Argentina: presentan documento crítico sobre biocombustibles

Idioma Español
País Argentina

El Taller Ecologista presentará mañana un documento que expone las causas y los impactos del fenómeno de los combustibles de origen vegetal a nivel local, regional y mundial

"Agrocombustibles, Argentina frente a una nueva encrucijada" es el título del documento que elaboró el Taller Ecologista (Rosario) en el marco del Programa Argentina Sustentable (PAS), y que pone en tela de juicio el auge de los llamados combustibles de origen vegetal.

Se trata de un dossier que reúne distintos artículos con el fin de analizar “el origen y el sentido de este fenómeno”, en un momento en que existe una gran “proliferación de noticias y discursos sobre los agrocombustibles en nuestro país, en su mayoría concebidos desde una mirada parcial y fragmentaria”, tal como se señala en la presentación.

“Cuando se habla de los biocombustibles en Argentina, se están discutiendo en realidad dos cuestiones centrales, que deberían ser el núcleo de cualquier análisis serio sobre el tema: la utilización de las tierras y el consumo energético”, explica el ingeniero Pablo Bertinat, coordinador del área de Energía del PAS, presidente de la ONG local y titular de la cátedra de Fuentes no Convencionales de Energía de la Universidad Tecnológica Nacional (regional Rosario).

“A nivel internacional se propone usar los territorios para generar una producción agrícola que tiene como fin sostener el consumo vehicular de los países más industrializados, en un contexto mundial en el que no está resuelta la cuestión del hambre. La disyuntiva ‘energía o alimentos’ ya está ocurriendo en distintos lugares del mundo”, aseguró Bertinat.

En el país, se detalla en la introducción, “los que apuestan a obtener mayores ganancias con la coyuntura internacional de precios”, no prevén “una sustitución del uso que hoy se le da al aceite de soja. El proyecto es ampliar la producción para extraer de la tierra toda la ganancia que se pueda, mientras se pueda: más aceite, más soja, más superficie sembrada, mayor expansión de la frontera agrícola, más desforestación y más destrucción del monte nativo”. En ese sentido, señala Bertinat, “el caso de Argentina es un ejemplo emblemático para desmitificar la afirmación de que la producción de agrocombustibles, realizada a gran escala, pueda constituir una opción superadora frente al problema del cambio climático”.

Hace una semana, Taller Ecologista, Greenpeace y un conjunto de organizaciones y ciudadanos preocupados por la devastación de los bosques en el país, exigieron en Rosario la pronta aprobación de la Ley de Bosques, en una acción que se realizó en forma simultánea en Córdoba y en el Congreso Nacional, después que se reunieran más de un millón de firmas por este reclamo. “Para combatir el calentamiento global resulta mucho más importante impedir el avance indiscriminado de la deforestación antes que promover la producción masiva de biocombustibles. Pero aquí los legisladores no han intervenido todavía para garantizar una mínima racionalidad en el uso del territorio, lo que hace evidente que hay otros intereses detrás de este fenómeno”.

En este contexto, “se trata de preguntarse primero para qué y para quién es necesaria y deseable la producción a gran escala de agrocombustibles, y quién gana y quién pierde con la profundización de este modelo productivo”, finalizó Bertinat, quien presentará mañana la publicación junto a Sergio Arelovich, docente de Economía Política en la Universidad Nacional de Rosario y autor de un análisis sobre la producción de oleaginosas y la perspectiva de generación de agrocombustibles en Santa Fe, que se incluye en el dossier.

La Capital, Argentina, 16-10-07

Comentarios

19/10/2007
Biocombustibles, por Luis Monasterio Opazo
BIOCOMBUSTIBLES:..¡CUIDADO!

Seamos MESURADOS ante esta algarabía que existe por los biocombustibles. Se está abordando el tema en forma reduccionista, desestimando varios aspectos negativos de una producción indiscriminada, tanto para la Naturaleza como para el Calentamiento Global. No se está yendo al fondo del problema que se soluciona en gran medida REDUCIENDO EL CONSUMO DE ENERGÍA. Debo aclarar que no estoy en contra de los biocombustibles ni de su desarrollo, pues pueden ser sustentables en el tiempo, siempre que se produzcan y usen RACIONALMENTE.

Considerando lo que dice la 1ª Ley de la Termodinámica “LA ENERGIA NO SE CREA NI SE DESTRUYE, SOLO SE TRANSFORMA”, podremos concluir que la cantidad de energía contenida y disponible en los vegetales, que serían la base se los biocombustibles, depende de un flujo constante, pero limitado. Este dependería, entre otros aspectos, del clima y de la cantidad de días con sol.

El máximo de energía disponible en estos vegetales (ver: representación esquemática más adelante) será la que estos puedan obtener, solamente, en la superficie que ocupen. En otras palabras, si tenemos una hectárea de vegetales para ser transformados en biocombustible, la energía disponible de aquellos NUNCA será superior a la cantidad de energía que ha entregado el sol en dicha superficie, en el período en cuestión. Como dato diremos que la energía que recibe la tierra proveniente el sol es de 1 (caloría por centímetro cuadrado por minuto).

EJEMPLO:

Un techo de una casa de 10 x 10, (100 metros cuadrados), recibirá, en un día caluroso, 1.000 Kilocalorías por minuto. El techo de 100 (m2) recibe, 500.000 (Kcal por día). Este calor es equivalente a quemar 53 (litros) de gasolina.

Para ilustrar más claramente, mostraremos una representación esquemática del flujo de energía proveniente del sol, y cuanta sería la energía disponible para la producción del biocombustible.






Observando, vemos que la cantidad de energía proveniente del sol es:(5.000.000 Kilocalorías por metro cuadrado al año) y solo podemos utilizar 2000 (sólo un 0,04 por ciento del total), que sería la que acumulan los vegetales en este período, algo que a simple vista nos dice que es bastante escasa, para la creciente e irracional demanda actual.

Aclarado en parte el tema de la energía que pueden almacenar los vegetales (0,04%), sólo nos cabe suponer que para cubrir la creciente demanda, se tendría que aumentar las superficies de cultivo para tal fin, y no debemos olvidar que los suelos fértiles son escasos y no estarían todos disponibles porque también tenemos que comer, recrearnos y mantener nuestra biodiversidad.

Todo el petróleo proviene de la descomposición de antiquísimos vegetales, que tomaron parte de la energía del sol y a través de un proceso de millones de años se logró el producto. El consumo a gran escala de éste, solo data de no más de un siglo y por lo visto tiene sus días contados. Ahora bien, si el petróleo que demoró millones de años en formarse está siendo “devorado” en poco más de un siglo, ¿que podríamos esperar de este nuevo biocombustible que demora solo un año?.

Por otro lado ¿quién ha reparado en que al producir biocombustible de los restos de vegetales (hojas, ramas, semillas, etc), como proponen algunos, provocaríamos un DESEQUILIBRIO en el delicado proceso de regeneración natural de los suelos?. Las hojas y ramas que caen al suelo sirven para la formación del HUMUS, que es uno de los encargados de la manutención y fertilidad de los suelos. Si se llegase a cortar este ciclo natural, las consecuencias serían altamente peligrosas para la subsistencia de los vegetales en la tierra, que entre sus tantas cualidades tienen la de extraer el CO2, principal culpable del calentamiento global.

Imaginemos el FUTURO con este biocombustible. En primer lugar, ¿qué va a pasar con las Grandes Selvas que aún quedan en el planeta?. Las Trans- Nacionales de los combustibles tratarán de convencer a los Gobiernos de los distintos Países que sería más rentables convertirlas en biocombustible que mantenerlas como Selvas. En segundo lugar, a muchos Agricultores les va a ser más rentable sembrar vegetales apropiados y específicos (transgénicos) para los biocombustibles, que tener arbolitos frutales, flores, yerbas, hortalizas, legumbres, cereales u otros. En tercer lugar, las grandes Alamedas, jardines y parques no serán rentables como tales, así que serían transformadas en el tan esencial (..?) biocombustible.

En fin, creo que si se sigue esta política del crecimiento indefinido, de competitividad y por ende de consumo desenfrenado de energía, el paisaje terrestre se transformará en un gran DESIERTO VERDE. Que no nos vaya a pasar lo del “Rey Midas”, que todo lo que toquemos lo transformemos en BIOCOMBUSTIBLE y muramos de sed y hambre.

La verdadera solución, está en nuestras manos “REDUZCAMOS EL CONSUMO DE ENERGÍA” y cambiemos nuestra conducta depredatoria, pero, ¡ahora! y así podremos ocupar petróleo o biocombustible en forma racional y… por largo tiempo.

Luis Monasterio Opazo
Ingeniero U de C
lmonasterio@accionecologica.cl Diciembre 2006