Metas del Milenio. Boletín N° 124 de la Red por una América Latina Libre de Transgénicos

Idioma Español

En este boletín estamos compartiendo con ustedes los comentarios hechos al borrador preliminar del informe final de la NN UU: “Un plan global para alcanzar las metas de desarrollo para el milenio” acordes con el “Proyecto Milennium” de las Naciones Unidas. Avance. El tema específico que abordaremos es el de la innovación tecnológica y metas de desarrollo para el milenio, informe sobre ciencia, tecnología e innovación, del 3 de octubre de 2004

RED POR UNA AMERICA LATINA LIBRE DE TRANSGENICOS
BOLETIN 124

Este comentario fue hecho por el Centro Africano de Bioseguridad.

INTRODUCCION

Ante todo, los caminos presentados en los documentos para alcanzar las metas del milenio parten de la premisa de un sistema social, político y económico uniforme. Para todas las propuestas se asume como básico y elemental que la integración global de los sistemas de cultivo motivados por las utilidades engrane con la tecnología industrial como única esperanza para eliminar pobreza.

Las propuestas ponen poca atención a una redistribución consecuente de los recursos naturales como base para aumentar la productividad agrícola, la necesidad de asegurarse las semillas o el control local de la tecnología y la producción. Más bien, el aumento en la productividad agrícola que presumiblemente conducirá a una calidad de vida mejor y niveles de pobreza menores depende de la expansión de la agricultura comercial y de la integración de sistemas agrícolas locales a las cadenas productivas globales; la eliminación de producción local de semillas y de sistemas de distribución a favor de un sistema uniforme, industrial y dirigido externamente; y opciones tecnológicas y productivas determinadas por los mercados globales con una vasta disponibilidad de recursos a su alcance. La atención sobre la biotecnología y los cultivos genéticamente modificados son el peor ejemplo de esta tendencia de dejar al balance existente de poder que solucione los problemas de desarrollo desmedido y pobreza agudizada.

Los sistemas agrícolas africanos están fragmentados e hibridizados, y se basan en agricultura de pequeñas parcelas cuya mayoría está manejada por mujeres. Simultáneamente están insertos en el mercado global tanto como productores como consumidores. El impulso a la agricultura orientada a la exportación – impuesta en muchos países como una condición para ayuda financiera – se ha dado a expensas de la producción alimentaria para el consumo local y ha causado mayor inequidad en el acceso a los recursos naturales y a las oportunidades económicas. Los productores exportadores de los países desarrollados distorsionan el mercado debido a los enormes subsidios gubernamentales que reciben, sobretodo en EEUU y la Unión Europea. El apoyo estatal a la agricultura en casi todos los peldaños de la producción africana ha sido desmantelado a favor de una disciplina comercial que pone barreras a la entrada en los mercados y bloquea los recursos para los productores pobres.
Si se llega a realizar, las propuestas MG de las NNUU afianzarán las inequidades y romperán las características de los sistemas agrícolas actuales. La participación en las cadenas productivas globales van de la mano con la desigualdad doméstica. Aquellos que participan exitosamente, lo hacen a expensas de otros productores locales potenciales, concentrando control sobre las tierras y los recursos, la apropiación privada de los ingresos, y la ocupación de tierras para usos que no mejoran el acceso a los alimentos para los sectores más pobres de las comunidades locales.

Un sistema agrícola sustentable que prácticamente reduzca la inseguridad alimentaria a niveles individuales, locales, regionales y nacionales requiere de una producción y distribución sujetas a las necesidades locales, y de productores locales situados en las comunidades. Esto es indispensable para sistemas agrícolas sustentables en todos los niveles.

INFRAESTRUCTURA

Las propuestas MG destacan la importancia de la infraestructura para elevar la productividad agrícola, incluyendo agua, vías, energía y telecomunicaciones. Pero en el contexto de la privatización de estos servicios o su corporativización por entidades estatales, y las políticas consecuentes de recuperación de costos a través del usuario final, la mayoría de productores quedarán excluidos del acceso. Se recomienda que los estados mantengan el control en la provisión de estos servicios, y que los campesinos y comunidades sean subsidiadas ya sea a través del estado o mediante subsidios cruzados de los consumidores a gran escala sobre la base de un sistema progresivo de tarifas en bloque (materia prima gratis y precios unitarios aumentados con volúmenes consumidos mayores). Las NNUU tienen que tomar conciencia de las limitaciones al acceso de la infraestructura requerida impuesta por políticas que apuntan a obtener utilidades en los servicios, y la incompatibilidad fundamental entre el Acuerdo General sobre Comercio de Servicios, (GATS) y la expansión de la producción agrícola en Africa.

EDUCACIÓN

Las propuestas de las NNUU sobre educación tecnológica se enfocan a instituciones de gran escala y la tecnología más avanzada globalmente disponible. La suposición implícita del avance de la tecnología se basa en la medida en que sea generada industrialmente y se especialice. Por lo tanto, sin importar la aplicabilidad local, la biotecnología y la modificación genética se asumen como formas deseadas de tecnología para la diseminación global.

Esta tecnología tiene sus problemas incluso en el mundo desarrollado donde podría considerarse es más apropiada debido al carácter altamente industrializado de la producción agrícola y su integración a los sistemas industriales tecnológicos. La aplicación exitosa de la tecnología es altamente dependiente de la disponibilidad de sustancias químicas ambientalmente dañinas, la disponibilidad de infraestructura para irrigación a gran escala, un modelo industrial agrícola afincado, monocultivos y niveles altos de uniformidad genética. La mayor resistencia de pestes y malas hierbas, la contaminación de cultivos no modificados, la incertidumbre creciente sobre los impactos en la salud humana y animal y la resistencia de los consumidores a la imposición de productos transgénicos en los alimentos sin la posibilidad de alternativas han acompañado a esta tecnología.

El sugerir que los sistemas africanos de producción, que en la mayoría de lugares no se asemejan a las condiciones en las cuales se producen los transgénicos, deben ser alterados específicamente para permitir la expansión de la tecnología transgénica es ignorar la fragilidad e insostenibilidad de los sistemas agrícolas industriales avanzados en todo el mundo. Una base genética encogida de cultivos alimenticios, el uso masivo de agroquímicos tóxicos, la sobreutilización de agua, los sistemas de distribución mundial de alimentos ambientalmente insustentables que absorben enormes cantidades de fuentes energéticas no renovables y la concentración del poder económico y político están apoyados por subsidios gubernamentales altísimos simplemente para mantener al sistema funcionando. La imposición de este sistema en Africa – con o sin el apoyo de los gobiernos – es nada más y nada menos que una recolonización.

El tipo de educación concebida en las propuestas MG está enraizado en el modelo industrial de agricultura donde el trabajo campesino no es más que un negocio de producción y venta de bienes para el lucro, y donde la investigación, el desarrollo y la capacitación agrícola están separados funcionalmente de la producción. La capacitación y la R&D en la biotecnología son priorizados a expensas de la resucitación y aplicación del conocimiento indígena, de las agendas de investigación concebidas por los productores en interacción entre ellos y con los investigadores, y la extensión de servicios que faciliten la información y la generación de conocimiento.

Existe una convergencia entre las propuestas de las NNUU por promover la biotecnología como una opción y la privatización de las formas agrícolas en África. Esta creciente privatización no puede estar separada de las condicionalidades del Banco Mundial y del FMI o de los tratados comerciales de la OMC. Las propuestas de las NNUU simplemente adoptan el camino de sus instituciones multilaterales congéneres sin cuestionamientos.

Debido a los recursos requeridos para sostener la R&D en marcha, la renuncia de los instituciones públicas significa que las corporaciones son las únicas entidades capaces de llenar este hueco. Las transnacionales con un interés en la R&D agrícola son las mismas que han adquirido sistemáticamente las compañías de semillas a nivel mundial y se han fusionado con compañías de biotecnología y de agroquímicos. A medida que las corporaciones financian los institutos de investigación agrícola, antes de propiedad del Estado, la agenda de investigación está sesgada por sus intereses excluyendo otras alternativas como las variedades y métodos indígenas de propagación y de producción, el guardar las semillas, métodos de control de plagas ecológicamente amigables y métodos de producción socialmente equitativos. Las NNUU no deberían condonar esta clase de negocios, sino considerar y poner sus recursos y esfuerzos en alternativas a este sistema. El complejo biotecnológico – químico se caracteriza por la uniformidad en el método y en el producto, y en la imposición desde arriba hacia debajo de tecnologías sin ningún control por parte de los agricultores o las comunidades que están insertados en él. La alternativa que erradicará el hambre y la pobreza tiene que enraizarse en el control local y la diversidad en todos los aspectos biológicos, tecnológicos y metodológicos. La diversidad dispersa el riesgo mientras que la uniformidad lo concentra.

PRODUCCIÓN Y DISEMINACIÓN DE SEMILLAS

Las NNUU propone que la infraestructura biotecnológica a ser desarrollada en África asista en la manipulación genética de semillas para propósitos locales. Dos aspectos surgen de los documentos: por un lado, las modificaciones internas para la tolerancia a la sequía o la salinidad; y por otro lado, las modificaciones externas para la mejora nutricional.

La construcción de un sistema biotecnológico que busca las modificaciones internas yace sobre la idea de que la única solución para bajar la producción es a través de la modificación genética. No se presenta ninguna otra alternativa u opción. Pero, incluso desde el punto de vista de material genético, esto desconoce siglos de adaptación local genética a través del almacenamiento de semillas y de distribución para las condiciones locales. También omite cualquier posibilidad de regeneración de variedades de semillas nativas, contribuyendo así a la destrucción de especies y al achicamiento de la base alimentaria. Mientras que las propuestas hablan sobre concentrarse en la tecnología existente, es obvio que la UN es incapaz de ver a cualquier tecnología por encima de la biotecnología o la tecnología de la información y comunicaciones. Pero las semillas adaptadas localmente, el arte de guardar semillas y los sistemas de distribución son todas tecnologías que están en manos de los productores locales (aunque desafortunadamente ya no en muchas partes) que pueden ser fortalecidas y expandidas. Un documento presentado en una conferencia de la FAO en 1997 indicaba que “para la mayoría de cultivos indígenas tales como maíz, sorgo, mijo, leguminosas, tubérculos y raíces, la producción formal de semillas y los sistemas de abastecimiento están subdesarrollados y, en la mayoría de los casos, totalmente ausentes. Para este grupo de cultivos, la multiplicación de semillas a través del intercambio y el almacenamiento, constituye la fuente principal de semillas, a menudo proveyendo entre el 95 y 100% de la demanda total de semillas”[1] . Tiene más sentido meter recursos al fortalecimiento de estos sistemas informales que en tratar de empujar a los campesinos pobres a un modelo industrial de propagación y diseminación de semillas que inevitablemente concentrará cultivos y variedades que puedan ser rentables para las corporaciones.

En muchos casos, los sistemas de abastecimiento formales han desplazado a los sistemas locales causando pérdida de conocimiento y de diversidad [2] . Una característica que distingue al sistema de semillas formal del informal es que “el primero está organizado verticalmente, mientras que el segundo sistema puede ser considerado horizontal o cíclico”[3] . Esto sugiere que el sistema formal de abastecimiento de semillas puede ser capturado más fácilmente por los intereses corporativos, ya que la cadena de producción está sujeta a la integración vertical (la reproducción de las plantas, multiplicación de semillas y su distribución concentrados en una sola entidad). El sistema burocrático de verificación de semillas y su introducción en el sistema formal también promueve la producción de variedades uniformes para el monocultivo en condiciones benignas, y no toma en serio la reproducción vegetal para condiciones más marginales[4] . En contraste, los sistemas de abastecimiento de semillas locales e informales se enfocan en la producción de semillas apropiadas y su diseminación a través de redes locales de usuarios[5] . En este aspecto, las variedades altamente productivas de la Revolución Verde son problemáticas no solo desde el punto de vista de su apropiación, sino también en su papel de destruir la propagación y diseminación de semillas tradicionales. Un enfoque en las tecnologías que con todos los intentos y propósitos no existe en un sentido real para la mayoría de campesinos africanos redirige los recursos para beneficio de un puñado de productores comerciales, impulsando de esta manera la concentración de
recursos y la desigualdad.

La atención sobre nuevas tecnologías que modifican genéticamente la semilla para su mejora nutricional también es inconsistente. Los científicos tienen poco conocimiento sobre nutrición como para ser capaces de argumentar convincentemente que la transferencia de un solo gen a una planta diferente tendrá efectos que mejoren el contenido nutricional recibido por los consumidores. La mejor manera para asegurar que las personas tengan suficiente proteína es poner a su disposición alimentos que contengan naturalmente proteínas, más que mover proteínas a nuevas especies a través de métodos científicamente complejos. Una dieta balanceada y diversa que provea un amplio rango de alimentos y nutrientes es la única manera lógica de promover la salud y prevenir deficiencias nutricionales. El transportar nutrientes hacia otros alimentos hace que las personas ingieran alimentos que normalmente no están asociados con ese nutriente – por ejemplo la proteína en un cereal. Pero el insertar un gen para aumentar los niveles proteicos, por ejemplo, desplaza todo un abanico de micro-nutrientes que se encuentran en el alimento original teniendo solo a la proteína como el único elemento nutricional. Esto sería una pérdida si las personas consumieran cereales modificados para acceder a las proteínas.

CONCLUSIÓN

A medida que la productividad agrícola evolucione, el énfasis en la biotecnología estará ausente. El remover la propagación, multiplicación y diseminación de semillas de las manos de los productores directos y ponerlos en manos de un grupo separada de “expertos científicos” evita que los productores adopten recursos genéticos y, subsecuentemente, métodos de producción apropiados a su localidad.

La dependencia absoluta en los métodos de producción agrícola altamente industrializados con un uso intensivo de químicos, la uniformidad en los recursos genéticos y los métodos de producción y la concentración de recursos y control en manos de unos pocos actores económicos demuestran la impropiedad de esta forma de tecnología para los campesinos africanos.

Una estrategia que esté dirigida a reducir la pobreza y desigualdad en África debe basarse sustancialmente en una redistribución de los recursos naturales que permita una expansión rápida de la producción agrícola, una consolidación y extensión del almacenamiento local de semillas y de sistemas de diseminación, y una reorientación de la producción hacia las necesidades locales primero y luego hacia los mercados nacionales y mundiales. Es esencial construir desde la base de la pequeña escala, la subsistencia y los recursos para los productores pobres en sus prácticas actuales – fortaleciéndolos e insertándolos en una relación constante, interactiva e igualitaria entre ellos y con los productores y agentes externos – más que forzarlos a adoptar métodos y tecnologías que no son consistentes con sus realidades diarias. Incluso los sistemas agrícolas industriales más avanzados están constreñidos porque se dirigen únicamente para aquellos que puedan pagar esa producción. Para eliminar la pobreza y la inseguridad alimentaria, la gente tiene que tener acceso a los alimentos incluso si no pudieran comprarlos. Esto pone en cuestión las propuestas de las NNUU para cumplir con los Objetivos del Milenio, enteramente dependientes de las relaciones de mercado y de poder que existen en el mundo.

Fuente: African Centre for Biosafety. COMENTARIOS AL BORRADOR PRELIMINAR DEL INFORME FINAL de la NNUU: UN PLAN GLOBAL PARA ALCANZAR LAS METAS DE DESARROLLO PARA EL MILENIO ACORDES CON EL PROYECTO MILENNIUM DE LAS NACIONES UNIDAS. AVANCE: INNOVACIÓN TECNOLÓGICA Y METAS DE DESARROLLO PARA EL MILENIO. INFORME SOBRE CIENCIA, TECNOLOGÍA E INNOVACIÓN. 3 DE OCTUBRE DE 2004
NOTAS:

[1] J. Wobil 1997 Seed Security Initiatives in Southern Africa. Paper presented at FAO International Workshop on Seed Security for Food Security. Florence, Italy, 30 Nov-1 Dec 1997, p.1

[2] Niels Louwaars & R. Tripp 1997 Regulatory aspects of seed security. FAO background paper ver aquí p.1

[3] Louwaars & Tripp, p.2

[4] Louwaars & Tripp, p.10

[5] Louwaars & Tripp, p.2

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