Bolivia: “hay que dar vuelta la tortilla”

Idioma Español
País Bolivia

El presidente Evo Morales anunció que la Revolución Agraria combatirá el latifundio, distribuirá tierras, subvencionará a los pequeños productores y facilitará la industrialización de productos como la coca y la quinua

El Presidente Evo Morales lanzó oficialmente ayer el plan de “Revolución Agraria” en Bolivia con el fin de facilitar y democratizar el acceso a la tierra, terminar con el latifundio improductivo, dar mejores condiciones para que los productos campesinos puedan llegar a los mercados y operar líneas de créditos para pequeños y medianos productores rurales.

El mandatario lanzó el nuevo programa agrario en la localidad de Ucureña, en el departamento de Cochabamba, en ocasión del 53 aniversario del levantamiento obrero y campesino que comenzó en esa región y luego tomo carácter nacional en 1953. Hecho que obligó al gobierno de Víctor Paz Estensoro a sancionar una Ley de Reforma Agraria.

La Revolución Agraria esta basada en cinco ejes principales: plan de distribución de tierras fiscales, mecanización y apoyo al pequeño y mediano productor agropecuario, acceso a créditos y mercados, hacer de Bolivia un país ecológico con soberanía alimentaria y la industrialización de los productos agropecuarios.

El presidente Morales, que entregó 2.300 títulos de propiedad de parcelas a campesinos cochabambinos, señaló que en Ucureña “se inicia una nueva etapa en la Revolución Democrática y Cultural” que lleva adelante la administración gubernamental, con la reparación histórica de las injusticias sobre los indígenas y campesinos, tradicionalmente explotados y excluidos.

"Ahora hay que voltear la tortilla", señaló el presidente Evo Morales, haciendo referencia a que la nueva política dará tierra a quien carece de ella y reconocerá a la mujer como propietaria, que hasta ahora esa figura se la concedían sólo a los hombres.

Como segundo componente de la revolución agraria destacó la subvención a los pequeños y medianos productores, proceso que se inicio ayer mismo con la entrega de los primeros tractores. Morales dijo que hasta ahora la subvención estatal era privilegio de los latifundistas pero que a partir de ahora será para los campesinos.

La reforma de la década del ‘50 no fue suficiente, ya que sólo se entregó una pequeña parte de la tierra y se dejaron de lado los créditos, la apertura de mercados y la mecanización del agro y la situación derivó en el minifundio.

En 53 años, los campesinos e indígenas apenas accedieron a cuatro millones de hectáreas, mientras que los grandes propietarios fueron beneficiados con 32 millones de hectáreas.

El objetivo del gobierno es revertir el latifundio improductivo y para ello estableció que el saneamiento de las tierras estará bajo el control de las organizaciones sociales.

Asimismo se busca garantizar mercados internos y externos para asegurar la producción informa la Agencia Boliviana de Noticias.

Morales ratificó su rechazo a la firma de un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos y señaló que ese esquema favorece a las transnacionales y elimina al pequeño productor y las empresas asociativas. Como alternativa, defendió su propuesta del Tratado del Comercio de los Pueblos, suscripto con Cuba y Venezuela que está enfrentando al libre comercio destructor de la agricultura y las economías campesinas en los países pobres.

La Revolución Agraria promueve una agricultura orgánica y una Bolivia ecológica, en convivencia armónica con el medio ambiente.

El gobierno también incentivará que las organizaciones campesinas, cooperativas y asociaciones de pequeños y medianos productores lideren la revolución del crédito, el acceso a los mercados y la industrialización para los productos andinos como la quinua, el tarwi, el amaranto, la kañawa, la coca y otros como la leche, el café, la papa, y el maíz.

Agencia Periodística del Mercosur, Internet, 2-8-06

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