Alerta: la cancillería argentina elabora un nuevo proyecto de ley de patentes

Otro gigantesco paso hacia el control centralizado sobre cada resquicio de la economía ACTUAL Y FUTURA, esta vez iniciado -o correspondido, siguiendo la tradición de las relaciones carnales- por la cancillería.

Otro gigantesco paso hacia el control centralizado sobre cada resquicio de la economía ACTUAL Y FUTURA, esta vez iniciado -o correspondido, siguiendo la tradición de las relaciones carnales- por la cancillería. Mucho peor que la fuga de capitales o la deuda externa, por compleja y por las consecuencias a mediano y largo plazo, este permiso comprende todas las actividades que uno pueda imaginar, y no solo el patentamiento de microorganismos (desde plantas medicinales hasta información genética animal o humana, siempre que sea de interés comercial). Hay gente que todavía cree que la cuestión de las patentes se limita a productos y marcas de laboratorios, o que se trata de lograr una razonable compensación por el humanitario y desinteresado esfuerzo de algunos centros de investigación, siendo luego legítimo pagar por lo que uno consume. Ojalá fuera tan simple. En realidad es una manera de legalizar otro mega-subsidio a los poderosos e insaciables mendigos del norte a cambio de un puñado de caramelos (SI, los US$ 125 millones que mencionan son CARAMELOS comparados con la totalidad del paquete), sin olvidar las multiples y profundas consecuencias éticas, sociales, políticas, ambientales que tendría el transformar la vida en una mercancía y privatizar el conocimiento (actual o tradicional) y/o los aspectos estratégicos del mismo. Lo de la inversión de la carga de la prueba tampoco tiene desperdicio.

 

Hay otro proyecto de ley con media sanción en diputados que, sospecho, podría estar relacionado. Me refiero al que presentó el Dip. Nacional Luis Jalil (MPN/Neuquén) sobre “Libre acceso a la información ambiental”, probablemente en apoyo al controvertido Proyecto Araucaria, de la Agencia Española de Cooperación Internacional, que prevé tareas de bioprospección en el Parque Nacional Lanin, con más de 9 millones de euros de presupuesto.

 

Sigue el artículo de “La Nación”, que arranca con tres simpáticas bajadas de línea: a) habla de “comercio bilateral” (y no parece que lo digan en son de chiste), b) sigue afirmando que “EEUU está dispuesto a abrir aún más sus mercados”, sugiriendo que hace un favor y un esfuerzo que justificaría que c) “a cambio, la cancillería elabor[e] un nuevo proyecto de ley de patentes”.

 

Artículo publicado en “La Nación”, Argentina, el 10-9-02

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