Impulsando un marco comercial mundial alternativo basado en la Soberanía Alimentaria

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El 23 de julio de 2025, el Grupo de Trabajo sobre Comercio, Mercados e Ingresos, creado en el seno del Comité Internacional de Planificación para la Soberanía Alimentaria (CIP), convocó un seminario web mundial para promover un análisis y una visión colectivos de un nuevo sistema comercial basado en la soberanía alimentaria.

Coordinado por La Vía Campesina y la ROPPA (Red de Agricultores y Productores Agrícolas de África Occidental), con el apoyo de Focus on the Global South y Terra Nuova, el evento reunió a casi 120 participantes de todos los continentes. El seminario web creó un espacio para examinar cómo el actual sistema comercial internacional perjudica a lxs pequeñxs productores de alimentos, los pescadorxs, los migrantes y las economías locales, y para proponer colectivamente un marco alternativo basado en la soberanía alimentaria, la justicia, el internacionalismo, el multilateralismo y la solidaridad.

Contexto e intenciones

Celebrado antes del próximo  Foro Global Nyéléni en Sri Lanka, el seminario web tenía como objetivo construir una estrategia política común entre los movimientos de base, las organizaciones de la sociedad civil y sus aliados.

En su discurso de apertura, Dieudonne Pakodtogo, de ROPPA (en nombre del presidente de ROPPA, Ibrahima Coulibaly), agradeció a lxs participantes y destacó la urgente necesidad de un marco comercial que se centre en la realidad de lxs pequeños productores de alimentos. Subrayó la importancia de aplicar políticas públicas viables para apoyar y fortalecer los sistemas alimentarios sostenibles, garantizando así la soberanía alimentaria y nutricional en la región. También expresó su agradecimiento por la oportunidad de participar en un diálogo colectivo e inclusivo.

Crítica del sistema comercial actual

Shalmali Guttal, de Focus on the Global South, que moderó la sesión junto con Morgan Ody, de La Vía Campesina, recordó a los participantes que, desde la creación de la OMC en 1995, las luchas populares lideradas por trabajadorxs, campesinos, pueblos indígenas, pescadorxs, migrantes y la sociedad civil en todo el Sur y el Norte globales han logrado paralizar el Acuerdo sobre la Agricultura (AoA) de la OMC. Sin embargo, la arquitectura comercial y de inversión que beneficia a las empresas y las élites sigue intacta, reforzada por las instituciones financieras mundiales y nuevas formas de control corporativo.

El relator especial de las Naciones Unidas sobre el derecho a la alimentación, Michael Fakhri, envió un mensaje en vídeo en el que calificaba el AoA de «no solo obsoleto, sino también perjudicial». Explicó que el actual régimen comercial fomenta las exportaciones de alimentos a expensas de los sistemas alimentarios locales, lo que impulsa el acaparamiento de tierras en beneficio de las empresas transnacionales. Diseñado para favorecer a los países industrializados, que pueden subvencionar su agricultura, deja a las naciones dependientes de las importaciones sin herramientas para estabilizar los ingresos o los precios de lxs agricultores. Al tratar los alimentos únicamente como una mercancía, el sistema ignora su importancia cultural, social y ecológica.

Otros ponentes se hicieron eco de esta crítica e identificaron a la OMC y a los acuerdos bilaterales de libre comercio (TLC) como fuerzas centrales detrás de la agricultura orientada a la exportación, el acaparamiento de tierras y océanos y la profundización de la pobreza rural. Estos acuerdos consolidan las injusticias estructurales: incentivan la producción para la exportación en lugar del consumo local, permiten a los países ricos subvencionar la agroindustria mientras restringen las protecciones en el Sur Global y reducen los alimentos a una mercancía negociable, despojándolos de su valor cultural, espiritual y relacional.

Impactos de la liberalización del comercio

Los testimonios de las comunidades afectadas revelaron el impacto devastador de las políticas comerciales y los sistemas alimentarios impulsados por las empresas.

Terence Repelente, de PAMALAKAYA y del Foro Mundial de Pueblos Pescadores (WFFP), describió cómo las normas de la OMC han diezmado la pesca a pequeña escala en Filipinas. La liberalización de los códigos pesqueros y el Acuerdo sobre la Agricultura (AoA) abrieron los mercados a las importaciones baratas, desplazaron a lxs pescadores tradicionales e incentivaron la acuicultura orientada a la exportación controlada por el capital extranjero. Las actuales negociaciones de la OMC sobre las subvenciones a la pesca tratan el pescado como una mercancía industrial, lo que permite la sobrepesca por parte de grandes flotas y criminaliza a lxs pescadores artesanales en el marco de la defectuosa «pesca ilegal, no declarada y no reglamentada» (INDNR). El WFFP rechaza firmemente la autoridad de la OMC sobre la pesca y pide que la gobernanza recaiga en organismos inclusivos, como el Comité de Pesca de la FAO.

Mercia Andrews, de la Asamblea de Mujeres Rurales (RWA) de Sudáfrica, destacó que las mujeres, fundamentales para la producción de alimentos y la conservación de semillas, están sistemáticamente marginadas. La falta de infraestructuras, de acceso a la tierra y de mercados viables, junto con el dominio de los supermercados y las cadenas de comida rápida, están erosionando los sistemas alimentarios tradicionales. Pidió que se invirtiera en los mercados locales, se apoyara a las cooperativas de agricultorxs y se resistiera firmemente a la transformación del sistema alimentario impulsada por las empresas.

Lorena Macabuag, del Foro de Migrantes de Asia (MFA), destacó cómo los regímenes comerciales neoliberales alimentan la migración masiva al desmantelar las economías rurales y las redes de seguridad social. Muchos emigran por desesperación. Lxs trabajadores migrantes en la agricultura y la industria alimentaria se enfrentan a la explotación, los bajos salarios y la exclusión de las protecciones legales, a pesar de ser esenciales para los sistemas alimentarios que los han desplazado. El MFA afirmó que la migración debe ser una elección, no una estrategia de supervivencia impuesta por sistemas injustos.

Sam Ikua, de la Coalición Internacional para el Hábitat, hablando desde Nairobi, aportó la perspectiva de los consumidorxs de alimentos urbanos y periurbanos. Pidió un sistema comercial inclusivo que respete los derechos de los productores y los consumidores, fortalezca los sistemas alimentarios locales y reduzca la dependencia de las importaciones baratas y los alimentos procesados.

Dieudonne Pakodtogo, de la ROPPA, reiteró que las naciones africanas pueden alimentarse por sí mismas, pero que las políticas comerciales socavan la producción nacional, inundan los mercados con importaciones y dejan a las mujeres productoras de alimentos sin remuneración y invisibles. Exigió transparencia en las negociaciones comerciales, una participación significativa de la sociedad civil, indicadores más sólidos para la soberanía alimentaria y nutricional, y medidas para proteger los ingresos y la dignidad de los productores.

Más allá de la OMC: propuesta de un nuevo marco basado en la soberanía alimentaria

Una parte fundamental del seminario web se centró en imaginar un nuevo sistema comercial basado en la soberanía alimentaria.

Morgan Ody, de La Vía Campesina, compartió los elementos de un borrador de marco inspirado en la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Campesinos (UNDROP). Destacó el potencial de instituciones como la FAO y la UNCTAD para proporcionar espacios más democráticos para el diálogo y la gobernanza que la OMC.

Desde la  Conferencia Ministerial de la OMC de 2022, La Vía Campesina ha abogado por un proceso global para construir un marco alternativo. Tras años de consultas internas, el movimiento ha elaborado un conjunto de propuestas iniciales, que presentó con una invitación a ampliar las aportaciones y la colaboración.

Los puntos clave del borrador del marco son los siguientes:

  • Principios fundamentales: El comercio debe dar prioridad a los derechos de las personas, las comunidades y los ecosistemas por encima de los beneficios. Basándose en la definición de soberanía alimentaria de Nyéléni, el marco debe ajustarse a los derechos humanos y aplicar principios coherentes dentro de los países y entre ellos.
  • Soberanía democrática: todos los países deben tener derecho a definir sus propias políticas alimentarias y agrícolas. Las instituciones de las Naciones Unidas, como la FAO, el CSA y el FIDA, deben apoyar este derecho.
  • Comercio regional: El comercio debe dar prioridad a las cadenas de suministro regionales, y no transcontinentales, para acortar los sistemas alimentarios y estabilizar los mercados.
  • Mercados justos: Los pequeños productores deben tener acceso a ayudas a los precios y garantías de ingresos. Son esenciales la protección laboral, los salarios justos y un observatorio público para la transparencia de los precios.
  • Prohibición de prácticas perjudiciales: Deben prohibirse el dumping, las subvenciones a la agroindustria y el comercio especulativo.
  • Moneda y solidaridad: El comercio debe dejar de depender de las monedas dominantes, apoyar el intercambio equitativo y rechazar la deuda neoliberal y la ayuda condicionada.
  • Defensa de los bienes comunes: El comercio debe proteger la tierra, el agua, la biodiversidad y los bienes comunes; promover la reforma agraria; y fomentar la gestión colectiva, indígena y agroecológica, libre del control corporativo o de los planes de «lavado verde».

Morgan propuso que La Vía Campesina llevara estas ideas al III Foro Global Nyéléni para su debate y desarrollo colectivo. También destacó la próxima Conferencia Ministerial de la OMC en Camerún (marzo de 2026) como una oportunidad clave no solo para resistir las políticas de libre comercio, sino también para promover esta alternativa concreta.

El académico y activista Raj Patel ofreció una perspectiva histórica y política, señalando que las normas comerciales mundiales actuales se derivan de los desequilibrios de poder arraigados en el colapso de la Carta de La Habana y la marginación del Nuevo Orden Económico Internacional. Si bien el declive de la hegemonía estadounidense crea nuevas posibilidades, advirtió contra falsas alternativas como el BRICS, que pueden simplemente replicar modelos liderados por las empresas. Pidió una visión transformadora que resista tanto el colapso climático como los paradigmas económicos militarizados.

Hacia Nyéléni y más allá

Los ponentes del seminario web hicieron hincapié en que la justicia comercial no puede separarse de las luchas más amplias por la justicia climática, la justicia de género, la soberanía económica y el control democrático. La construcción de un nuevo sistema comercial no es solo una cuestión de políticas, sino de cambio de poder.

El próximo Foro Nyéléni se identificó como un espacio vital para profundizar la convergencia entre los movimientos, perfeccionar las propuestas y avanzar en una estrategia global compartida hacia la soberanía alimentaria.

Fuente: La Vía Campesina

Temas: Movimientos campesinos, Soberanía alimentaria

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