México: se unen ONG y ambientalistas de Puebla a la campaña de Greenpeace vs. la siembra de maíz transgénico

Idioma Español
País México

ONG y ambientalistas de Puebla se unieron a la campaña nacional que otras asociaciones nacionales e internacionales como Greenpeace, que han exigido la renuncia del titular de la Semarnat, Juan Elvira Quesada, por promover la siempre de maíces transgénicos en México

El Frente por la Alimentación Natural y Nacionalista de Puebla, Hidalgo y Tlaxcala emitió un boletín en el que señaló: “nos parece de la más alta gravedad que el funcionario que tiene que velar por la protección a los ecosistemas de la nación sea el primero que anuncie entusiasmado que se va a sembrar maíz transgénico, pues es un hecho que los efectos nocivos de los organismos genéticamente modificados están a la vista en cultivos de Estados Unidos, donde es evidente la desaparición de especies endémicas”.

 

Elvira Quesada habló la semana pasada de que se está por aprobar la siembra de maíz transgénico en 2 millones de hectáreas de territorio nacional

 

“Esto literalmente lo podemos interpretar como que 2 millones de hectáreas del territorio nacional, una porción equivalente al estado de Hidalgo, por poner un ejemplo, será entregado a Monsanto, la principal desarrolladora de semillas transgénicas del mundo y quien más fuertemente está presionando para que se autorice la siembra de este grano en México, y se promueva con ello la contaminación genética de una innumerable cantidad de razas y variedades de este maravilloso grano”, apuntó Aleira Lara Galicia, coordinadora de la campaña de Agricultura Sustentable y Transgénicos de Greenpeace México.

 

En un correo electrónico que está circulando advirtiendo sobre los riesgos del cultivo, la activista advierte: “cabe señalar que importantes científicos mexicanos han alertado sobre la imposibilidad de sembrar este maíz transgénico en México por la elevada posibilidad de que contamine variedades e incluso parientes silvestres. A pesar de esto, el secretario de Medio Ambiente cede a presiones y anuncia la siembra de esta inmensa cantidad de maíz transgénico en el norte del país.

 

La Asociación de Agricultores del Valle de Puebla, en voz de su secretario general, Raymundo Reyes García, expresó. “nosotros estamos en contra de la siembra de maíz transgénico porque lo único que va a pasar es que se acabe con las especies que son propias de nuestro estado y de nuestro país. Además, no sabemos que consecuencias pueda tener también este tipo de maíz modificado para la salud de las personas, por eso también creemos que el secretario Elvira no debe estar en el puesto”.

 

El pasado 29 de septiembre el abogado René Sánchez Galindo encabezó a un grupo de académicos, litigantes, campesinos y activistas que tramitaron una demanda ante la Procuraduría General de la República (PGR) en contra de Monsanto, empresa a la que acusan de delitos contra el consumo y riquezas nacionales, tráfico de influencias, fraude genérico y los que resulten, derivado del aprovechamiento del maíz que está haciendo en el estado de Puebla y otras entidades federativas.

 

Además de Monsanto, en la querella –que también fue rubricada por el diputado local del Partido del Trabajo, Zeferino Martínez, y el antropólogo Julio Glockner Rossáinz– aparecen los nombres de la Financiera Rural, la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro (UAAAN), el Laboratorio Nacional de Genómica para la Biodiversidad (Langebio) del Centro de Investigación y Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (Cinestav–IPN), el gobierno del estado de Puebla, así como del Centro de Estudios para el Desarrollo Rural Sustentable y la Soberanía de la Cámara de Diputados (Cedrrsa).

 

Todos esos organismos e instituciones públicas y privadas forman parte del Proyecto Maestro de Maíces Mexicanos (PMMM), del cual Sánchez Galindo ha advertido que es usado por Monsanto para controlar la información genética de las 14 razas de maíz que se cultivan en Puebla.

 

A través del PMMM, explicó de nueva cuenta este jueves el litigante, Monsanto está en condiciones de obtener información genética que puede llegar a patentar, por lo que miles de campesinos en la entidad y el resto del país tendrían que pagarle regalías a este consorcio por el uso de las semillas.

 

“Una vez que el maíz criollo, nativo u originario, sea patentado, es decir, que se adquieran los derechos de obtentor a nombre de los custodios (del PMMM), la información patentada o ‘huella genética’, se transformará en productos, empresas y estrategias de comercialización, mediante la investigación y descubrimiento de potencialidades alimenticias, bioquímicas e industriales, actos que corresponden a la empresa Monsanto por participar en el Proyecto Maestro de Maíces Mexicanos como la empresa de biotecnología más avanzada del mundo”, advierte René Sánchez Galindo y el resto de los denunciantes en el texto que entregaron en la Procuraduría General de la República.

 

La Jornada de Oriente, México, 22-11-11

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