La Vía Campesina se une a la misión de Handala para romper el asedio a Gaza
Cuando los gobiernos normalizan el genocidio y las instituciones se repliegan tras el silencio, es deber de los movimientos populares actuar. Mientras la hambruna asola Gaza bajo un asfixiante asedio y la inacción mundial se profundiza, La Vía Campesina, el movimiento internacional de más de 200 millones de campesinxs, trabajadores sin tierra y productores de alimentos, ha lanzado una nueva fase de solidaridad directa uniéndose al barco Handala de la Coalición de la Flotilla de la Libertad.
Esta misión llega tras la participación de La Vía Campesina en el Convoy Sumoud en junio de 2025, una audaz iniciativa por tierra que pretendía romper el asedio a través del paso fronterizo egipcio de Rafah. Aunque obstruido, el convoy marcó un punto de inflexión, una declaración de que la solidaridad con Gaza ya no puede limitarse a declaraciones, sino que debe encarnarse en intervenciones civiles valientes y coordinadas que hagan frente al bloqueo allí donde los Estados se niegan a actuar.
Entre la tripulación se encuentra Hatem Laouini, miembro de la coordinación regional de La Vía Campesina en ArNa (Región Árabe y Norte de África) y destacado activista de la organización tunecina Millones de Mujeres Rurales y Sin Tierra. Su presencia a bordo simboliza el compromiso del movimiento con la resistencia de base y la solidaridad transnacional, especialmente frente a las prácticas genocidas que desafían los principios básicos del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos.
Un asedio que arma el hambre: La población de Gaza se muere de hambre
Hasta el 22 de julio de 2025, más de 59.106 palestinos han muerto y 142.511 han resultado heridos, según el Ministerio de Sanidad palestino. Entre ellos hay al menos 101 muertes atribuidas directamente al hambre y la malnutrición, incluidos 80 niñxs, una cifra que se espera que aumente a medida que la hambruna apriete sus garras. Barrios enteros han sido arrasados. La infraestructura médica se ha derrumbado. Más de 1,9 millones de personas están desplazadas internamente, y el sistema alimentario de Gaza ya no existe.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU y la UNRWA han advertido en repetidas ocasiones de una “hambruna a gran escala” en el norte de Gaza. Entre marzo y junio de 2025, la desnutrición aguda entre lxs niñxs menores de cinco años aumentó más del doble. En la actualidad, 1 de cada 10 niñxs examinados en las clínicas de la UNRWA en toda Gaza sufre desnutrición aguda, muchos de ellxs en condiciones en las que no se dispone de tratamiento terapéutico.
La hambruna que se está produciendo en Gaza es un ataque calculado y sistemático contra la vida civil. Se está negando a comunidades enteras el acceso a alimentos, agua potable y ayuda humanitaria como parte de una estrategia más amplia de castigo colectivo. Esto constituye una violación directa del derecho internacional humanitario, especialmente del artículo 54 del Protocolo Adicional I de los Convenios de Ginebra, que prohíbe el uso de la inanición como método de guerra. Además, la destrucción intencionada de los sistemas alimentarios de Gaza, la obstrucción de las labores de socorro y el ataque contra civiles que buscan ayuda pueden constituir actos de genocidio en virtud del artículo II de la Convención sobre el Genocidio.
Michael Fakhri, Relator Especial de la ONU sobre el Derecho a la Alimentación, ha declarado que las acciones de Israel en Gaza son una “campaña de inanición utilizada como arma de guerra“, citando la obstrucción deliberada de alimentos, agua y ayuda humanitaria como una estrategia calculada que requiere una acción legal urgente.
De las declaraciones a la acción: La Handala como intervención moral
La misión Handala es una expresión concreta de la determinación popular frente al fracaso institucional y el silencio mundial. En un panorama en el que los gobiernos limitan sus respuestas a declaraciones prudentes y los organismos internacionales retrasan la acción mientras las atrocidades se intensifican, esta misión afirma una forma de solidaridad audaz, tangible y arraigada en la conciencia colectiva.

Se trata de un acto deliberado de resistencia civil basado en principios jurídicos internacionales. Refleja la capacidad de acción y la responsabilidad de los movimientos sociales y los actores de la sociedad civil para hacer frente a las políticas de asedio y hambruna, defender el derecho a la vida e intervenir cuando los Estados optan por la parálisis. El viaje forma parte de un creciente impulso transnacional que insiste en que allí donde la diplomacia oficial se derrumba, los movimientos populares deben alzarse para defender la justicia.
La Vía Campesina exige una acción global inmediata
- La protección de todxs los civiles y voluntarixs a bordo del Handala, tal y como exige el derecho marítimo y humanitario internacional.
- El levantamiento inmediato e incondicional del asedio a Gaza, que constituye un castigo colectivo y una forma de genocidio estructural.
- El acceso pleno y sin trabas de la ayuda humanitaria a Gaza, sin manipulaciones políticas ni condicionamientos.
- El fin de todas las relaciones militares, económicas y diplomáticas con Israel, hasta que cese sus crímenes y cumpla el derecho internacional.
- Activación de los mecanismos jurídicos internacionales, incluida la Corte Penal Internacional, para que los responsables rindan cuentas por el crimen de inanición y otros crímenes de guerra cometidos en Gaza.
¡La alimentación es un derecho, no un arma!
Como movimiento mundial de productores de alimentos, La Vía Campesina afirma que la alimentación es un derecho humano fundamental. El uso de la inanición para forzar la sumisión es una grotesca afrenta a la dignidad de la vida y una traición a la humanidad. En Gaza, donde lxs niñxs mueren ahora buscando migajas de pan o agua limpia, la urgencia moral de la intervención supera a la diplomacia.
Por eso La Vía Campesina apoya acciones que rompan el asedio no sólo simbólica, sino físicamente, porque la hambruna no se puede contrarrestar con declaraciones. Debe enfrentarse con valentía, confrontación y actos concretos de solidaridad.
¡Dejemos vivir a Gaza. Rompe el asedio. Acabemos con el hambre!
¡Todos los ojos puestos en Gaza. Todas las voces por la justicia!
Fuente: La Vía Campesina