Stedile: Desafio para Reforma Agraria es democratizar el Estado y cambiar la política

Idioma Español
País Brasil

Después de dos años de intensos debates, los trabajadores rurales llegaron al VI Congreso Nacional del MST para consolidar su nuevo programa agrario, que es llamado de Reforma Agraria Popular.

En diálogo por la mañana de este martes (11-02), Joao Pedro Stédiles, de la coordinación Nacional del Movimiento, y Guilherme Delgado, doctor en economía (Unicamp), ayudaron a profundizar sobre el tema.

“No hicimos y no acontecerá la Reforma Agraria clásica”, esclarece Joao Pedro Stédile, refiriéndose al modelo de reforma agraria realizado por los países capitalistas desde el siglo XIX, como Alemania y Estados Unidos, sobre la dirección política burguesa industrial, que precisaba ampliar mercados consumidores con el establecimiento de materias primas para la industria.

“El mejor ejemplo que tenemos en la historia reciente del país, fue la iniciativa de la Reforma Agraria propuesta por Celso Furtado, que conocía bien la realidad del Nordeste. Esa propuesta previa y la desapropiación de rodos los latifundios encima de 500 hectáreas. Fue ua revolución, por lo tanto parte de la burguesía no aceptó y, aliándose al imperio, se nos impuso una dictadura violenta de mas de veinte años”, dice el dirigente del movimiento.

Asi, la Reforma Agraria Popular se remite a la división de las tierras, el fin del latifundio, aliada, con todo, a superar el modelo de producción y de relación con la naturaleza difundido por el agronegocio.

El modelo de agronegocio, dentro de la actual etapa de desenvolvimiento capitalista en el campo en nivel global, es responsable por direccionar el uso mayoriario de las tierras cultivables en el país para la producción de commodities (bienes agrícolas exportables, con dotación en la bolsa de valores).

“No podemos agarrar la tierra e imitar a los latifundistas en su modelo, alquilar la tierra, colocar el peón para trabajar”, afirma Stédile

El MST defiende que se desenvuelven técnicas de producción en sentido de transición agroecológica, que incorpora la mano de obra campesina y con capacidad para producir sin agrotóxicos.

Otros pilares de este nuevo programa son la incorporación de protección de la semilla y la naturaleza en general, con un amplio programa de reflorecimiento en áreas de asentamientos; la creación de agroindustrias sobre control cooperado de los trabajadores, garantiza también el aumento de renta a través de la comercialización de productos beneficiados.

Según él, es necesario luchar por avances sociales como el derecho a la educación en el campo, construcción de infra-estructura social, atención de salud y otros avances que mejoran la vida de las familias campesinas.

Desafíos para la lucha por la tierra

Según el investigador Guilherme Delgado, doctor en economía por la Universidad de Campinas (Unicamp), la reforma agraria a largo plazo de la historia fue propuesta como respuesta a cuestiones agrarias generadas por el régimen de propiedad, mantención y uso de las tierras, en ciertos países.

Así, la democratización de la tierra se caracterizaba por incidir en esas relaciones, alterando la estructura latifundiaria, con la distribución de tierras antes concentradas, con vistas a la igualdad.

“La cuestión agraria que generó las contradicciones que llevaron a la creación del MST fue reprimida durante los veinte años de la dictadura Civil-Militar y se basaron en la constitución de 1988” analisa Delgado.

Él cree al movimiento campesino es mérito de conseguir colocar temas progresistas en la Carta Magna. “La Constitución es, la verdad, un diseño arquitectónico y para el montaje de un cimiento, porque quien hace la Reforma Agraria posteriormente es la lucha política”, afirma.

“El proceso político, la hegemonía política, que se instaura en la sociedad y el Estado, va a tornar aquel diseño del régimen latifundista en una realidad. Lo que tenemos de pos constituyente es un proceso completamente antagónico, negativo, contrario al régimen latifundista instituido por la Constitución del 88”, indica Delgado, en relación hay pérdida continua de derechos y desreglamentaciones legales en curso capitaneados por el Congreso.

Indagando sobre la viabilidad e una giñada de lucha en dirección a la concretización de la Reforma Agraria Popular, Stédile complementa puntuando los principales desafíos colocados al Movimiento.

Entre los desafíos, él presenta la construcción de alianzas entre los trabajadores rurales, independientemente de su forma de organización, bien con establecer alianza con sectores urbanos, que concentran la mayor parte de la población.

“Precisamos acumular fuerzas en áreas ya conquistadas e ir colocando en práctica esas ideas de cambio. Tenemos que primorear las luchas de masas, de modo que el enemigo pasa a temer nuestra acción, por eso nuestra fuerza está en la capacidad de hacer la lucha de masas”, afirma Stédile.

“En una perspectiva más general, con las luchas nos introducimos en las reivindicaciones por la democratización del Estado, como se presenta actualmente la lucha por el cambio en las reglas políticas, y, con eso, continuar acumulando fuerzas para producir gobiernos populares que tengan condiciones de realizar los cambios necesarios”, finaliza Stédile.

Fuente: Vía Campesina

Temas: Crisis capitalista / Alternativas de los pueblos

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