Salud es responsabilidad colectiva

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Convocan amplia movilización popular por derecho a la salud

"Las inequidades en salud generadas social y políticamente han aumentado; sin embargo, los determinantes sociales de la salud no son abordados de manera efectiva por las políticas y los programas actuales" en los países de la región, advierte el Movimiento Mundial por la Salud de los Pueblos (MSP).

Esta iniciativa, constituida por una alianza internacional de activistas en salud pública y comunal, profesionales médicos, sindicalistas del sector de la salud pública, indígenas, campesinos y grupos urbanos de base, feministas, representantes de iglesias y asociaciones de consumidores, académicos y redes, trabaja por lo que llama "la construcción de un mundo saludable".

En ese sentido, el MSP viene impulsando la elaboración de un informe alternativo sobre la situación de la salud mundial que preste atención a los "determinantes sociales" de la salud, tales como acceso a servicios y exposición a riesgos ambientales.

"Esto es un llamado para que la Organización Mundial de la Salud despierte", dijo Mike Rowson, editor del nuevo Informe del Observatorio de la Salud Mundial.

El MSP critica a la agencia de salud de Naciones Unidas por haber girado hacia un enfoque más restrictivo y de alta tecnología.

"El espíritu de Alma Ata se ha perdido. La atención primaria de salud es infrecuente; la provisión de servicios de salud no se ve como una responsabilidad social colectiva", fue el diagnóstico de la II Asamblea Mundial de la Salud de los Pueblos, realizada del 17 al 23 de julio en Cuenca, en el sur de Ecuador, convocada por el MSP.

Alma-Ata, capital de Kazajstán, fue la sede de la Conferencia Mundial sobre Atención Primaria de Salud convocada por Naciones Unidas en 1978 y que proclamó "Salud para todos el año 2000".

Preocupados con privatización

"El neoliberalismo es malo para la salud de los pueblos", remarcó la Asamblea.

La privatización de los servicios de salud pública y la seguridad social fueron una preocupación constante de los 1,300 participantes de 80 países que respondieron al llamado del MSP.

El doctor Miguel Ayllón, del no gubernamental Comité de Defensa de los Derechos del Consumidor de Bolivia, alertó contra la creciente privatización de los hospitales públicos en una nación donde los disturbios para mantener la propiedad pública de las reservas de agua y gas han derribado dos gobiernos en menos de dos años.

Por su parte, el doctor Manuel Vega, activista colombiano en salud pública, contó la historia del cierre del Hospital San Juan de Dios, el más antiguo de la nación, que prestaba servicios gratuitos a los pobres. Bajo la "lógica perversa" de la privatización, el hospital ya no es económicamente viable.

Los trabajadores del hospital y estudiantes de medicina mantuvieron el edificio abierto durante seis años. "Ya no esperamos la reapertura del hospital, sino mantener este espacio para actos de resistencia que impidan que esto se repita en otras partes", dijo Vega.

Para la experta mexicana Laura Juárez Sánchez, al producir más desempleo, pobreza y emigración del campo a la ciudad, el modelo económico capitalista es la principal causa del regreso de enfermedades que habían sido erradicadas y de las muertes por dolencias fácilmente curables.

Juárez Sánchez puso como ejemplo la reaparición del cólera y la muerte de personas por males como la sarna, la fiebre tifoidea, la diarrea, la amigdalitis y las neumonías y bronconeumonías, entre otros.

El avance de este tipo de enfermedades es "producto de la desnutrición de la población y del difícil acceso y deterioro de servicios sociales básicos, como salud, educación y vivienda", argumentó Juárez Sánchez, investigadora de la Universidad Obrera de México.

"Las familias rurales y urbanas se ven obligadas a vivir hacinadas, a padecer falta de agua y saneamiento, a compartir baños comunitarios, y a vivir bajo techos de láminas (metálicas) o cartón", afirmó.

Peligrosos cultivos transgénicos

La bióloga Elizabeth Bravo, de Ecuador, que aportó información sobre los efectos de los alimentos transgénicos, aseguró que la introducción de semillas genéticamente modificadas permite a determinadas corporaciones transnacionales ejercer un control sobre la alimentación mundial "como ya está ocurriendo en el caso de la soja".

"El mercado mundial de soja transgénica es monopolio de una sola empresa, la estadunidense Monsanto, que vende semillas resistentes a su herbicida Roundup", dijo.

"Las semillas (Roundup Ready) no son más productivas, lo único que hacen es convertir a los agricultores en dependientes de un modelo de control de malezas que usa de manera intensiva un herbicida", explicó Bravo.

Según la bióloga, la expansión de productos agrícolas transgénicos, además de crear dependencia, promueve el monocultivo con la concerniente desaparición de plantíos fundamentales para el consumo, y la pérdida de diversidad y de soberanía alimentaria.

Bravo también sostuvo que los efectos de la aplicación de transgénicos son muy negativos para la población rural pobre, lo que también repercute en la salud pública.

"Salud, educación, desarrollo, participación: el mundo moderno los ve separados, pero los pueblos indígenas los ven integrados", explicó Eugenio Poma, aymara y ministro metodista boliviano. "Si la tierra está enferma, nosotros no podemos estar saludables".

Bajo ese concepto, la Asamblea anunció en la llamada Declaración de Cuenca que "el MSP iniciará o se unirá a luchas por el derecho al agua, por la seguridad y soberanía alimentaria, por un medio ambiente saludable, por el trabajo y la vivienda dignas, por una educación universal y la igualdad de género. Todo esto, ya que la salud de las personas depende de estos derechos".

"El MSP convoca a los pueblos del mundo a movilizarse ante el asalto al derecho a la salud", concluyó la Asamblea.

Noticias Aliadas, Perú, 22-9-05

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