Hervé Kempf

Numerosos especialistas temen además una otra forma de bioterrorismo: aquella dirigida a actuar sobre la agricultura. “Las armas orientadas hacia la producción agrícola serían mucho más eficaces -dice David Sourdive. En primer lugar, el efecto de desastibilización de una enfermedad agrícola es seguro y bien conocido: vean por ejemplo lo que sucedió con la fiebre aftosa en el año 2001. La agricultura es además más vulnerable porque presenta mucha menos diversidad genética que las poblaciones humanas”. El trabajo en torno a las enfermedades agrícolas era ya durante la guerra fría uno de los principales programas de investigación en armas biológicas, tanto de los Estados Unidos como de la URSS.

Los OGM sirven también para hacer la guerra