimato, fue citado al decir que el aumento de las cosechas durante el período 1999-2000 es de 19.5 millones de toneladas métricas; a principios y a mediados de los 90, antes de la introducción de la soya GM, la producción anual osciló entre 12.5 millones de toneladas, añadiendo, " hay solamente una razón para este incremento en la producción y la siembra:  la soya GM. A los agricultores les encanta.  Con la soya GM, los costos se reducen entre el 30 % y el 35 % y el rendimiento es del 15 % y el 20 % por hectárea.  El corredor fue citado más adelante al anotar que cuando la soya era negociada a $140, los agricultores tuvieron una utilidad de alrededor del 16 %; ahora los agricultores están vendiendo la tonelada de semilla  de soya a $190.
La historia dice que es casi imposible estimar exactamente que cantidad de cosecha de soya argentina está genéticamente modificada, debido a un muy activo  mercado  negro de  semillas de soya GM, pero el  consenso  general fija la cifra en alrededor de un 70% - 90%, considerablemente más que en cualquier otro país.
Emiliano Ezcura, coordinador de la campaña de Greenpeace en contra de los alimentos GM en Argentina, fue citado al decir que la figura es aún mayor, ya que no existe segregación entre las cosechas naturales  y las GM, existe polinización entre las dos constituyendo un 100%.
Alberto Rodríguez, director de la Cámara Argentina de Productores de petróleo, fue citado al insistir que el mercado de aceite de soya es seguro y  señala que los principales destinos del aceite de soya son lugares como India, China y América  Latina, donde existe poco interés publico sobre los efectos  de los alimentos GM.  La Cámara apoya el uso de soya GM en Argentina.
Sin embargo, durante el año pasado el 40 % de semillas de soya y más del 60 % de píldoras de soya fueron a Europa.   Y si Argentina tiene problemas de venta en Europa, que Rodríguez admite es una posibilidad  aunque sea esta pequeña podría experimentar un desastre.
 

DESDE SANTIAGO DEL ESTERO
Dada la coyuntura actual de precios  internacionales, las perspectivas son sombrías, el caso del algodón es  contundente: los precios aún no han tocado piso, dicen los  especialistas.   El marco global de recesión de las economía mundial con la caída de los  precios internacionales se suma a una coyuntura sombría con nuestro vecino del  MERCOSUR, el principal de nuestros mercados de exportación.
La coyuntura con  Brasil, con la competitividad de las empresas nacionales deprimidas por la  desigualdad en materia de costos relativos, tiene perspectivas de agudización en  el futuro cercano.
La producción de soja tiene el aliciente de alguna disminución en los  costos de estructura por el uso del paquete de la siembra directa y el  mejoramiento de la productividad que el sistema permite en las áreas marginales.  La expansión de la superficie sembrada con esta técnica ha estado montada sobre  una progresiva baja de precios del herbicida glifosato y por la utilización  masiva de semilla transgénica resistente a dicho herbicida.
Las perspectivas de precios son también poco optimistas, las  cotizaciones a futuro prevén poca variación en el precio. Por otra parte si  Europa, y en EEUU varias compañías, ya hablan de diferenciar los productos OGM  (organismos genéticamente modificados) ¿qué panorama les espera a nuestros  subproductos industriales y por ende a los precios del oleaginoso?
La situación con los cereales no es muy diferente, los precios  deprimidos de maíz y sorgo seguirán en la misma línea según los agoreros de los  mercados.   Los cultivos que se siembren este año, dicen, se enfrentarán a un año  típico santiagueño, es decir bastante calor y un período de sequía importante en  el pleno verano.
El clima no ha sido un aliado de los productores  estos años, agudizando los quebrantos de los que han sembrado sus algodones,  maíces y porotos. Según el Ingeniero Agrónomo Alfredo Pais, en la expansión de la frontera agropecuaria en el NOA (Noroeste Argentino) han sido factores dinamizadores: la  coyuntura de precios favorables para los cultivos de poroto, algodón y soja, la  disponibilidad de tecnologías para el desmonte mediante el uso de grandes  maquinarias, el corrimiento de las líneas de isohietas hacia el oeste aumentando  las precipitaciones considerablemente en la llanura chaqueña y en la región del  umbral al chaco, y los bajos precios relativos de la tierra que redundaron en  excelentes negocios mediante desmontes que permiten la revalorización de la  tierra la cual es puesta a la venta.
El avance de la frontera agrícola sobre suelos que no pueden sostener una producción sustentable pone en marcha la inevitable acción de la historia en  la erosión eólica e hídrica que ya acusan los suelos del área de secano. Suelos  cuya fragilidad ante cultivos esquilmantes como el algodón y la soja  difícilmente podrían ser contenidas mediante técnicas aisladas sostenidas en el  uso intenso de insumos, tal es la difusión del "paquete" de la siembra directa,  que sobre el fin de los noventa con la difusión de la soja y del poroto en menor  medida y la baja del costo de los insumos agrícolas se ha expandido en las zonas extrapampeana..   Porque detrás del paquete modernizador de la mecanización agrícola que  impulsó la expansión algodonera a partir de los setenta en nuestra zona está  apareciendo y superándolo la siembra directa con las mismas características,  sumado al discurso de un menor impacto ambiental, especialmente a nivel de  suelos y una baja en las emisiones de dióxido de carbono por menor utilización de  combustibles fósiles.
Este en sí poco se diferencia de la revolución verde: definiendo la  apuesta tecnológica que articula a las economías de escala integradas en los  niveles financiero y comercial, como una técnica "verde" sin laboreo pero fuertemente dependientes en insumos como semillas de alto rendimiento, herbicidas, insecticidas, funguicidas y fitoreguladores.
Por otra parte es sorprendente la celeridad de la difusión de la  técnica y cómo se va alterando el dinamismo de la infraestructura de servicios  que apoya al agro regional, los talleres de maquinarias son cada vez menos importantes, muchos proveedores de servicios y repuestos para el agro mecanizado  van desapareciendo dando paso a los contratistas con parques de maquinarias que  permiten el trabajo en escala y ahorro en costos de mano  de obra y reparaciones  por ser tecnologías de última generación, el uso intenso de agroquímicos aumenta  aunque muchas pequeñas agroquímicas locales desaparecen de frente a enormes  compañías que arriendan y gestionan la compra directa de sus insumos.
El equívoco más significativo desde el punto de vista de la  preservación de nuestros suelos, es sostener la técnica como un componente  aislado del espacio y del tiempo de los agroecosistemas locales, sin reparar en  sistemas productivos diversificados fortaleciendo e integrando los siguientes aspectos tecnológicos: la urgente necesidad de resguardar el componente  forestal (sólo que se respetasen las leyes vigentes), la cobertura permanente de suelos por medio de pastizales nativos o implantados, labranzas conservacionistas, el manejo ganadero, la mejora en la gestión comercial de sistemas mixtos de producción.
El panorama poco favorable nos atrapa en la coyunturalidad, otra vez, ¿cuáles serán los escenarios de un futuro aparentemente no muy lejano?.  A este panorama de crisis general del agro argentino, ambiental y  económica se le suma la crisis laboral de nuestros centros urbanos,  componiéndose un mapa complejo de conflictos y crisis regionales, en donde la  ausencia del Estado ha llevado a que los sectores ganen la calle, aunque sean sus reclamos por políticas favorables dispares según el sector del agro que  represente.
Coexisten dos sectores mayoritarios, además de la gran empresa rural  integrada: un sector de medianos productores, fuertemente endeudado,  arrendatarios y propietarios que han sido el motor de la producción nacional de  cereales y oleaginosos, y muchos de ellos medianos a grandes que han sido los dinamizadores a través del crédito agropecuario del avance de la agricultura  sobre nuestros bosques.  Por otro lado existe un sector, el minifundista que con un bajo endeudamiento se mantiene estable estructuralmente gracias a su gran  capacidad de asalarización que actúa de alguna manera de mantenedora de  población en el campo, no obstante originando siempre flujos permanentes de mano  de obra hacia los centros urbanos.
Ante tal crisis cabe preguntarse:   ¿Seguiremos refinanciando como país las deudas de un sector de la  producción agrícola que no acusa impacto en cuanto a mejora de la productividad  y con marcadas limitaciones en cuestiones de competitividad, en el marco de  crecientes y descontrolados usos agrícolas de las tierras?. ¿Seguiremos acusando  tal falta de políticas de conducción de las economías regionales, mientras una agroindustria progresivamente trasnacionalizada, ávida de materias primas  baratas impone la hipoteca de nuestros ya dolidos ecosistemas y se articula con  una producción primaria de grandes empresas sostenidas por capitales golondrinas  en campos despoblados?. ¿Seguirán huérfanas las leyes vigentes que protegen el medio ambiente y  los bosques (ej. el Régimen Legal Sobre Desmonte decreto N1759/97), regulan el  uso y comercio de agroquímicos, la protección de la fauna autóctona?   ¿Será que algún actor político asumirá la importancia estratégica de la  cuestión de la tierra y la crisis de la producción familiar en nuestra  provincia?   ¿Estaremos al alcance en los desafíos que nos espera el próximo siglo? ¿Estarán nuestros organismos técnicos que investigan y desarrollan las  tecnologías, preparados para enfrentar los desafíos de la problemática actual de  los sistemas productivos pensándolos como un todo complejo, entramado a un medio  ambiente que gime herido, a una situación social altamente polarizada en donde  las mayorías mantienen una situación de total subordinación económica a la  cadena de producción?
 

Porque si hay algún camino recorrido en nuestra provincia en cuanto a protagonismo en la historia reciente de sus organizaciones políticas, es el reclamo por la distribución de la tierra de sus organizaciones campesinas, de  una reforma agraria que sostenga al agricultor como el génesis digno de la  provisión de alimentos para el país, como el protector del paisaje de nuestras  áreas rurales, de su fauna y de su flora, el que resignifica en este fin de  siglo los valores del folclore y de la tierra de nuestro campo, sosteniéndose  como el aliado inevitable de la agroindustria nacional.
¿Sabrán los conductores de los destinos de los gobiernos intentar  desandar el camino de la integración del campesinado y su creciente protagonismo  en la arena política provincial, sabrán sus organismos técnicos acompañar dicha  integración?
 

NOTICIAS DE LAS ONGs - ARGENTINA
"CENEPP" <cenepp@arnet.com.ar>
13 Mar 2000 08:11:09 -0600

Nuestra amiga Silvana Buján de Medio Ambiente Mar Chiquita, Buenos  Aires - ARGENTINA, nos ha mandado la siguiente nota sobre las actividades que se están haciendo en Argentina sobre el tema de los transgénicos
Nos reunimos en el día de ayer, y con la presencia de municipios (Balcarce, Madariaga, Gral Pueyrredón, Mar Chiquita, Saladillo), personas del INTA, del Ministerio de Asuntos Agrarios, de la Comisión de Asuntos Agrarios del Senado provincial, GREENPEACE, la RED ALERTA SOBRE TRANSGENICOS, el Comité Municipal de BIOETICA, AMEAI, la Universidad de Mar del Plata, BRISA SERRANA (ONG), Vigías Verdes (ONG), Grupo de Reflexión Rural, Secretaría de Medio Ambiente de la Ciudad de Buenos Aires, y la Universidad de La Matanza, reflexionamos y concluimos en el encuentro sobre transgénicos, Mar del Plata, 18 de febrero, 2000, y como inquietudes Municipales, ciudadanas y no gubernamentales:
ELABORAR UN PLAN DE COMUNICACION QUE IMPLIQUE:
a) Campañas de difusión hacia el consumidor atendiendo a su seguridad

alimentaria

b) Trabajo de concientización  hacia los productores rurales

c) Idem Cámaras de supermercados

d) Trabajo de difusión en medios de prensa tanto como en publicaciones

especializadas
e) Relevar los aportes académicos sobre el tema

ELABORAR UN ABORDAJE POLÍTICO CONJUNTO, DESDE LOS MUNICIPIOS
a) formulando y promoviendo Declaraciones que consideren la aplicación del Principio Precautorio

b) Promoviendo el cultivo tradicional y orgánico

c) Exigiendo el rotulado de los alimentos que ingresan a los distritos que

posean componentes de origen transgénico

d) Elevando inquietudes de manera sistemática a ambas Cámaras

Legislativas, Secretarías de Medio Ambiente, Ministerios de Asuntos

Agrarios, Ombudsman y Direcciones de Protección al consumidor.

e) Promover la figura de "Puerto protegido"

f) Promover un corredor de Municipios atentos a los puntos a), b) y c)
g) Promover, en función de lo anterior, el corpus legislativo pertinente.

Se realizará a la brevedad otra reunión como prosecución de ésta y para poner al día los avances que cada quien haya realizado en sus distritos sobre estas líneas de trabajo.
Informes:  Lic. Silvana Buján.  Medio Ambiente Mar Chiquita, Bs As, ARGENTINA.  Ecosil@copetel.com.ar-chiquita@mun.gba.gov.ar

00- 54 2265 432119

 
 

Gran Dia
16 de marzo 2000
Para no ser ratas de laboratorio

En el Día del Consumidor, varios organismos reclamaron que las etiquetas adviertan qué alimentos son modificados genéticamente. Varios grupos se unieron para la protesta contra los transgénicos. Llevaban máscaras que los convertían en "ratas de experimentación".
Por Mariana Carbajal

 
"Tenemos derecho a saber de qué manera se hacen los alimentos que consumimos. No queremos ser ratas de laboratorio", clamó Jorge Rulli, de la Red Alerta sobre Transgénicos, en la esquina del Centro Cultural San Martín. Ayer, en el Día Mundial de los Derechos del Consumidor, ecologistas y consumidores se unieron por primera vez para reclamar al Gobierno la implementación de un etiquetado que permita identificar los alimentos derivados de cultivos que en su origen fueron modificados genéticamente. La voz de los consumidores se hace oír cada vez más. En los últimos años, los reclamos y denuncias en organismos públicos se multiplicaron estrepitosamente: crecieron más del 600 por ciento en el Gobierno porteño y alrededor del 400 por ciento en la provincia de Buenos Aires.

Servicios financieros, concesionarias de autos, tiempos compartidos, planes de ahorro, tarjetas de créditos, telefonía celular y  medicina prepagada son los principales blancos de queja (ver aparte).

 
Ayer, el etiquetado de los alimentos transgénicos fue un reclamo generalizado en distintas partes del mundo. La organización Consumers International propuso este año que la celebración del Día Mundial del Consumidor esté focalizada en el debate sobre la ingeniería genética y el derecho a la información del ciudadano. Se teme que los alimentos transgénicos puedan afectar la salud y el medio ambiente. Alergias masivas y resistencia a los antibióticos son los principales riesgos conocidos hasta el momento.

 "Los consumidores no queremos ser ratas de laboratorio, exigimos saber qué comemos", coincidió Patricia Vaca Narvaja, en representación de los grupos de consumidores que ayer protagonizaron la manifestación en la esquina de Sarmiento y Paraná.
Ecologistas y  consumidores que simulaban ser ratas para la experimentación repartieron  platos con la inscripción: "Alto transgénico: identifíquese,etiquetado  ya".

 

La Red Alerta sobre Transgénicos -integrada por Greenpeace y otras nueve organizaciones ambientalistas- y el Foro de Asociaciones de Consumidores -formado por las principales entidades del sector- acordaron trabajar en conjunto por el respeto de los derechos a la seguridad, información y  elección de los consumidores respecto de los alimentos derivados de  cultivos transgénicos.

 
 "La ausencia de etiquetado en esta clase de productos impide obtener la información suficiente y detallar sobre su naturaleza, que permita a la gente elegir consumirlos o no", objetó ante Página/12 Jorge Rulli, de la Red y señaló que General Pueyrredón está a punto de convertirse en el primer municipio del país que aprobará una ordenanza que obliga a rotular todo alimento transgénico que se comercialice en su territorio. En la Argentina están aprobados tres cultivos transgénicos: algodón, maíz, y soja. El 80 por ciento de la soja que se produce en el país es transgénica. Según advirtieron ayer las organizaciones ecologistas y  ambientalistas, "entre otros productos, los jugos de fruta y las golosinas que se comercializan aquí y contienen soja no poseen indicaciones respecto de su eventual alteración genética en sus ingredientes".

Más denuncias
Las denuncias y reclamos de los consumidores están en alza. La   Subsecretaría de Seguridad Alimentaria y Coordinación de Políticas   al Consumidor del Gobierno porteño recibió 7247 quejas formales durante 1999 y lo que va del 2000, una cifra superior en un 600 por  ciento a las denuncias de 1997 y alrededor de un 200 por ciento mayor a la de 1998. En el transcurso de este año, los reclamos se  triplicaron en relación con el primer bimestre de 1999. Un fenómeno  similar se percibe en la provincia de Buenos Aires. La oficina de Defensa del Consumidor bonaerense atendió el último año 10.864 consultas y denuncias, es decir, 450 por ciento más que en 1997, cuando sumaron 1951.
Stands de ambas oficinas, de asociaciones de defensa del consumidor y de entes reguladores de los servicios privatizados ocuparon ayer  el primer piso del Centro Cultural San Martín, donde la Secretaría de Defensa de la Competencia y del Consumidor de la Nación organizó una serie de actividades (como mesas redondas y talleres abiertos al público) para celebrar el Día Mundial del Consumidor.
ADOLFO BOY

   

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