Chile: pescadores artesanales denuncian que la crisis de sobreexplotación de la merluza llegó a su límite

Idioma Español
País Chile
Imagen principal: Pescadores artesanales pescando merluza. Foto: Michelle Carrere
  • Organizaciones científicas y de la sociedad civil entregaron en mayo una propuesta para recuperar la pesquería de merluza común, la principal del sector artesanal en Chile.
  • Las autoridades no han anunciado un plan de recuperación, mientras crece la angustia de los pescadores artesanales.

La situación que relatan los pescadores artesanales que se dedican a la pesca de merluza común en las caletas de Valparaíso y la región del Biobío es dramática. “No está el recurso”, dicen. Aunque por ahora no están saliendo a pescar, puesto que la merluza común está en veda durante todo septiembre, Omar Méndez, Presidente del Sindicato de Pescadores de Caleta Cocholgüe asegura que “en junio, julio y agosto no se pescó nada. En el último viaje salieron un par de embarcaciones y así como tiramos la red al agua, salió sin nada”.

La escasez de la merluza, el principal recurso de la pesca artesanal en Chile, es un problema desde hace varios años. Sin embargo, con el tiempo la situación ha empeorado, sostienen los pescadores. Asociado a su disminución, expertos advierten otros problemas sociales puesto que son más de 3000 los pescadores que se dedican a este recurso que juega un papel vital en la seguridad alimentaria y en la nutrición de las familias de ingresos bajos y medios del país.

La merluza común ha transitado entre los estados de sobreexplotación y agotamiento, según lo reportan los informes anuales que la Subsecretaría de Pesca realiza sobre la situación de las pesquerías nacionales. Sin embargo, “a pesar de que la ley exige implementar programas de recuperación para las pesquerías con problemas de conservación, éstos aún no se han ejecutado”, sostienen desde la organización Oceana.

Piden a las autoridades trabajar con celeridad

“Estamos totalmente abandonados”, dice Omar Méndez. El presidente del sindicato de pescadores de Cocholgüe asegura que a inicios de año se reunieron con el ministro de economía y el subsecretario de pesca para plantear cinco medidas para hacer frente a la crisis. “Quedaron de darnos una respuesta la segunda quincena de marzo. Estamos en septiembre y nada. No nos han dicho nada de nada”, asegura el dirigente.

Organizaciones de la sociedad civil y dedicadas a la investigación en temas de pesquerías, por su parte, presentaron a fines de mayo una propuesta para recuperar la merluza. El subsecretario de pesca y acuicultura, Julio Salas, aseguró que la propuesta llegaba “justo a tiempo” y que el informe era “un aporte importante para impulsar el proceso de un plan de recuperación para la merluza común”. Sin embargo, hasta ahora no ha habido ningún anuncio sobre dicho plan lo que preocupa a pescadores e investigadores. 

Pescadores artesanales pescando merluza. Foto: Michelle Carrere

“Llamamos a las autoridades a trabajar con celeridad con la pesca artesanal de merluza común y considerar las recomendaciones que se han entregado desde los gremios de pescadores, así como el mundo científico y la sociedad civil”, puntualizó César Astete, director de las campañas de pesquerías de la organización Oceana.

Las propuestas de los pescadores y expertos

Que la merluza común esté en crisis es debido a múltiples razones.

Según Astete, “el crítico escenario se debe a una sobrepesca histórica, donde hay actividad ilegal y en donde la pesca de arrastre de fondo también tiene responsabilidad en la crisis, no solo desde el punto de vista ambiental, sino también social y económico para las comunidades de la pesca artesanal”.

Uno de los grandes problemas está asociado al subreporte, asegura Rodrigo Oyanedel, investigador del Instituto Milenio en Socio-Ecología Costera (SECOS). Es decir, “que cuando los pescadores pescan una cierta cantidad solo reportan una parte ella. Por ejemplo, pescan 100 kilos pero reportan a la autoridad que pescaron 20 o 30”, explica el experto quien también es investigador del Centro de Investigación Dinámica de Ecosistemas Marinos de Altas Latitudes (IDEAL).

Unos 3000 pescadores artesanales y sus familias dependen de la merluza común. Foto: Michelle Carrere

Para superar eso, la propuesta ideada por las organizaciones Oceana, Future of Fish, Advanced Conservation Strategies y SECOS propone medidas en distintos niveles. “Hay medidas que se tienen que hacer a nivel de fiscalización. Mejorar cómo se detecta esta pesca no reportada en toda la cadena de valor. Otras medidas tienen que ver con la demanda. Que desde el mercado se exija más pescado legal que pescado que no está reportado”, precisa Oyanedel.

Pero también la propuesta incluye medidas que tienen que ver con la oferta. “Por ejemplo, que los pescadores tengan acceso a canales de venta más directos para que reciban un mejor precio por el pescado legal”, agrega el experto. “Y una última tiene que ver con intervención a nivel del sistema. Un ejemplo es hacer un registro de los intermediarios y de todos los participantes en esta cadena para que se pueda actuar mejor sobre ella”, añade.

Por otra parte, Méndez asegura que entre las medidas que los pescadores artesanales le propusieron a las autoridades está alargar el período de veda de la merluza común, modificar la normativa respecto de las artes de pesca para asegurar que sólo se capturen los peces grandes y que la pesca de arrastre, que actualmente opera desde las cinco millas hacia mar adentro, se ubique a partir de las 30 millas.

Pescadores artesanales aseguran sentirse “abandonados”. Foto: Michelle Carrere

Un estudio realizado por Oceana en 2020 concluyó que se requerían de manera “urgente” cambios en el manejo de esta pesquería y que “la prohibición del uso de redes de arrastre de fondo, podría direccionar a un cambio hacia otros artes de pesca menos destructivos, como espineles o palangres, o fomentar el desarrollo y uso de artes de pesca ambientalmente seguros donde la innovación juegue un rol principal”.

Esto último también ha sido propuesto dos veces en proyectos de ley que no han logrado avanzar en el Congreso. Además, aunque el gobierno resolvió en 2018 congelar la huella de arrastre, es decir, impedir la utilización de ese método de pesca en un lugar distinto de aquellos donde ya se estaba aplicando, “nunca se dictó el acto administrativo que formalizaba el anuncio”, comenta Astete.

Denuncias sobre cuotas ilegales

En octubre de 2022, Oceana acudió a la Contraloría General de la República al comprobar que el Ministerio de Economía —del cual depende la Subsecretaría de Pesca— había aumentado las cuotas de pesca de la merluza común, la merluza austral y el congrio dorado, a pesar de que todas esas pesquería ya estaban en estado de sobreexplotación “pasando por alto las recomendaciones de los científicos independientes”.

“Esperamos tener pronto un pronunciamiento favorable donde se establezca con claridad que la determinación de las cuotas y los criterios que influyen en ella deben estar sustentados en la mejor información científica disponible”, dijo Astete sobre la denuncia que aún se encuentra en etapa de análisis por parte de la Contraloría.

La cuota de merluza común se aumentó pese a las recomendaciones científicas. Foto: Michelle Carrere

La situación preocupa sobre todo porque el 2° Tribunal Ambiental ya había determinado la ilegalidad, debido a la ausencia de fundamentos científicos, en el aumento de la cuota en 2019 de otra pesquería, la merluza austral.

Oyanedel precisa que no es posible asegurar que el aumento de la cuota haya provocado la crisis actual en la que se encuentra la merluza común, sin embargo, indica que “en principio sí es un factor de riesgo aumentar cuotas en pesquerías sobreexplotadas”.

Para el experto, un aumento de las cuotas podría generar un mayor cumplimiento de la normativa, y por ende ser positivo, si es que se llevan a cabo medidas paralelas. “Si yo aumento las cuota a la vez que aumento la fiscalización y aumento la demanda por productos legales, seguramente eso en su conjunto va a tener un efecto positivo en la pesquería”, explica Oyanedel. “Pero si yo simplemente aumento las cuotas, eso puede tener el efecto de que se blanquee más (pesca ilegal)”.

Astete, por su parte, agrega que “la lógica debería indicar, siguiendo el principio precautorio, que ante una pesquería en sobreexplotación o agotamiento deberíamos ser más cautos y elegir escenarios con menos riesgos. Sin embargo, la tendencia ha sido contraria”.

Pescadores artesanales aseguran que la situación es cada vez peor y que ya nadie quiere dedicarse a la pesca. Foto: Michelle Carrere

La crisis de la merluza pinta una escenario nada favorable para el futuro de la pesca artesanal. “Cada año es más complicado y ya casi nadie quiere ser pescador”, dice Médez. “El papá que tiene hijos jóvenes ya no quiere que estos sean pescadores. Está quedando gente que lo menos que tienen son 40 años, de ahí para arriba. No hay renovación de pescadores”, asegura el dirigente que se muestra incrédulo ante la posibilidad de que llegue un plan que permita una efectiva recuperación del recurso.

“Evidentemente los pescadores en muchos casos tienen esta sensación de que no se hace nada o que no se va a hacer nada y en muchos casos está justificada”, dice Oyanedel. Sin embargo, el experto confía en que el gobierno se decida a aplicar la propuesta presentada en mayo por las organizaciones de la sociedad civil científicas.

“Yo sí creo que las medidas que proponemos van a hacer una diferencia si es que se reúnen todos los actores necesarios en la mesa”, confía el experto. La pregunta, agrega, “es si va a haber compromiso de parte del gobierno, de las autoridades y de los mismos pescadores para aplicar esas medidas. La clave es poder convocar ampliamente para comunicar esto de la mejor manera y que toda la gente que pueda estar involucrada lo esté”.

Mongabay Latam envió preguntas a la Subsecretaría de Pesca, sin embargo, hasta la publicación de esta nota el organismo no envió respuestas.

Fuente: Mongabay

Temas: Pesca

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