¿Más vale muerto que comer transgénicos?

Este título provocador de un artículo publicado en The Economist el 23 de septiembre resume el menosprecio con que Estados Unidos ha tratado a los gobiernos y organizaciones no gubernamentales (ONG) que han objetado los ofrecimientos de ese país de enviar cargamentos de alimentos transgénicos (o manipulados genéticamente) a África meridional para paliar el hambre.[1]

El artículo de The Economist aduce que "los Africanos tienen dos razones para dudar de la ayuda de alimentos transgénicos: una es tonta, la otra es poco menos que eso". La razón "tonta" es que los alimentos transgénicos son malos para la salud humana y la otra es que el maíz transgénico podría contaminar las variedades locales de maíz. El tono del artículo refleja en gran medida cómo en los últimos meses el tema de la ayuda alimentaria con alimentos transgénicos ha ido adquiriendo fuerza.

La crisis de África meridional afecta a Angola, Malawi, Zambia y Zimbabwe, así como a gran cantidad de personas de Lesotho, Mozambique y Swazilandia. Se estima que, en toda la región, hay 9,4 millones de personas que necesitan recibir ayuda alimentaria inmediata; una cifra que se elevará a 16,3 millones a principios de 2003.[2] En gran parte, la causa de la crisis actual tiene que ver con condiciones climáticas adversas como sequía, lluvias erráticas, inundaciones y tornados que en años sucesivos han provocado caídas en la producción de alimentos. Debido al largo periodo de mal tiempo, muchos de los agricultores más pobres ya no tuvieron a dónde recurrir en busca de alimento. Otros factores estructurales también han reducido la capacidad de los países de alimentarse por sí solos: la inestabilidad política de Zimbabwe, una paz frágil en Angola, magros resultados macroeconómicos en todos los países de la región, políticas gubernamentales inapropiadas, y la pandemia del VIH/SIDA.

En situaciones de emergencia, la ayuda alimentaria es distribuida mayormente por el Programa Mundial de Alimentos, un organismo de las Naciones Unidas con sede en Roma. Pero el Programa Mundial de Alimentos y las organizaciones voluntarias únicamente organizan y distribuyen los alimentos. Son los gobiernos nacionales los que proporcionan la ayuda alimentaria, en particular Estados Unidos -el mayor donante de ayuda alimentaria del mundo- administrada por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). Los efectivos sistemas de advertencia de las ONG que trabajan en África meridional habían alertado anticipadamente al mundo sobre la inminente crisis alimentaria de la región mucho antes de que la hambruna se agudizara. Malawi y Zimbabwe se declararon en estado de emergencia a fines de febrero y fines de abril de este año respectivamente. A principios de julio llegaron los primeros envíos de maíz transgénico provenientes de los Estados Unidos. Zimbabwe fue el primer país en rechazar el maíz, por temor a la contaminación de sus variedades locales de maíz y la amenaza de que eso afectara la condición de libre de transgénicos que le da un plus a sus exportaciones agrícolas.

La contaminación: un problema real

El maíz es el cultivo básico de gran parte de África meridional, y hay un serio riesgo de que se plante maíz transgénico y ocurra una polinización cruzada con las variedades locales. Según la FAO, "es bien conocida la propensión del maíz a cruzarse, pero esta preocupación es menor en África meridional donde no existe una gran diversidad genética de este cultivo". [3] África meridional puede no ser un centro de origen del maíz, como México, pero es un centro de diversidad del maíz y una contaminación de ese tipo podría tener consecuencias muy graves. El maíz se cultiva en toda África desde principios de la época colonial. Las comunidades agrícolas locales lo adoptaron de inmediato porque crecía con rapidez y su cultivo no exigía demasiados cuidados. Una vez secado, podía ser almacenado y germinado hasta varios años después de la cosecha. Aproximadamente el 54 por ciento de la superficie destinada al cultivo de maíz en África sigue siendo plantada con variedades locales. Esto ocurre porque los programas de mejoramiento formalizados no han logrado producir variedades "mejoradas" que crezcan bien en África. [4] Los agricultores han tenido que basarse en su propia creatividad para desarrollar variedades que funcionen. A lo largo de los varios cientos de años en que se ha cultivado maíz en África, los agricultores de todo el continente han creado una diversidad impresionante.

El Programa Mundial de Alimentos, la FAO y Estados Unidos han demostrado escasa preocupación por la amenaza de contaminación de las variedades locales de maíz. Andrew Natsios, de USAID, declaró: "La gente que está muriendo de hambre no planta semillas. ¡Las come!"[5] Tal vez Natsios conozca algo sobre paliar el hambre, pero aparentemente no conoce nada sobre agricultores. Por más hambrientos que estén, muchos de los que reciben ayuda alimentaria guardarán algunas de las semillas de maíz, si bien en pequeña cantidad, para enterrarlas. Los agricultores no pueden dejar de serlo, porque ya están pensando en la cosecha del año próximo y en cómo salvaguardar su suministro de alimentos. Si se plantara maíz transgénico podría haber una contaminación de genes transgénicos en otras variedades locales de maíz. Esto es exactamente lo que ocurrió en México; el maíz que contaminó las variedades locales ingresó al país como ayuda alimentaria con la intención de que fuera tan solo ingerido, no plantado.

Los jefes de estado africanos han reconocido que inevitablemente se plantarían semillas de maíz, y algunos estarían dispuestos a aceptar la ayuda alimentaria de transgénicos sólo si estuviera molida, porque de esa forma no cabría otra posibilidad que la de comerla. Pero la USAID no acepta esa posibilidad (ya sea la de molerla en Estados Unidos antes de salir el cargamento o en el país cuando llegue) porque supondría admitir que hay algún problema con el maíz. Hasta la FAO parece desconocer la importancia que tiene moler el grano. Dice que, "en el caso específico del maíz, los gobiernos pueden utilizar técnicas de procesamiento como la molienda o el tratamiento con calor para evitar la introducción inadvertida de semillas modificadas genéticamente. Sin embargo, no es política de las Naciones Unidas que los granos transgénicos utilizados como alimento, pienso o procesamiento, necesariamente requieran ese tipo de tratamientos". [6]

En todo caso, la molienda no es una buena opción: reduce drásticamente la duración de vida de anaquel del maíz de diez meses a tres; aumenta los costos de transporte y manipulación; aumenta el riesgo de infestación y se demora más en llegar a destino. Además, ciertos países, como Malawi, no tienen suficiente capacidad de molienda en el país.[7] Al final, algunos gobiernos de la región han cedido a las presiones de aceptar envíos de ayuda alimentaria de transgénicos. Zimbabwe ha revertido su posición y abrió sus puertas a los alimentos transgénicos, y Malawi y Mozambique han expresado que aceptarán el maíz transgénico en la medida que esté molido. Zambia sigue diciendo que no, enfrentada a un formidable oponente: Estados Unidos.

El Centro de Capacitación Agrícola de Kasisi y el Centro Jesuita de Reflexión Teológica han estado en la primera fila de ONGs que en Zambia apoyan la controvertida posición de su gobierno en materia de ayuda alimentaria. Dicen que la presión actual de algunos donantes de ayuda alimentaria para que países africanos como Zambia acepten los alimentos transgénicos sin ningún tipo de cuestionamiento, no es honesta ni leal. "En nuestra condición de grupos de la iglesia estrechamente vinculados con el sufrido pueblo hambriento de Zambia, reconocemos la gravedad de la actual situación alimentaria del país. Para nosotros, la cuestión de los transgénicos no es un tema académico o un debate político sino un asunto de vida y muerte para nuestros hermanos y hermanas".[8] Esos grupos tienen dos demandas:

* Que el gobierno de Zambia actúe con prontitud y abiertamente para proveer y distribuir alimentos no transgénicos.

* Que los donantes de Zambia respondan con generosidad a las necesidades del pueblo de Zambia y no politicen el tema u obliguen a Zambia a aceptar lo que no quiere.

Un análisis de la filantropía

En respuesta a las críticas de gobiernos y ONGs, USAID acusó a esos grupos de poner en peligro las vidas de millones de personas de África meridional alentando a los gobiernos locales a rechazar los transgénicos que vienen como ayuda alimentaria. "La administración Bush no va a quedarse de brazos cruzados y permitir que esos grupos maten a millones de personas pobres en África meridional con su campaña ideológica", declaró Natsios en agosto al Washington Times. Pero miremos más de cerca el grado de preocupación de Estados Unidos por el hambre de África meridional:

* Estados Unidos dice que no puede ofrecer con garantía maíz libre de transgénicos porque en Estados Unidos no existe el requisito de separar granos transgénicos de no transgénicos. Resulta extraño que una investigación llevada a cabo en 2001 por la Asociación Americana de Cultivadores de Maíz haya demostrado que más del 50 por ciento de los silos con elevador de Estados Unidos pueden segregar granos transgénicos y no transgénicos, y de hecho lo hacen. [9] La posición de Estados Unidos es producto de una opción, no de la necesidad.

* La ayuda estadounidense viene con ataduras incluidas. O bien dona alimentos, o bien vincula su ayuda monetaria a la compra de productos estadounidenses. Y lo hace a pesar de ser signatario del Convenio de Ayuda Alimentaria de 1999, que reconoce que la ayuda alimentaria debe ser comprada a quien brinde las condiciones más favorables para reducir gastos, debe ser culturalmente aceptable y si es posible debe ser adquirida en el lugar, de manera que los mercados regionales no sufran. [10] Es ampliamente aceptado que el dinero en efectivo es la forma de ayuda alimentaria más eficaz.[11] Permite obtener los alimentos localmente y con mayor rapidez, apoyando a las economías locales y dando cierta posibilidad de terminar con la dependencia de las donaciones de alimentos.

* Estados Unidos aprobó la Ley Pública 480 como forma de asegurar que no se disponga de las materias primas [para ayuda alimentaria] a menos que la distribución no interfiera con la producción o comercialización interna.[12]

* Estados Unidos se ufana de que "El principal beneficiario de los programas de ayuda externa de Estados Unidos ha sido siempre Estados Unidos" y que sus "programas de asistencia exterior han ayudado a crear importantes mercados para los productos agrícolas"[13]. USAID también afirma que una de sus funciones es "integrar los transgénicos a los sistemas de alimentación locales".[14]

* Estados Unidos se niega a moler el maíz transgénico aun cuando se lo han pedido los países africanos que enfrentan condiciones de hambruna.

"He oído decir ... que la gente puede quedar dependiendo de nosotros para sus alimentos. Sé que supuestamente eso se considera como algo negativo. Para mí es algo positivo, porque antes de poder hacer cualquier cosa, la gente debe comer. Y si uno está buscando una forma de lograr que la gente se apoye en uno y dependa de uno, en términos de cooperación, me parece que la dependencia alimentaria sería magnífica".

Senador Hubert H. Humphrey, al nombrar a la Ley Pública de Estados Unidos 480 como el programa "Alimentos para la Paz", Wall Street Journal, 7 de mayo, 1982.

Estados Unidos se ha negado sistemáticamente a respetar los intereses y reclamos de África con relación a la ayuda alimentaria. Trabaja en beneficio propio y adopta la actitud de que los países en crisis deberían estar agradecidos por cualquier cosa que les den.[15] La Organización de las Naciones Unidas no ha ayudado. La FAO ha asumido la posición de que los alimentos transgénicos son seguros, que la contaminación no será un problema y, textualmente, que los gobiernos estarían actuando irresponsablemente si no aceptan los transgénicos como ayuda alimentaria.[16] El Programa Mundial de Alimentos admitió recientemente que desde 1996 la ayuda alimentaria distribuida al Sur contenía material transgénico y ninguno de los países que la recibió -India, Colombia, Guatemala y varios países africanos- fueron informados de ello.[17] Desde 1996, en las negociaciones sobre normas de bioseguridad internacionales, la mayoría de los países en desarrollo ha dejado bien en claro que quiere ser informada de antemano sobre importaciones de transgénicos.

Más de una solución

Si bien puede no ser fácil y tal vez sea más costoso en el corto plazo, hay otras formas de alimentar a los hambrientos. Antes de marzo de 2003, se necesitarán entre 1 y 2 millones de toneladas de granos en ayuda alimentaria de emergencia.[18] La FAO estima que hay disponibles 1,16 millones de toneladas en países como Kenia, Tanzania, Uganda y Sudáfrica. Devinder Sharma sugiere que los 65 millones de toneladas de granos alimenticios no transgénicos almacenados en India podrían ser también un buen recurso.[19] Incluso reconociendo que hay que considerar numerosos factores diferentes y situaciones que llevan a un punto muerto, por otro lado no parece que debiera ser tan difícil si es que hay voluntad política. Como declaró Jean Ziegler, investigador especial de las Naciones Unidas sobre el derecho a la alimentación: "La cantidad de alimentos naturales y normales en buenas condiciones que hay en el mundo da para alimentar al doble de la humanidad".[20]

Saliem Fakir, director de la oficina sudafricana de la Unión de Conservación del Mundo llegó al quid del asunto cuando dijo que "África es tan solo un peón en este juego mundial de ajedrez. Al obligar a los gobiernos de África meridional a tomar una decisión con relación a los alimentos transgénicos, ya se sienta un precedente. En la próxima ronda de juego, las empresas estadounidenses impondrán su gran plan de modernización de África fundado en la producción a base de transgénicos. Los gobiernos africanos han subvertido sus propias políticas ante la crisis alimentaria, por lo que habrá gran presión para que resistan".[21] Fakir continúa diciendo que "Si hay una cantidad suficiente de regiones que adopten este modo de producción, Estados Unidos habrá creado un grupo de países con ideas similares que le servirá en las negociaciones comerciales para cabildear contra las políticas de la Unión Europea. Estados Unidos está interesado en el mercado de la Unión Europea porque es ahí donde se hace dinero, no en África". Europa ha comenzado a reaccionar a la situación. Noruega y la Unión Europea han comenzado a buscar financiar fuentes de ayuda alimentaria libres de transgénicos y Holanda ha dado cuatro millones de dólares a la región (incluidos 500k dólares a Zambia por sus alimentos libres de transgénicos). Pero se necesita más. Las voces combinadas de la Unión Europea pueden ayudar al Plan Mundial de Alimentos a resistir las tácticas intimidatorias de USAID y construir un nuevo plan que realmente apoye a los hambrientos de África meridional -no por los próximos seis meses, sino por los próximos 20 años. Europa debe exigir que Estados Unidos ofrezca una ayuda verdadera.

"La esperanza de la industria es que con el correr del tiempo el mercado esté tan inundado [de transgénicos] que ya no se pueda hacer nada al respecto. Prácticamente algo así como rendirse".

Don Westfall, consultor de la industria biotecnológica y vicepresidente de Promar International, Toronto Star, 9 de enero de 2001.

Esto significa dar dinero en efectivo, no alimentos, de manera que el Plan Mundial de Alimentos y los gobiernos de África meridional puedan conseguir alimentos locales en la mayor medida posible. Sería un apoyo a la agricultura de la región en general, que es un paso importante hacia una seguridad alimentaria a largo plazo para los agricultores africanos. Un nuevo plazo también significaría ayudar a los países a resolver algunas de las presiones económicas que enfrentan. La crisis alimentaria de Malawi se exacerbó por la presión del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, que lo llevaron a vender 28.000 toneladas de las reservas de maíz a Kenia para pagar los préstamos comerciales que Malawi había contraído para comprar reservas de maíz en años anteriores.[22] El nuevo plazo también requeriría incluir medidas para reconstruir una seguridad alimentaria local que reconozca la complejidad de las estrategias agrícolas requeridas para sostener a las comunidades agrícolas en gran parte de la región. Y eso significa no permitir que los cultivos transgénicos entren a los campos de los agricultores.

La cuestión no es si unos pocos sacos de maíz transgénico van a hacer que la gente de África meridional se desplome y muera, sino si la comunidad internacional realmente está dispuesta a ayudar a los agricultores africanos a mantener a sus familias, sus comunidades y su integridad. En el pasado hubo varias experiencias lamentables que demostraron cómo malas estrategias de ayuda alimentaria socavan la seguridad alimentaria local, en lugar de echar raíces para fortalecer la base alimentaria. A esta altura deberíamos haber aprendido que necesitamos fijar nuestra mira a 52 años, no a 52 semanas. Permitir que la ayuda alimentaria con transgénicos contamine el centro de la diversidad del maíz de África significará socavar la base misma de la seguridad alimentaria de la región. La ayuda alimentaria para África así como para cualquier otro lugar debe estar libre de transgénicos, o corremos el riesgo de que nuestra generación asegure que de aquí en más siempre será necesario contar con ayuda alimentaria.

Notas

[1] The Economist, "Better Dead than GM Fed," The Economist, 23 de septiembre de 2000. Puede leerse sin costo en: http://www.truthabouttrade.org/1071/index.jsp

[2] Save the Children, "Evolution of a Crisis - A Save the Children UK perspective", septiembre de 2002.

[3] FAO, "Director-General urges countries to think carefully before rejecting GM food aid", comunicado de prensa de FAO, 30 de agosto de 2002, http://www.fao.org/english/newsroom/news/2002/8844-en.html

[4] Melinda Smale, "Economic Incentives for Conserving Crop Genetic Diversity on Farms: Issues and Evidence". Se preparó un resumen para EXPO 2000, a partir de un documento más extenso elaborado para las reuniones de la Asociación de Economía Agrícola Internacional, Berlin, 12-19 de agosto, 2000. http://www.zef.de/gdialogue/Program/Papers_Day_2/sid-conservation-smale.pdf
[5] John Vidal, "US dumping unsold GM food on Africa," The Guardian, 7 de octubre de 2002.

[6] FAO, "Director-General urges countries to think carefully before rejecting GM food aid", comunicado de prensa de FAO, 30 de agosto de 2002, http://www.fao.org/english/newsroom/news/2002/8844-en.html

[7] Documento de discusión interna de Oxfam, 12 de septiembre de 2002.

[8] "Agricultural Training Centre and the Jesuit Centre for Theological Reflection, GM Food Debate: some very important clarifications", comunicado de prensa, 3 de octubre de 2002. Ponerse en contacto con Bernadette Lubozhya, Lusaka, +97 826571, 278606

[9] "Corn Growers' Third Annual Survey Shows More Elevators Requiring GMO Segregation", Asociación de Cultivadores Americanos de Maíz, 18 de diciembre de 2000, http//acga.org/news/2001/121801.htm

[10] ActionAid (London), comunicado de prensa, 15 de octubre de 2002

[11] "Commission response to the Southern Africa humanitarian crisis", Comisión Europea, 15 de julio de 2002, http://www.reliefweb.int

[12] "Food Aid Programs Description: Public Law 480, Food for Progress and Section 416 (b)", Departamento de Agricultura de Estados Unidos, Servicio de Agricultura Exterior, 2001, http://www.fas.usda.gov/excredits/pl480/pl480ofst.html

[13] "Direct Economic Benefits of US Assistance by State", USAID, 2002. http://www.usaid.gov/procurement_bus_opp/states/

[14] "USAID Announces International Biotech Collaboration", Departamento de Estado de los Estados Unidos, junio de 2002, http://usinfo.state.gov/topical/global/develop/02061207.htm
[15] Greenpeace, "USAID and GM Food Aid", octubre de 2002. http://www.greenpeace.org.uk

[16] FAO, "Director-General urges countries to think carefully before rejecting GM food aid", comunicado de prensa de FAO, 30 de agosto de 2002, http://www.fao.org/english/newsroom/news/2002/8844-en.html

[17] Fred Pearce, "UN is slipping modified food into aid," New Scientist, 19 de septiembre de 2002

[18] Save the Children, "Evolution of a Crisis - A Save the Children UK perspective", septiembre de 2002.

[19] Devinder Sharma, "Africa's Tragedy - Famine as commerce", http://www.mindfully.org/GE/GE4/Famine-As-Commerce-Bertini6aug02.htm. See also: http://www.dsharma.org/

[20] Reuters, "UN food envoy questions safety of gene crops," Reuters, 5 de octubre de 2002.

[21] Saliem Fakir, "Africa is Merely a Pawn," por correo y en Guardian (Johannesburgo), 8 de octubre de 2002.

[22] Devinder Sharma, "Africa's Tragedy - Famine as commerce", http://www.mindfully.org/GE/GE4/Famine-As-Commerce-Bertini6aug02.htm. Ver también en: http://www.dsharma.org/

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Referencia para este artículo: GRAIN, 2002, 'Better dead than GM fed' - A critique of the FAO-CGIAR trusteeship system, Seedling, October 2002, GRAIN Publications. Lea el artículo de Grain en inglés en
www.grain.org/seedling/seed-02-10-6-en.cfm

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Traducción: Raquel Nuñez

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