Ramón Vera Herrera

Defendamos nuestra relación con la tierra

Tal vez se puso de moda el término territorio, y quizá hasta se abusa de éste queriendo sobre todo nombrar y reivindicar nuestro ámbito propio, nuestro espacio de dignidad, de sentido común, de apertura hacia el futuro. No obstante, aunque se abuse del término, su uso enfatiza la urgencia de tales reivindicaciones. En el fondo, lo que se reivindica cuando se invocan los territorios, nuestro territorio, es la relación ancestral que la gente, las comunidades, mantienen con la tierra, con la naturaleza. Una relación que no es objetual. No es la cosa tierra, y mucho menos el objeto naturaleza lo que está en juego.

Defendamos nuestra relación con la tierra

Manifestación en la Sierra Norte de Veracruz

La teoría y la costumbre dicen sueltamente que se califica como genocidio sólo cuando un grupo pretende expresamente la destrucción de otro. Eso puede sonar restrictivo y hasta difícil de verificar por el supuesto carácter subjetivo de “querer destruir a otro”.

El genocidio nunca es de baja intensidad

- Foto tomada del sitio Cronicón.

"Como sabemos que los Estados y las corporaciones no sólo no harán caso sino que se burlan, enseñoreados de su desvío de poder, tenemos que recurrir a instancias como el Tribunal Permanente de los Pueblos, buscando acuerpar responsabilidad y cuidado, —y hacerlo visible, actuante, propositivo y reivindicante de la vida de lo humano y la naturaleza, de la que somos parte".

El genocidio empieza por matar los derechos de la humanidad

- Foto: Rodolfo González Figueroa. Papayar en El Limón, Jalisco.

“En nuestra región, el valle de El Limón-El Grullo-Autlán, se demostró la presencia de agrotóxicos en sangre y orina del 100% de niñas y niños muestreados, siendo quienes son más vulnerables por estar en su etapa de formación y crecimiento. Esto nos alerta y obliga a tomar decisiones para impulsar y mejorar la salud de nuestros habitantes y del medio ambiente. Frente a esto, el municipio de El Limón, Jalisco, propone una ruta de producción, transformación e intercambio sustentable de alimentos, que rompa con el ecocidio y con negativa de los vínculos entre sociedad y naturaleza”.

Un municipio agroecológico ante la disparidad de las políticas

Foto: Haizel de la Cruz

"Sea que los poderes violentos e invasores arranquen olivares en Palestina o ceibas centenarias en la selva de Yucatán con el fin expreso de impedir que la gente resuelva lo que más le importa en su creatividad colectiva y personal, reivindicarse a sí mismas como comunidades que quieren seguir teniendo su relación profunda con la tierra y su territorio y su futuro propio, reivindica su postura moral: mantener la esperanza entre los dientes, dispuestas a cuidar desde lo más cotidiano hasta el futuro que avizoran para sí mismas".

Siempre siempre la esperanza entre los dientes

Foto: Oswaldo Ruiz

En un momento como éste donde los gobiernos del mundo le apuestan a las mismas soluciones que en realidad fueron causantes directos de toda esta devastación generalizada que es la pandemia, hacen falta documentos que nos entretejan argumentos, experiencias, testimonios, teorizaciones pero también información, datos, visiones de futuro y una apertura hacia nuevas formas de pensamiento que nos permitan remontar y deshacernos del capitalismo, salirnos de la caja hacia modos no industriales de pensamiento y sobre todo de acción. De reciente aparición, el libro "La vida campesina frente al gigante agroindustrial", es una colección de textos compilados por Evangelina Robles y José Godoy del Colectivo por la Autonomía/ Saberes Locales AC, en Jalisco, que intenta tender las conexiones necesarias para emprender nuevos derroteros.

Desde los fuegos del tiempo: el círculo vicioso del gigante agroindustrial

La rebeldía de lo “no métrico”

"La pervivencia de una mirada crítica nos dice que el emparejamiento no es total. La imaginación y los saberes, los modos de vida alternos son posibles y son lo que nos toca ejercer desde fuera del mundo estallado por lo digital (y aprovechando las contradicciones con las que podamos utilizar lo más posible la misma digitalidad contra ella misma, y en favor de la infinidad de modos de vida que pugnan por existir)".

La rebeldía de lo “no métrico”

- Foto: Ojarasca

Nunca será suficiente insistir en que México es un país único en el mundo porque su propiedad social agraria (la tierra en posesión de ejidos y comunidades) representa más o menos la mitad del territorio nacional. Tampoco olvidan las comunidades campesinas, sobre todo las originarias, que existe una continuidad histórica anterior en ocasiones a la invasión europea desde donde se ha mantenido una posesión de las tierras, montes y aguas —y que con esa fuerza milenaria las comunidades siguen reivindicando una autonomía funcional que les ha permitido mantener un breve espacio de decisiones propias, de relación con la naturaleza y con la tierra, y una subsistencia que sin ser boyante, sino frugal y restringida, les ha permitido remontar muchas de las adversidades que esta sociedad avasalladora les busca imponer para predarles sus ámbitos de comunidad, su esfuerzo y su vida misma.

Un embate agrario quirúrgico, casi invisible