Red Mexicana de Acción frente al Libre Comercio - RMALC: "Entre la prédica del camino al cielo y los servicios al diablo"

Aprovechando la línea abierta por la ONU para desarrollar compromisos entre países y otros grupos sociales para comprometerse a sacar adelante los acuerdos sobre conservación y uso de la biodiversidad rumbo a Johannesburgo, el gobierno de México lanzó sorpresivamente una “Iniciativa de asociación” con la iniciativa privada para tener, entre otros, “acceso a los recursos genéticos” y “asegurar el desarrollo de la biotecnología”.

Bajo la idea de organizar una respuesta de los países subdesarrollados y así estar en mejores condiciones de negociación frente a las empresas transnacionales -que son los usuarios dominantes de los recursos genéticos y la biodiversidad mundial- han surgido en los últimos años diversas iniciativas gubernamentales.

Una de las más recientes ha sido la impulsada por el gobierno mexicano en Bali, Indonesia la primer semana de junio, durante la 4º conferencia preparatoria de la próxima Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sustentable en la ciudad sudafricana de Johannesburgo.

Aprovechando la línea abierta por la ONU para desarrollar compromisos entre países y otros grupos (actores) sociales para comprometerse a sacar adelante los acuerdos sobre conservación y uso de la biodiversidad rumbo a Johannesburgo, el gobierno de México lanzó sorpresivamente una “Iniciativa de asociación” con la iniciativa privada para tener, entre otros, “acceso a los recursos genéticos” y “asegurar el desarrollo de la biotecnología”.

La propuesta urgente del gobierno mexicano hacia los delegados de los llamados “países megadiversos”, es decir aquellos 15 países que tienen la mayor cantidad de plantas, animales y microorganismos del mundo, es el segundo paso de un camino que se inició en febrero pasado en la ciudad de Cancún, México.

En Cancún, el gobierno de México reunió a delegados gubernamentales de 13 de los 15 países megadiversos, donde además de analizar varios documentos logró sacar una “Declaración de Cancún” y crear un “Grupo de Países Megadiversos Afines” con una agenda común y “un mecanismo de consulta y cooperación para promover sus intereses y sus prioridades relativas a la conservación y uso de la diversidad biológica”.

 

La idea general, según las declaraciones mexicanas eran agruparse para defender sus intereses y prioridades frente al uso que empresas transnacionales hacen de nuestra biodiversidad sin retribuir nada o casi nada a nuestros países. La idea, aunque limitada y con enfoque mercantilista, era al menos que: frente a la biopirateria, la defensa conjunta.

Sin embargo, del dicho al hecho... no sólo hay largo trecho, sino grandes contradiciones que conducen al infierno.

El documento de propuesta recoge y también omite parte importante de lo decidido por los gobiernos en la Declaración de Cancún, así como lo sugerido por los observadores civiles mexicanos en esa reunión; y aun más: ignora las demandas de muchas de las organizaciones indígenas, campesinas y civiles en general.

Entre los objetivos señalados en el documento claramente señala que busca "desarrollar la cooperación científica, técnica y biotecnológica, incluyendo el intercambio de expertos, la capacitación de recursos humanos y el desarrollo de capacidades nacionales con objeto de añadir valor agregado a los bienes y servicios generados a través de la biotecnología y los ecosistemas, buscando el desarrollo de la biotecnología."

Bajo este tipo de objetivos pseudocientíficos, los funcionarios mexicanos han permitido, entre otros, la contaminación transgénica de los maíces nativos mexicanos y siguen alentando la extensión irresponsable de cultivos transgénicos en México.

Entre las metas especificas que con su iniciativa el gobierno mexicano pretende alcanzar, se dice:

"Promover la asociación con el sector privado y otros actores relevantes que contribuyan a la conservación, el uso sustentable y compartir equitativamente los beneficios derivados de los recursos genéticos (CD1.k)”

El 5 punto “El desarrollo de un marco sui generis para proteger el conocimiento tradicional , basado en instrumentos y mecanismos de naturaleza diversa (particularmente en el contexto de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual y la Organización Mundial del Comercio) (CD1.m)"!!!!!

Como se puede observar, la interpretación mexicana de marco "sui generis" no va más allá de los marcos más mercantilistas y convencionales que dominan las transnacionales.

Además, en el documento se omiten al menos dos cuestiones muy importantes:

Que en el Convenio de Diversidad Biológica (Artículo 8 J) se establece "con arreglo a su legislación nacional el gobierno- respetará, preservará y mantendrá los conocimientos, las innovaciones, y las prácticas de las comunidades indígenas y locales... y que la utilización sostenible de la diversidad biológica se hará CON LA APROBACIÓN Y PARTICIPACIÓN DE QUIENES POSEEN ESOS CONOCIMIENTOS, INNOVACIONES, Y PRÁCTICAS... (mayúsculas nuestras)

Por lo anterior, varias organizaciones de esos países megadiversos que asistimos a la reunión de Indonesia, decidimos hacer una carta a nuestros gobiernos exigiendo que, antes de esos compromisos de asociación, los gobiernos deben alcanzar, al menos, tres de nuestras demandas:

1. cumplir con los compromisos de la Convención de Diversidad Biológica.

2. realizar previamente una consulta democrática y descentralizada a las organizaciones indígenas, campesinas y locales sobre la procedencia o improcedencia de su propuesta.

3. transparentar esos resultados y difundirlos.

Las organizaciones firmantes iniciales de la carta llamamos a todas las organizaciones civiles a estar alertas a esta iniciativa oficial del gobierno mexicano, que con retórica nacionalista puede terminar preparando la vía transnacional rumbo al infierno.

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