Argentina: vecinos del centro de la provincia piden áreas libres de agroquímicos

Idioma Español
País Argentina

La aplicación de agroquímicos es un problema serio para las zonas urbanizadas, donde se han detectado consecuencias sanitarias graves

María Juana — Tal cual ocurre con muchas otras zonas urbanas de la región, el manejo y aplicación de agroquímicos se convirtió en un problema para la población de esta localidad, donde un grupo de vecinos pidió rígidos controles. Concretamente, quieren que se respete la legislación vigente y se delimite el radio urbano para establecer las zonas en las que se prohíba taxativamente la aplicación de agroquímicos.

En una movida que podría trasladarse a otros municipios (hace poco hubo un reclamo similar el Pueblo Esther) los habitantes de María Juana piden que se comience a diseñar un plan regulador del depósito, transporte y circulación de estas sustancias. También piden medidas para la paulatina relocalización de establecimientos dedicados a la manipulación de grandes volúmenes de productos tratados con agroquímicos o generadores de residuos peligrosos a gran escala ubicados dentro o muy cercanos al pueblo.

El pedido se fundamenta en las "frecuentes fumigaciones en campos aledaños a la población que generan preocupación en la ciudadanía y a partir de un reclamo por un hecho reciente en cercanías de barrio Buriasco".

Antecedentes. Los vecinos recavaron antecedentes oficiales y estudios que dan cuenta de la cuestión para ilustrar a las autoridades locales sobre el impacto en las personas y el ambiente de la aplicación de fitosanitarios. Citaron un documento emitido por la Jefatura de Gabinete de la Nación titulado "El avance de la frontera agropecuaria y sus consecuencias", que formula serias advertencias sobre los efectos de las fumigaciones masivas, no sólo respecto de productos reconocidamente peligrosos, sino especialmente del glifosato.

También apelaron a estudios realizados en varias localidades ubicadas en zonas agrarias que advierten "un fuerte incremento de casos de cáncer, malformaciones, alergias de todo tipo, enfermedades autoinmunes y raras que afectan especialmente a niños y mujeres, sometidos a los efectos de las llamadas fumigaciones aplicadas en masa en cercanías o directamente sobre los poblados".

Distintos casos. En ese sentido, citaron los casos registrados en poblados cordobesas como Pueblo Italiano, Río Ceballos, Saldán, Alto Alberdi, Jesús María, Colonia Caroya, Sacanta y varios barrios de la ciudad de Córdoba, además del emblemático caso del barrio Ituzaingó.

En Santa Fe se observaron casos similares en Rosario, y en San Cristóbal el propio intendente denunció la ola de nacimientos con malformaciones en el primer semestre de 2006. En esta ciudad del norte santafesino, tres de once recién nacidos con alguna malformación murieron. Según ese relevamiento, otros tres niños nacieron con malformaciones en pueblos vecinos y en Malabrigo se constataron 12 casos similares.

Una investigación de la Universidad Nacional del Litoral halló que el 86 por ciento de las madres en lactancia poseía restos de agrotóxicos en su leche materna. Además, se indicó, hay mayor frecuencia de cáncer de hígado y del aparato digestivo en los pueblos rurales que en las grandes ciudades, cuando hasta hace 20 años la situación se daba a la inversa. Citaron también casos en Formosa y Entre Ríos.

En el mismo informe, señalan, "aparece que los médicos de todas las zonas rurales y de pequeños pueblos de Santa Fe encuentran con mayor frecuencia enfermedades raras como leucemia, algunos tipos de cáncer e interrupción de embarazos".

También mencionaron denuncias del gobierno de Ecuador y organismos no gubernamentales de Colombia, ante efectos similares encontrados en las poblaciones rurales de ambos países afectadas por las fumigaciones masivas realizadas con glifosato por el gobierno norteamericano sobre los cultivos de coca.

Prudencia. Sin perjuicio de la necesidad de modificar la ley para adecuarla a la actual situación, los habitantes de la zona creen que "un mínimo de prudencia aconseja establecer una mayor protección en el uso masivo de estos productos, hasta tanto existan exámenes de laboratorios argentinos oficiales que certifiquen la inocuidad de las formulaciones comerciales".

Como antecedente citaron que el Concejo de Gálvez sancionó una ordenanza que adoptó medidas preventivas vinculadas con el transporte y almacenamiento de agroquímicos, prohibiendo así mismo cualquier tipo de aplicación de agroquímico dentro de un radio mínimo de 400 metros del perímetro de la ciudad entre otras regulaciones.

En la ciudad cordobesa de San Francisco rige una ordenanza similar que extiende a 500 metros el área liberada

Una ley con varias lecturas

A pesar de que Santa Fe cuenta con una ley (la 11.273 sancionada en 1995) que regula la utilización de productos fitosanitarios, esta norma tiene interpretaciones dispares. Hay quienes sostienen que prohíbe el uso de glifosato dentro del radio de 500 metros de la zona urbana y otros que interpretan que sólo debe aplicarse fuera del radio urbano por su baja toxicidad.

Sin embargo la clasificación del glifosato (no de sus formulaciones comerciales) fue puesta en cuestión por especialistas e investigadores que recogen estadísticas recientes que aconsejan ubicarlo en las categorías superiores de toxicidad como ya lo hicieron algunos países.

Los vecinos de María Juana sostienen que en la comunidad existe una difundida creencia —probablemente efecto de perseverantes e interesadas campañas publicitarias— que hablan del glifosato como un producto inofensivo y de degradación casi instantánea.

Lo cierto es que no existen estudios de laboratorio nacionales oficiales sobre el glifosato. Los únicos informes difundidos corresponden a estudios extranjeros, particularmente de Estados Unidos, sede de las principales comercializadoras de este producto y sus variantes.

Uno de los estudios a los que tuvieron acceso muestra, sin embargo, que se hallaron rastros de ese plaguicida hasta 300 días posteriores a su aplicación.

En sus formulaciones comerciales, el glifosato aparece mezclado con otros químicos (aditivos, surfactantes, coadyuvantes) que aumentan cuatro, cinco o más veces su efecto. Los informes extranjeros sólo se realizan sobre cada producto químico por separado, es decir que no existen antecedentes fiables del efecto del producto comercial con todos sus componentes combinados. De laboratorios argentinos no hay análisis.

Apoyo

Pesea que la ley 11.273 y su reglamentación tienen más de diez años de vigencia, muchas localidades todavía no delimitaron el radio urbano o línea agronómica indispensable para establecer las distancias que fija la norma legal, hecho destacado no sólo por agrupaciones ecologistas, sino también por el Colegio de Ingenieros Agrónomos.

La Capital, Argentina, 18-7-08

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