Colombia: En el Meta redibujamos nuestro territorio para la vida

Idioma Español
País Colombia

El Foro Redibujando Nuestro Territorio, realizado el 24 de noviembre en Villavicencio y autoconvocado por las comunidades, buscó poner dichas reflexiones públicamente al considerar indispensable que las voces de las comunidades sean escuchadas, sus reflexiones visibilizadas y sus representaciones del mundo tenidas en cuenta.

En el transcurso de 2016 las organizaciones Censat Agua Viva-Amigos de la Tierra Colombia y Proyecto Gramalote propiciaron espacios de encuentro en cuatro zonas del departamento del Meta: Piedemonte, Altillanura (Puerto López), alto y medio Ariari, Mesetas-Uribe, en los cuales participaron alrededor de 150 personas. Con este proceso se identificaron problemáticas y conflictos ambientales en los territorios, y así mismo se ha avanzado en un proceso de reflexión sobre los horizontes de futuro para el departamento en base a los intereses de las comunidades. El Foro Redibujando Nuestro Territorio, realizado el 24 de noviembre en Villavicencio y autoconvocado por las comunidades, buscó poner dichas reflexiones públicamente al considerar indispensable que las voces de las comunidades sean escuchadas, sus reflexiones visibilizadas y sus representaciones del mundo tenidas en cuenta.

Apoyados en las cartografías comunitarias elaboradas por ellas mismas, las comunidades exaltaron las afectaciones de las actividades extractivas minero-energéticas y agroindustriales que por décadas han venido impactando el departamento, especialmente en el piedemonte y la altillanura y que hoy amenazan los territorios del Ariari y la Macarena. En el foro se reflexionó cómo las perspectivas de desarrollo gubernamentales y valoraciones monetarias de empresas nacionales y multinacionales se contraponen profundamente a las perspectivas de vida de las comunidades basadas en el cuidado de la vida campesina y el deseo de permanecer dignamente en el territorio. Un(a) vocero(a) de cada una de las zonas compartió el diagnóstico y perspectivas de futuro propuestas por las comunidades.

Ariari expuso el potencial hídrico de la región, que en buena medida es alimentado por el páramo de Sumapaz y exaltó asimismo la importancia de la vida campesina y las actividades productivas agrícolas de la zona que abastecen de alimentos a toda la región. Mostraron con preocupación las proyecciones estatales para su territorio que se centran tanto en explotación petrolera y minera, como en la instalación de proyectos Zidres que vienen acompañados de semillas transgénicas y monocultivos a gran escala. Denunciaron cómo recientemente han visto amenazada gravemente la disponibilidad de agua para sus territorios por las actividades de exploración sísmica, que además de privilegiar las actividades de las empresas e impactar gravemente el ambiente, rompen con las dinámicas comunitarias y las perspectivas económicas de numerosas poblaciones campesinas; Ante todo ello se resaltó su preocupación, oposición y rechazo contundente a la entrada a estas empresas extractivas en su territorio y se llamó la atención sobre la necesidad de encontrar formas para blindar los territorios campesinos de la entrada de estas corporaciones.

Por su parte la región de la altillanura, concretamente el municipio de Puerto Lopez, destacó cómo la cultura campesina se está viendo amenazada con desaparecer por la presencia en la zona de gigantes agroindustriales como Fazenda con su producción de cerdos, maíz y soya y Bioenergy con la producción de agrocombustibles, ambas empresas vienen generando desde hace años graves impactos ambientales a través de monocultivos, fumigaciones aéreas y contaminación de suelo, agua y aire que están amenazando todas las formas de vida en el territorio “parecen interesados en que los campesinos desaparezcamos de la zona, somos vistos como un estorbo y quieren que abandonemos el territorio” expresó un campesino habitante del municipio. Finalmente destacaron el silencio y la ausencia del estado para regular los impactos ambientales de la agroindustria en la altillanura.

La zona del piedemonte expuso los impactos de más de 30 años de explotación petrolera y 15 años de actividad agroindustrial de palma aceitera, ambos han generado graves afectaciones en cuanto a pérdida y contaminación de cuerpos de agua y han llevado al desplazamiento de las actividades campesinas emergiendo problemáticas familiares y comunitarias. Se denunció cómo la exploración sísmicas ha profundizado los impactos de la explotación petrolera y se vio con gran preocupación la falta de control estatal al respecto: “mientras avanza el deterioro de cuerpos de agua por la actividad petrolera, la vereda Esmeralda en el municipio de Acacías recibe agua en carrotanques, estamos rodeados de agua pero sin poder consumirla”. Además se denunció la destrucción de caño Venado en el municipio de Castilla para la instalación de cultivos de palma aceitera. Ante el exacerbado deterioro territorial se hizo un llamado al estado para que gestione un proceso de reparación de los daños ambientales y sociales que se han ocasionado la prolongada explotación petrolera y agroindustrial en la zona. Se destacó también la importancia y urgencia de recuperar las economías campesinas para poder permanecer en la zona y que difieren profundamente de las actividades desarrolladas por empresas extractivas en la zona del piedemonte.

De otro lado la zona de la Macarena (Mesetas-Uribe) destacó la generosidad de la naturaleza expresada en sus enormes extensiones selváticas que mantienen una gran diversidad biológica, “nuestro territorio es tan especial que está rodeado de cuatro parques nacionales”...”somos las(os) campesinas(os) quienes hemos sido los cuidadores de esta riqueza” expuso la vocera de esta región. No obstante dichas selvas vienen siendo deforestadas aceleradamente, y se está señalando a las comunidades de esta problemática cuando en realidad esto viene sucediendo a medida que entran foráneos a la zona que compran tierras para instalar actividades ganaderas, así, la deforestación en el valle del río Duda es un motivo de gran preocupación, por lo cual se solicita apoyar la declaratoria de Mesetas-Uribe de una figura territorial de autonomía campesina, para garantizar el cuidado del territorio y la permanencia de las comunidades que lo habitan. De otro lado se expuso la preocupación del despojo de campesinos por las apuestas conservacionistas de parques nacionales, por la carencia de proyectos productivos acordes a las dinámicas campesinas y por la creciente amenaza de inversión corporativa en la zona que pretende extender las fronteras del extractivismo petrolero. Asimismo reclamaron la construcción de una “paz verdadera” que debe estar expresada en la participación de las comunidades y en la implementación de proyectos que respondan a los intereses de las comunidades en sentido social, ambiental.

Se destaca que a lo largo de todo el foro se nombró el silencio estatal, la falta de control de las entidades competentes para cuidar los bienes comunes y especialmente el papel de la Corporación Autónoma Regional Cormocarena que hace caso omiso a las reclamaciones de las comunidades y no actúa ante el evidente y profundo deterioro ambiental en numerosos territorios del Meta. Tal indiferencia estatal fue evidente en el foro, pues a pesar de haber sido invitadas diversas instituciones de orden nacional y regional, solo asistieron dos funcionarios públicos, uno de Cormacarena y otro del Ministerio de Agricultura.

Finalmente los participantes exaltaron con preocupación cómo la defensa del territorio, la defensa de la vida, es hoy motivo de criminalización, amenazas y exterminio. Los recientes hechos que terminaron con la vida de defensores ambientales y sociales en diversos lugares del país, son vistos como una contradicción para la construcción de paz en Colombia. No obstante, con la misma fuerza que se rechazan estos hechos se llama a seguir juntando las propuestas, la palabra y la acción por la defensa del ambiente, la cultura campesina y la vida. Como bien dijo uno de los líderes ambientalistas de la región “ante los bloques mineros y petroleros seguiremos fortaleciendo nuestro bloque social y comunitario por la defensa de la vida”.

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Fuente: CENSAT

Temas: Defensa de los derechos de los pueblos y comunidades

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