3º Consulta Ambiental: la deforestación sigue siendo el problema ecológico más importante de la Argentina

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País Argentina

5 de junio - Día Mundial del Medio Ambiente. Nueve organizaciones ambientalistas del país participaron en la tercera consulta realizada por ComAmbiental. En medio del conflicto agropecuario, la demanda de frenar el monocultivo de soja se une a la necesidad de contar con una política ecológica integral.

El noventa por ciento de las organizaciones no gubernamentales consultadas por ComAmbiental volvió a considerar por tercer año consecutivo a la deforestación como la principal prioridad de la agenda socioambiental. Esto ocurre en un contexto en que el gobierno debe implementar la Ley de Bosques Nativos, que aún espera su reglamentación a pesar de haber sido sancionada en noviembre del año pasado.

“Ahora la prioridad debe centrarse en los procesos de ordenamiento territorial de los bosques en cada provincia”, afirmó Juan Carlos Villalonga, director político de Greenpeace. Sin embargo Raúl Montenegro, presidente de la Fundación para la Defensa del Ambiente (FUNAM), desconfió de que la norma pueda frenar los desmontes: “Es una ley de papel pese a sus buenas intenciones”.

El director de la Fundación Proteger, Jorge Cappato, tiene una visión amplia de las consecuencias del “boom de la soja y los agrocombustibles”, tema de gran actualidad. “Desmonte, agotamiento de los suelos, cambios en las cuencas hídricas, inundaciones y sequías, destrucción de la agricultura familiar, expulsión de población rural hacia los asentamientos pobres y ya colapsados de las grandes ciudades y, por lo tanto, más tensión social e inestabilidad política”, es la película completa.

Según Diego Moreno, director de Conservación de la Fundación Vida Silvestre, la urgencia es la “conservación de bosques y otros ecosistemas frente al avance de la frontera agropecuaria”. La Fundación Ambiente y Recursos Naturales, a través de su responsable de prensa, Federico Sangalli, resumió el objetivo a seguir: “Agricultura y ganadería sustentables, con especial atención en el ordenamiento ambiental del territorio”.

La política será ambiental o no será. “Para que el gobierno pueda tener un rumbo, debe tener que poder tomar las decisiones y no dejar que las tome el mercado”, manifestó Alejandro Yanniello, coordinador de la Asociación Ecologista Piuke. Desde su perspectiva, ejes como los agronegocios o la minería deben integrarse en un cambio profundo: “La política no debe preocuparse por el medio ambiente, la política debe ser ecológica en el siglo XXI”.

Luego de aparecer como una de las principales prioridades en el 2006 y desaparecer de la percepción el año pasado, la política ambiental resurge como un enfoque integral para el setenta por ciento de los consultados. En palabras de Elena Lucca, presidenta de la Asociación Agenda 21 Nordeste, se debe estructurar una línea política para la gestión de los recursos “basada en una ideo-logia de principios ambientales”.

“Si no fortalecemos la institucionalidad pública ambiental no podremos encarar ningún proyecto serio de ejecución de políticas”, incluyendo a los gobiernos locales, coincidió Eduardo Sosa, presidente de Oikos Red Ambiental. En el mismo sentido, Cappato considera relevante “una mayor transversalidad de lo ambiental y lo social en todas las instancias de decisiones” a la vez que una “mayor participación ciudadana informada y vinculante”.

Agua de río mezclada con mar. Las otras prioridades de las que debería ocuparse el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner están relacionadas con el agua. La minería es una actividad que la agrede en dos sentidos, por la gran extracción de este recurso escaso y por el peligro de contaminación por los residuos del cianuro, pero aún así “el mercado demanda oro para uso superfluo y debemos darle oro”, lamenta Yanniello.

La conflictividad de los megaemprendimientos mineros es para Sosa una “cuestión de dignidad”, ya que aún las empresas siguen beneficiándose con “privilegios adquiridos durante la década pasada”, a pesar de un reciente procesamiento de uno de los directivos las trasnacionales. Montenegro considera que se debería “prohibir toda nueva actividad minera metalífera y de uranio a cielo abierto en las altas cuencas hídricas” así como “revisar las autorizaciones existentes”.

“Trabajar en la conformación y funcionamiento de los comité de cuenca de todos los ríos interprovinciales”, es el objetivo que se plantea Leandro Altoaguirre, de la Asociación Alihuen. Para FARN, la “contaminación de las cuencas hídricas” debe solucionarse con una política de Estado, como lo demuestra el caso ejemplar de Matanza – Riachuelo.

La sobrepesca preocupa también a las organizaciones: es grave el caso del río Paraná, donde la sobreexplotación dirigida a la exportación está poniendo en peligro del ecosistema. Lo mismo ocurre en el océano atlántico, donde la crisis que atraviesan las ciudades portuarias debe superarse mediante la “planificación de la actividad pesquera a largo plazo, incluyendo la sustentabilidad de la actividad y del recurso”, según mencionó Moreno.

Basura, veo en tus ojos y veo. Dos de las organizaciones con sede en la Ciudad de Buenos Aires pusieron en agenda un tema que no había sido mencionado en las consultas anteriores. En palabras de Villalonga, el crecimiento de residuos “está generando una situación de colapso en el área metropolitana”, lo dice en un contexto en que el gobierno de Mauricio Macri debe responder sobre la ejecución de la Ley de Basura Cero.

¿Cambia, todo cambia?. Greenpeace y Vida Silvestre (WWF), dos de las ONGs internacionales de renombre, coincidieron en jerarquizar los problemas de la infraestructura energética del país. En vísperas del Día del Medio Ambiente, el mal uso de la mala energía (ineficiencia en el consumo de hidrocarburos) sumado a la deforestación de los bosques, genera una de los más importantes desafíos políticos de todo el mundo: el cambio climático.

Fuente: Comunicación Ambiental

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