Cumbre en Buenos Aires y Mar del Plata: los indígenas de Bush y del Banco Mundial

Idioma Español
País Argentina

Fue una “cumbre” financiada por Canadá. Se reunieron en Buenos Aires y quieren ser parte de la Cumbre de las Américas. Están con el “libre comercio”

Entre el jueves 27 y el sábado 29 de octubre se desarrolló la II Cumbre de los Pueblos Indígenas de las Américas, en el Centro de Exposiciones de la Ciudad de Buenos Aires, en el barrio de la Recoleta. La convocatoria fue liderada por la Asamblea de las Primeras Naciones de Canadá (APN), la Organización de Naciones y Pueblos Indígenas de Argentina (ONPIA) y la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB).

“Determinar nuestro futuro, guiado por nuestras enseñanzas tradicionales y la madre tierra” fue el lema elegido desde las reuniones consultivas previas. La idea consistió en discutir esa consigna retomando el tema general que tratará la OEA (Organización de Estados Americanos) en la IV Cumbre de las Américas: “crear trabajo para enfrentar la pobreza y fortalecer la gobernabilidad democrática”.

La cumbre indígena contó con un detallado programa. En él se lee, primero en inglés y luego traducido al castellano, los eventos a realizarse tanto en las tres salas, como en la “sesión plenaria” (en el recinto principal) y en el auditorio donde se desarrollan eventos culturales. Paralelamente, en un ala del centro de exposiciones, una serie de puestos exhibieron y vendieron, a un muy alto precio, artesanías de diferentes procedencias.

Con un aire de elegancia propio de la zona en donde se llevó a cabo la cumbre, la mayoría de los “delegados” (así dicen sus credenciales) de los pueblos originarios que participan allí lucieron atuendos vistosos y sumamente prolijos, y convivieron en todos los lugares de reunión con muchos empresarios de traje que fueron a presentar sus logros y futuras propuestas a las comunidades indígenas.

Según los organizadores, el evento supuso el reconocimiento del liderazgo indígena y el examen de las condiciones para una libre determinación, rechazando las políticas del libre comercio y exigiendo una resolución más ágil de las declaraciones de los Derechos Indígenas en las Naciones Unidas y en la OEA. Esta perspectiva se vio reflejada únicamente en la sala plenaria, donde los delegados de los pueblos originarios discutieron la forma propia de organización y autodeterminación, que era el tema principal de la jornada.

Incluso cuando se abrió la discusión desde el panel de especialistas, éstos dirigieron críticas hacia algunos de los estados participantes en la OEA, entre otras cosas, por no ratificar el convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que prevé el derecho colectivo a la autodeterminación. Fue el caso, por ejemplo, de los delegados de Chile y Panamá.

Sin embargo, en los foros dedicados al comercio se escuchaban panelistas, en su mayoría angloparlantes, que exponían las virtudes de la inserción de corporaciones empresariales en las comunidades originarias.

Como el canadiense Derik Frederikson, quien en el “foro sobre mejores prácticas” presentó, con ilustrativas diapositivas, su empresa “Sealaska Environmental Services”, que trabaja en tierra indígena produciendo y comercializando distintos bienes surgidos de la naturaleza (sistemas de energía, madera) y dándole a los nativos la “posibilidad de trabajar y estudiar”. U otro panel en el que se expusieron las ventajas de un hotel construido en suelo boliviano a partir de un préstamo del Banco Mundial y que rendiría beneficios económicos a los habitantes de la comunidad transformada en centro turístico.

Los términos típicos de la economía de mercado y los halagos a los organismos de crédito internacionales fueron en la jornada de ayer moneda corriente en esos dos foros. “Que los presidentes de nuestros Estados sepan que los indígenas también podemos hacer negocios transparentes y eficientes” dijo en su intervención un delegado peruano que levantó la mano en la mesa “Comercio internacional y desarrollo comercial” del “foro de negocios”.

Si bien, como se dijo, algunos de los participantes manifestaron no acordar con muchas de las prácticas de los “pueblos hegemónicos”, no fue motivo para que sus organizaciones no participaran en un encuentro cuyo objetivo fue redactar un documento para que sea incluido en la agenda que manejarán los jefes de Estado de la OEA en la Cumbre de las Américas.

“La cumbre de las Américas ha madurado y estos encuentros permiten encontrar sintonías entre nosotros” dijo a APM Reinaldo Conde, parte del ISPC (Comité de Planificación de la Cumbre Indígena), y delegado de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia.

Pero el fantasma del a “contracumbre” con todas sus críticas a la cumbre oficial recorría el evento. “Los hermanos que van solo a Mar del Plata no van a tener la oportunidad de ingresar sus conclusiones a la cumbre de los Estados. Acá debatiremos y el documento se votará en un plenario” dijo Tomás Alarcón, abogado indigenista boliviano, en la mesa en la que se discutió la Autodeterminación de los pueblos originarios.

En el mismo sentido, Reinaldo Conde subrayó que su organización sólo iría a la otra cumbre si ésta “se oficializa”. En tanto Patricio Morales, delegado de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) dijo a APM “nosotros solo vamos a eventos oficiales”.

Con esto hacían referencia a la “Cumbre Continental de Pueblos y Organizaciones Indígenas” que se hará en Mar del Plata promovida fundamentalmente por la Coordinación de Organizaciones Mapuches de Argentina (COMA) y la Comisión de Juristas Indígenas de la República de Argentina (CJIRA), cuyo pronunciamiento político y llamado a los Pueblos Originarios de Abya Yala (América) es respaldado por más de 15 organizaciones indígenas con trayectoria nacional e internacional.

La “contracumbre” que finalmente se hará esta semana en el Estadio Mundialista de Mar del Plata, en el marco de la Cumbre de los Pueblos, y tiene como objetivo “denunciar y acordar propuestas para resguardar nuestros Derechos y Territorios”.

Se diferencia así de la cumbre en Buenos Aires que, según el mismo documento, “busca desarrollar acuerdos comerciales y ofrecer al libremercado nuestra vida y recursos, auspiciada por los gobiernos del Norte”.

Por Inés Barboza - Desde Buenos Aires

Fuente: APM - Agencia Periodística del Mercosur

Comentarios