Argentina: El avance de industrias extractivas. Entrega I: Forestales

Idioma Español
País Argentina

Concentración de tierras, pérdida de biodiversidad y desalojos campesinos e indígenas. El monocultivo de árboles conlleva a consecuencias similares a la soja, pero con un perfil mucho más bajo. Con gran presencia en la Mesopotamia, comienza a extenderse en la Patagonia. Al igual que la minería, una legislación generosa incentiva su avance.

Son como un ejército en formación. En línea, verdes y prolijos. El norte de Misiones está invadido por árboles que parecieran clonados, miles de hectáreas de pinos, el cultivo más popular de la provincia, materia prima básica para plantas de celulosa y aserraderos. Impulsada por la dirigencia política y el sector empresarial, la siembra masiva de árboles es un fenómeno en crecimiento, pero con consecuencias silenciadas: pérdida de biodiversidad, altos consumos de agua y desalojo compulsivo de campesinos e indígenas. “Es un avance como el de la soja, que expulsa pobladores ancestrales, arrasa la vegetación nativa, utiliza agrotóxicos y exprime territorios con el único fin de obtener dinero. Hay que ser claro, las forestales no siembran bosques, siembran monocultivo industrial”, explican desde el Consejo Asesor Indígena (CAI), una de las organizaciones referentes del Pueblo Mapuche, en alerta por el avance forestal en la Patagonia, con conflictos crecientes en Río Negro y Neuquén. En la última década, la forestación intensiva duplicó su producción y su superficie sembrada, al abrigo de una generosa ley --aprobada durante el menemismo y prorrogada el año último-- que otorga subsidios a las compañías, devolución de IVA, exención de Ingresos Brutos e impuesto inmobiliario. Análisis de una industria de bajo perfil y alta rentabilidad.

Industria poderosa

Las estadísticas de la Secretaría de Agricultura de Nación muestran que en 1999, primer año de vigencia de ley forestal 25.080, se extrajeron 4,7 millón de toneladas de “madera de bosque implantado”. En 2006, el último registro disponible, el tonelaje aumentó a 7,9 millón. Misiones es la provincia maderera por excelencia, con el 59 por ciento (4,7 millón), seguida de lejos por Entre Ríos con el 11 por ciento (898 mil toneladas), Buenos Aires y Corrientes con el ocho por ciento (661 mil y 650 mil, respectivamente). Río Negro y Neuquén son aún jugadores menores (69.000 y 65.000 toneladas, respectivamente), pero en ascenso. Neuquén extraía en 1999 sólo 22.000 toneladas. En 2006 ya lo triplicaba: 69.000 toneladas. En cuanto al pino, la estrella forestal, Río Negro exhibe un crecimiento notable: en el 2000 extraía seis mil toneladas. En 2006 ya había duplicado la cifra: 13.000 toneladas. “Mesopotamia y Patagonia son, con sus particularidades, los polos productivos del país”, explican desde la Asociación Forestal Argentina (AFOA), entidad que reúne a las grandes, medianas y pequeñas empresas del sector.

La implantación industrial de árboles tiene como fin, casi en su totalidad, las fábricas de celulosa y los aserraderos. Según datos oficiales, el 48 por ciento se destina a plantas de celulosa, el 41 por ciento para aserraderos y ocho por ciento a tableros. El resto se utiliza para postes, leña y carbón.

“En 2007 se exportó por mil millones de dólares”, detalla el vocero de AFOA, Jorge Barros. El 80 por ciento de la madera de exportación tiene como destino los Estados Unidos (para la industria de la construcción), el 20 restante se distribuye entre España, Francia, Inglaterra y Brasil. Casi la totalidad (el 95 por ciento) es pino.

AFOA explica que el país cuenta con 1,2 millón de hectáreas de monocultivo, de las cuales la mitad fue sembrada en la última década, al abrigo de la Ley 25.080. Justamente la nueva legislación fue la que impulsó la “modernización del sector”, explica Barros. En el mercado internacional compite desde atrás con Brasil y Chile, referencias forestales del sector argentino. Reconoce que la crisis económica mundial produjo un “amesetamiento” de la producción, pero aún así se continua sembrando árboles. El objetivo, a diez años, es llegar a los tres millones de hectáreas, 150 veces la superficie de la Ciudad de Buenos Aires.

Consultado sobre los efectos sociales de la avanzada forestal, Barros no dudó. “En Argentina no hay campesinos, como sí hay en Brasil o México. Argentina tiene pequeños productores, pero no campesinos. Y hay muy pocos indígenas. ¿Conflictos? Pudo existir alguno puntual, pero son la excepción”.

Según la Secretaría de Agricultura, en Argentina habitan 220 mil familias campesinas. El Instituto Nacional de Asuntos Indígenas reconoce en la actualidad24 pueblos indígenas. No existen datos oficiales, pero las estimaciones de las organizaciones indígenas varían entre el 1,1 a 1,9 millón.

Provincia modelo

Organizaciones sociales, movimientos campesinos y pueblos originarios advertían a fines de la década del 90 sobre el corrimiento de la frontera agropecuaria, de la mano del monocultivo de soja, y alertaban también sobre las consecuencias sociales, económicas y sanitarias. Durante años fueron desoídos y hasta ninguneados. Recién el año pasado --conflicto por las retenciones mediante--, el Gobierno reconoció el avance del monocultivo y sus efectos nocivos. En la actualidad, campesinos e indígenas alertan sobre el avance forestal.

La comunidad guaraní Alecrín cuenta con 14.300 hectáreas desde siempre. Está ubicada en el municipio de San Pedro, 170 kilómetros al sur de Puerto Iguazú. La empresa forestal Harriet Sociedad Anónima ingresó en 2007 a territorio indígena, volteó bosque nativo, alambró, contaminó el pozo de agua y arrasó la chacra de la comunidad y hasta el cementerio indígena. Tenía como objetivo talar el bosque nativo y luego sembrar pinos. Desde la Red de Agricultura Orgánica de Misiones (RAOM) aseguran que es sólo un ejemplo, entre cientos, del accionar forestal sobre territorio campesino e indígena.

Durante gran parte del siglo pasado, Misiones creció al abrigo de la actividad agropecuaria familiar (yerba mate, té y tabaco). Había grandes plantaciones y se trabajaba para un patrón, pero también subsistía el pequeño colono que, una vez cosechado, comercializaba su producción. Esa historia comenzó a cambiar hace tres décadas, y por dos factores: la desregulación en la producción (por ejemplo con la yerba mate, las grandes empresas fijaron precios tan bajos que los colonos no podían subsistir, perdieron sus chacras y emigraron a los cordones urbanos) y, por otro lado, la provincia cambió el perfil productivo: dejó de lado la actividad agropecuaria e impulsó el turismo, la energía hidroeléctrica (con las cuestionadas represas) y los negocios forestales (con leyes blandas, desgravación impositiva y subsidios generosos).

Misiones cuenta con tres plantas de celulosa (Alto Paraná, Puerto Piray y Papel Misionero). En los primeros eslabones de su cadena productiva, cultivo de árboles y extracción, se valen de contratistas --medianas o pequeñas empresas-- que muchas veces son las que hacen punta en el avance sobre tierras de familias rurales. El resultado es la expulsión de habitantes ancestrales y la concentración de tierras por parte de privados.

Según el último Censo Nacional Agropecuario, en la provincia existen 27.000 explotaciones agropecuarias. Sólo 161 de ellas (el 0,6 por ciento del total) poseen el 44 por ciento de la tierra de Misiones (917.000 hectáreas). El mismo relevamiento afirma que, en la última década y en la zona de la pastera Alto Paraná (noroeste), descendió un 27 por ciento la cantidad de pequeñas chacras. “La producción forestal artificial nos pone frente a un modelo de monocultivo y concentración. Con su lógica demaximización del beneficio en el menor plazo posible, el sector forestal no respeta las normas de preservación, produce despoblación de las zonas y exterminio de gran parte de los recursos naturales”, afirma Raúl Gorriti, ingeniero agrónomo e integrante de la RAOM, desde hace una década estudia y denuncia el accionar forestal.

Ilustrativo de la concentración de tierras es el caso de la Papelera Alto Paraná, propietaria del diez por ciento del suelo provincial, 233 mil hectáreas. Caso emblemático es el municipio de Puerto Piray, donde la compañía es dueña del 62,5 por ciento de la tierra: de las 36.000 hectáreas del municipio, la empresa posee 22.500.

Patagonia forestal

La Empresa Forestal Rionegrina (Emforsa) y la Corporación Forestal Neuquina (Corfone), ambas compañías con participación mayoritaria de los gobiernos provinciales, son las que encabezan el corrimiento de la frontera forestal patagónica, y protagonizan conflictos con pueblos originarios y familias campesinas.

“Las forestaciones con pinos no son bosques, son plantaciones industriales como lo es la soja”, explica la comunidad mapuche José Manuel Pichún, a quince kilómetros de El Bolsón, en pleno conflicto con Emforsa. A pesar de habitar el lugar desde fines del siglo XIX, la Dirección de Bosques de Río Negro ingresó a territorio ancestral en 1987, alambró y comenzó la siembra de pinos en 250 hectáreas comunitarias. Le sucedieron decenas de reclamos administrativos que nunca obtuvieron respuesta. La comunidad, que jamás abandonó el lugar, siempre reivindicó su derecho sobre el territorio. En mayo último, cuando un integrante de la comunidad extraía leña, se reavivó el conflicto. Fue denunciado penalmente por “robo” en su propia tierra.

“Ante esta situación, y cansados de soportar tanto atropello e injusticia, la comunidad Pichún decidió reafirmar la posesión que usurpa la empresa forestal”, explicó en un comunicado el 18 de junio pasado. Se negaron a retirar sus animales (que siempre pastaron en el lugar) y comenzaron la construcción de una vivienda en el corazón del pinar. Y fueron por más: ahora la comunidad exige que la empresa estatal se retire definitivamente de sus hectáreas.

El Consejo Asesor Indígena (CAI), donde participa la comunidad Pichún, apuntó al fondo del asunto. “Sabemos que la plantación de pinos, especies exóticas de estos lugares, está fomentada por el Estado y los organismos financieros internacionales. Otorgan subsidios y beneficios fiscales por hectárea plantada, armando engranajes de especulación y extracción de beneficios económicos de la naturaleza que incluyen los llamados ‘bonos verdes’ (certificados ambiéntales que cotizan en bolsas de valores), entre otros mecanismos de control y saqueo de nuestro territorio. No permitiremos que nuestros espacios sean parte de ese juego”.

Convenios internacionales de rango constitucional (el 169 de la OIT), la Constitución Nacional y legislaciones provinciales son muy claras: toda actividad que se desarrolle en territorio indígena debe contar con el visto bueno de las comunidades afectadas. “El Estado de Río Negro y sus funcionarios niegan sistemáticamente nuestros derechos como Pueblo Mapuche. Exigimos, en cumplimiento de las leyes, que restituyan a la comunidad Pichún su fracción del territorio y que se retire la empresa Emforsa del lugar”, aclaró el CAI.

La empresa Emforsa rechazó dialogar con este diario. Derivó las consultas a la Dirección de Bosques, que no respondió los llamados.

La zona cordillerana de Río Negro vivió su avanzada forestal en la década del 80, de la mano de aserraderos, con desmontes y expulsión de pobladores rurales. A nivel nacional funcionaba el Ifona (Instituto Forestal Nacional, disuelto en 1992) y, en la Patagonia, el Servicio Forestal Andino (SFA), aún vigente. “Estos organismos iniciaron la implantación de cultivos de pinos de especies exóticas, mecanismo con el que se presionó a los pobladores, mayormente fiscaleros sin título de propiedad. Esos proyectos de forestación ‘pequeños’ abrieron el camino para la creación de la empresa de capitales mixtos como Emforsa, que se extendió definitivamente en el territorio en la década del 90”, detallaron desde el CAI.

En los últimos años, Emforsa pretendió avanzar con forestaciones en la zona de Ñorquinco, 130 kilómetros al sur de Bariloche, en espacio territorial de la comunidad Kom Kiñé Mu. El intento empresario fue rechazado por las familias mapuches, pero las tierras son codiciadas para ese monocultivo.

¿Tierras fiscales?

La Corporación Forestal Neuquina (Corfone) es la empresa mixta que impulsa el avance de los pinos en la provincia. En 2009 planifica sembrar 3500 hectáreas y tiene como meta --para el corto plazo-- llegar a las 10 mil hectáreas anuales. Desde la empresa no respondieron los llamados de este diario, pero en declaraciones a medios locales el presidente de la Corporación y subsecretario de Desarrollo Económico de la provincia, Javier Van Houtte, explicó que apuestan a forestar 300 mil hectáreas en toda la provincia.

La Sociedad Rural de Neuquén es una aliada en esa cruzada. La Comisión de Forestación de la tradicional entidad sincera las ventajas: “La aplicación y cobro de los subsidios nacionales y provinciales han sido unos de los factores de mayor incidencia en el crecimiento de la actividad forestal”, resalta desde su sitio de internet, y augura un futuro prometedor: “La Provincia cuenta con 1,2 millón de hectáreas para la actividad. Y Cabe destacar que el 40 por ciento son tierras fiscales”.

Lo que la Sociedad Rural y el gobierno neuquino consideran tierras fiscales son, en gran parte, parcelas de pequeños campesinos y comunidades indígenas. En toda la zona se practica la ganadería trashumante, que consiste en el desplazamiento de animales según la estación del año. Durante los meses fríos (invernada) el ganado permanece en las tierras bajas. En los periodos cálidos (veranada) los animales son trasladados a las zonas de cerros, donde los pastos son abundantes y sirven de buena alimentación. El arreo de animales es desde días hasta semanas, a cientos de kilómetros de distancia. Los conflictos suelen producirse en las zonas de veranada y en los caminos de arreo.

“Es parte de una política para el despojo del territorio indígena”, afirma Relmú Ñamku, de la Confederación Mapuche de Neuquén. La Mesa Campesina del Norte Neuquino coincide: “Se pretende extender la superficie implantada, de hecho fue uno de los ejes de la campaña del actual Gobernador (Jorge Sapag), que proponía quintuplicar la superficie forestada. En términos de espacio es una avanzada directa con los campos de veranada de campesinos y mapuches”, explica Diego Solana, integrante de la Mesa.

“El discurso de la forestación en Neuquén es casi exclusivamente estatal”, advierten desde la organización y explican que Corfone ingresa a tierras de familias rurales “por las buenas”. Entrega materiales para el cierre de campos (postes, alambres) a cambio de ceder temporalmente una porción de tierras para forestación. “Una vez dentro, no la abandona más, y comienza a avanzar. Estos 'acuerdos' se repiten en todo el norte provincial, y luego sobrevienen los conflictos donde las familias exigen la devolución y la empresa quiere echarlos”, denuncia la Mesa.

Otra forma del modelo forestal, solapada, fue instalar viveros de pinos en los pueblos. “Pusieron en marcha emprendimientos con una gran cantidad de empleados, casi todos campesinos jóvenes que comenzaron a trabajar en la actividad forestal, abandonaron su campo, dejaron su trabajo en la producción ganadera, característica de la zona. Es una estrategia para descampesinar los parajes, ‘por las buenas’, con un impacto cultural y social muy grande”, denuncian desde la Mesa Campesina.

Argentina, capital forestal

Las grandes empresas del sector alaban las facilidades que el Gobierno otorga a la industria forestal. Por esa sintonía entre el sector privado y estatal no sorprendió que Buenos Aires sea, en octubre próximo, la sede del XIII Congreso Forestal Mundial, el evento internacional más importante del sector, organizado cada seis años.

Durante la presentación del XIII Congreso, en mayo pasado, el secretario general del evento, Leopoldo Montes, se entusiasmo con una gran noticia: "No será exclusivamente académico, trataremos de fomentar el ámbito para que las altas delegaciones e inversores que vienen de países como China, Canadá o Estados Unidos puedan tener contacto y generar negocios con empresarios nacionales".

A pesar de las críticas que recaen sobre la industria forestal --sobre todo consecuencias sociales y ambientales--, el Congreso Forestal Mundial cuenta con el apoyo del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI) y de Parques Nacionales. Las máximas autoridades del evento internacional Carlos Cheppi, secretario de Agricultura, y Homero Bibiloni, el secretario de Ambiente de Nación.

Una ley generosa

Por D. A.

A lo largo de la Cordillera se multiplican las asambleas ciudadanas que enfrentan el desarrollo minero a gran escala, con denuncias de contaminación. Luego de cinco años de movilización comenzaron a ganar espacio en la agenda porteña y pusieron en evidencia una infraestructura jurídica (Ley 24.196), aprobada durante el gobierno de Carlos Menem, con enormes ventajas impositivas. De idéntica manera, pero silenciada, las empresas forestales también contaron con la bendición menemista: la Ley 25.080, llamada de “Inversiones para bosques cultivados”, sancionada el 16 de diciembre de 2008 y promulgada un mes después, el 15 de enero de 1999.

La ley beneficia tanto a personas físicas como jurídicas, y subsidia generosamente todos los pasos productivos: implantación, mantenimiento, riego y cosecha. “Se incluye las actividades de investigación y desarrollo, así como las de industrialización de la madera”, señala el artículo tres de la ley, que incluye especies nativas como exóticas. El artículo seis detalla los beneficios: no deben pagar impuestos de sellos ni impuesto inmobiliario por las tierras sembradas y están exentos del pago del impuesto sobre los ingresosbrutos.

“Se elimina el cobro de guías u otro instrumento que grave la libre producción, corte y transporte de la madera en bruto o procesada proveniente de los bosques implantados”, explicita la ley. También cuenta con devolución del IVA (Impuesto al Valor Agregado) para la compra o importación de bienes, locaciones o prestaciones de servicios; y pueden amortizar el impuesto a las ganancias de la compra de maquinarias y de las inversiones en obras civiles.

El artículo ocho es la envidia de cualquiera otra industria. Otorga “estabilidad fiscal” por 30 años. “No se podrá incrementar la carga tributaria”, explica, por las dudas, la ley. Implica que, por ejemplo, el corralito bancario de 2001, que afectó a todos los argentinos, no perjudicó a las empresas del sector, sean pequeñas, medianas o grandes. Tampoco pagan el impuesto al cheque, que sí tributan todos los ciudadanos. La frutilla del postre la colocan las provincias, que tienen potestad (por la misma ley) de extender la “estabilidad fiscal” veinte años más, por lo cual la industria forestal cuenta con 50 años sin cambio alguno en su política tributaria.

El artículo doce suma otro beneficio: “Las empresas estarán exentas de todo impuesto patrimonial vigente o a crearse que grave a los activos o patrimonios afectados a los emprendimientos forestales”.

El artículo 17 de ley no utiliza la palabra subsidio. Prefiere el eufemismo “apoyo económico no reintegrable” para explicar que el Estado cubrirá, para las plantaciones de hasta 300 hectáreas, el 80 por ciento de los costos de implantación. Para los campos de entre 300 y 500 hectáreas se cubrirá el 20 por ciento. Los subsidios serán mayores en la Patagonia, donde se cubren el 80 por ciento de los campos de hasta 500 hectáreas, y el 20 por ciento de las de 700.

La Asociación Forestal Argentina (AFOA) participó, en la década del 90, en la redacción de la norma e impulsó su sanción. “Tomamos como referencia la ley minera”, sincera Jorge Barros, vocero de la entidad, aunque al instante toma distancia: “Nuestro sector no tiene beneficios exagerados, contamos con menos ventajas que la industria minera”.

Raúl Gorriti milita junto a familias campesinas, integra la Red de Agricultura Orgánica de Misiones (RAOM) y desde hace una década estudia, y denuncia, el accionar forestal. En cuanto a la ley 25.080, no tiene dudas. “Es un negocio redondo. Dicen que favorece también a los pequeños productores, pero la realidad es que las mayores beneficiadas son las grandes corporaciones madereras, que tienen espalda suficiente para esperar los tiempos de los subsidios del Estado. Esta expoliación de la naturaleza, del pueblo y los fondos públicos es la misma política que favorece a las petroleras y las mineras. Es parte de la entrega del patrimonio nacional”, denuncia.

Eduardo Stirneman integra el Colegio de Ingenieros Forestales de Misiones (Coiform), impulsa la actividad y conoce la ley a la perfección, tanto en su teoría como en su práctica comprobable. “El pequeño y mediano productor no tiene grandes probabilidades de ser beneficiados con la ley, sobre todo por los atrasos en los beneficios, que se demora hasta tres años en pagar. Al pequeño no le sirve”, afirma el profesional, y sincera quiénes son los ganadores: “Los grandes productores aprovechan la estabilidad fiscal, los reintegros de IVA y Ganancias, y amortizan la compra de herramientas”.

Paradójicamente, cuanto mayor es el negocio, mayor es el subsidio. La ley 25.080 es clara: “La Autoridad de Aplicación establecerá un monto mayor de apoyo económico no reintegrable cuando los proyectos se refieran a especies, nativas o exóticas, de alto valor comercial”. El artículo 32 insta a la creación de una comisión bicameral del Congreso, para realizar un seguimiento de la norma, y también controlar. Pero la comisión nunca se creó.

En 2007, el sector exportó por 1.000 millones de dólares. Dependiendo del producto, tiene retenciones de entre el cinco y diez por ciento. Aunque desde AFOA solicitan su reducción a la mitad.

La ventajosa ley 25.080 vencía en enero de 2009, pero el lobby forestal comenzó mucho antes a exigir la prorroga. Hizo punta la Asociación Forestal Argentina (AFAO), donde están presentes las más grandes empresas del sector, aliada estratégica de senadores y diputados mesopotámicos. En mayo de 2008, AFOA expresó mediante un comunicado su “preocupación por la lentitud en el trámite requerido para prorrogar la ley”. El 27 de junio, la Comisión de Presupuesto del Senado recibió a funcionarios de la Secretaría de Agricultura, que dieron el visto bueno para la prorroga. “Es urgente tener dictamen”, afirmó el legislador misionero Eduardo Torres. En agosto tuvo media sanción en Senadores y en noviembre fue aprobada por la Cámara de Diputados.

"La prorroga de la Ley aporta los cimientos para que Argentina se pueda consolidar finalmente como un jugador de peso en el circuito forestal internacional", celebró en un comunicado la Asociación Forestal Argentina, que destacó "la proactiva actuación del Secretario de Agricultura, Carlos Cheppi”.

El aspecto ambiental: Cuando el bosque no es bosque

Por D. A.

“Las plantaciones de árboles a gran escala se extienden en prácticamente todos los países de la región. Ya sean para celulosa, madera, aceite o combustible están implicando una serie de graves impactos que afectan a las comunidades locales, tanto sociales y ambientales, con uso de agrotóxicos y degradación ambiental de suelo, agua, flora y fauna”, denuncia el Movimiento Mundial por los Bosques Tropicales (WRM). En la misma línea, en septiembre pasado, profesionales y estudiantes forestales de 29 países lanzaron una alerta mundial sobre el cultivo industrial. “Los monocultivos de árboles no son bosques”, advierte desde su título el llamado a tomar conciencia.

“Muchos gobiernos del mundo promueven la expansión de monocultivos de árboles a gran escala, a pesar de los graves impactos sociales y ambientales ya constatados en las plantaciones existentes. Quienes impulsan este modelo afirman que las plantaciones son bosques, lo cual no es cierto”, aclara la campaña, lanzada porprofesionales de América, Asia y Europa. El colectivo advierte sobre la pérdida de biodiversidad, alteración del ciclo hidrológico (tanto agotamiento de fuentes de agua como inundaciones y deslizamientos), degradación de suelos y expulsión de población rural.

El Movimiento Mundial por los Bosques (WRM) explica que el fenómeno forestal se remonta a la década de 1950, cuando la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación (FAO) impulsó el monocultivo de eucaliptos y pinos en gran escala, en consonancia con el Banco Mundial (BM), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). “La FAO fue la que definió a las plantaciones industriales como ‘bosques’, y esa definición sirvió a la industria plantadora para disfrazar a sus destructivos monocultivos bajo el ropaje verde”, aclara la organización.

Desde una definición técnica, un bosque es un lugar diverso que presenta tres estratos vegetales: uno en el que predominan los pastos, otro de arbustos y un tercero con especies arbóreas. En el bosque habitan muchas especies animales y de allí los hombres generan soberanía alimentaria, abrigo, calefacción y medicinas. “Eso no se encuentra en un monocultivo de pinos”, explican desde la Mesa Campesina del Norte Neuquino.

Desde la Asociación Forestal Argentina (AFOA) niegan consecuencias ambientales, explican que las empresas del sector cumplen con los más altos estándares internacionales y precisa que, en la Patagonia, el avance forestal se da sobre tierras empobrecidas, que no tienen otra utilidad productiva.

“Comienzan sembrando pinos en tierras muy degradadas, pero luego van avanzando sobre otras, destinadas a la cría de animales o agricultura familiar”, explica Diego Solana, de la Mesa Campesina, y se suma al debate del costo ambiental. “Hay arraigado un discurso que dice que ‘el verde es vida’, y no es así. El monocultivo forestal desaloja y excluye, no genera alimentos ni materiales para las familias de la zona, tiene como consecuencia la falta de diversidad, la proliferación de plagas y, sobre todo, no es complementario con otras actividades, por ejemplo con la cría de ganado, característica de la región. Por si fuera poco, expulsa familias campesinas e indígenas. En resumen: es como el monocultivo de soja”.

La Patagonia es el segundo polo forestal, luego de la Mesopotamia, pero aún no está claro el destino final del planificado crecimiento para el mediano plazo. Las organizaciones sociales, campesinas e indígenas advierten dos posibles usos: futuras (y cuestionadas) plantas de celulosa en la región y el turbio negocio de los “bonos verdes”, una suerte de “acciones ambientales de bolsa” surgidas del Protocolo de Kyoto (acuerdo internacional que tiene como fin reducir la emisión de gases que provocan el calentamiento global).

Como parte del Protocolo, las actividades que contribuyen a transformar el dióxido de carbono (CO2) --como los bosques de pinos industriales, por el proceso natural de fotosíntesis-- son premiadas con certificados canjeables por dinero. Además de la veta económica, los bonos verdes son fichas en el mapa geopolítico mundial: los países de primer mundo obligados, por el Protocolo de Kyoto, a bajar sus emisiones de dióxido de carbono impulsan en países subdesarrollados actividades que obtengan bonos verdes y así se les permite (por el mismo acuerdo) continuar con su estándar de vida y altos niveles de contaminación.

Con los bonos verdes los países centrales mantienen su monumental emisión de gas a cambio de impulsar monocultivo de árboles en países dispuestos a transformar su biodiversidad.

Jorge Barros, de AFOA, explica que aún no existe desarrollo forestal en pos de los bonos verdes, pero advierte que “puedo haberlo”. “Es factible, pero los actores protagónicos serían las grandes empresas, con no menos de 5.000 hectáreas comienza a ser rentable”, señala.

En Chubut, un actor de peso comenzó a forestar, en silencio. En sólo cinco años, el Grupo Benetton lleva sembradas 6700 hectáreas. En Neuquén es de conocimiento público que las empresas petroleras quieren hacer punta en el rentable negocio de los bonos verdes. “Chevron y Repsol son las empresas socias del Gobierno”, afirmó Relmú Ñamku, de la Confederación Mapuche. Información corporativa, de ambas compañías, confirma el trabajo junto a la empresa estatal Corfone. Chevron lleva sembradas 5.000 hectáreas, mientras que Repsol-YPF ya alcanzó las 10.000 y avanzará con otras 5.000 para 2011. Otro destino de las plantaciones de árboles puede ser una actividad de bajo perfil, pero seductor para las petroleras: la obtención de combustible a partir de subproductos de árboles.

Por Darío Aranda

Temas: Monocultivos forestales y agroalimentarios

Comentarios

02/08/2010
jdfsjsdjasd, por martin
martin pinazo, sabes cuanto papel consume un ciudadano argentino o uruguayo y cuanto un yanqui o europeo?.
no tenemos porque financiar la joda de ellos.
02/08/2010
Otra vision, por Antonio Perez Abella
El problema es el modelo mundial de consumo en que nos hallamos.
Se vive con la teoria del derrame, ENRIQUECER A LOS RICOS y lo que derrame nos sobrara para vivir al resto o sea al 99.9% de la poblacion mundial.
Lo primero que hay que ponderar es que el recurso siga estando a futuro. No hay necesidad de talar toda la madera, no hay necesidad de vender todos los minerales, no hay necesidad de entregar todo el petroleo. Lo primero que hay que evaluar es el impacto en la vida de la gente que tendra tal o cual explotacion.
Argentina tiene que darle de comer a sus habitantes, no tenemos obligacion alguna con el mundo, no tenemos porque depredar lo nuestro para que el primer mundo siga viviendo de joda, cuando comprendamos esto habresmos dado un paso muy importante.
Se pueden plantar eucalyptus, pinos, cedros, toonas, etc. Lo que hay que cuidar son los bosques nativos que tenemos en pie, tratar de clausurarlos a la depredacion, enriquecerlos con arboles nativos y en las areas degradadas implantar especies que den trabajo.
Ahora...... toda explotacion tiene un impacto ambiental, hay que ser serios y ponderar el recurso haciendo de lado a los Lobbys que existen y son terribles.
Personalmente prefiero 500 has de ecualyptus a 500 de soja.
En cuanto al tabaco.... aca en salta y jujuy esta tecnificado y da muchisimo trabajo.
Saludos.

02/08/2010
jejeje, por Esteban Lopez
martin pinazo.... podes chapear todo lo que quieras, lo que es desagradable son tus chicanas... usas cemento?, tenes muebles de madera?...
Todo el mundo sabe que esas cosas se exportan tambien, no se habla de privarse de nada localmente, se habla de mantener los bosques y explotarlos sustentablemente.
Yo te pregunto, usas oxigeno?, tomas agua?. Y es una chicana tambien... y la verdad no contribuye a nada.
Nadie nos puede obligar a depredar lo nuestro para proveer a otro pais.
17/11/2009
galeano, por teresa
Martin,

la producción excesiva de papel y cartón - que se abastece de grandes monocultivos de árboles plantados en los países del Sur- no está destinada a la producción de libros. Por el contrario, la mayor parte del papel se destina a un consumo excesivo e innecesario, en los países del Norte. El embalaje consume la mitad del papel producido! una locura. Otra gran porción de la torta se la lleva el uso de papel para fines publicitarios.

Mi punto es que tu argumento de que Galeno no imprime sus libros en papel reciclado es totalmente desubicado. No es la producción de libros y materiales --que por cierto si valdrán la pena-- los que fomentan la usurpación de nuestros territorios a través del establecimiento de grandes plantaciones.

saludos


03/11/2009
Comentario sobre Galeano, por Martin Pinazo
Respeto a Galeano y el tiene, como cualquiera, a tener sus opiniones. Sin embargo, hasta donde se, los libros de Galeano no se imprimen sobre papel "ecologico" sino sobre papel comun nomas....si esos papeles al bisulfito....los que contaminan. Tengo varios libros de Galeano y sinceramente no veo ningun llamado aclarando sobre el origen del papel. No se....quizas podria publicar sobre placas de arcilla. Me parece que tenemos que pensar sobre lo que estamos dispuestos a ceder.....quizas Galeano no publique mas como protesta hacia las forestaciones industriales con fines papeleros.....o el si puede publicar porque es bueno?...
03/11/2009
Pseudo profesionales, por Martin Pinazo
Ricardo, te recomendaria que leas un poco mas....muchos trabajos realizados por excelentes investigadores....mencionan que las forestaciones funcionan como un bosque....obviamente al ser un ecosistema simplificado no todas las funciones se reproducen en las mismas. Ahora...la comparacion con otros cultivos la planteo para ver cuales son las alternativas....o vos pensas que los misioneros viven del aire? de que van a vivir?...del turismo?...decime quien viene a meterse en sus vacaciones de verano a la selva...con 35 grados de calor, mosquitos, vivoras etc...... comentame cuales son tus propuestas...porque la gente de aca quiere tener los mismos servicios que los de Buenos Aires, San Martin de los Andes, Rosario etc....obviamente si lo podemos tener sin laburar mejor.....quizas puedas donar parte de tu sueldo para subsidiar loa conservacion del bosque nativo y seguramente la gente de la zona no lo va a tocar....Me parece que te faltaron algunos años de estudios...quizas unos dos añitos no te hubieran venido mal.....por si acaso te aclaro...trabajo en biodiversidad en plantaciones forestales, en manejo de bosque nativo y tengo una maestria en manejo de bosques tropicales...digo..no es por chapear...pero no desconozco el tema...pero tampoco soy obtuso.....y para comentar nomas te cuento que encontramos aprox 100 especies de arboles nativos regenerando bajo forestaciones de pino y que los valores mas bajos de diversidad en forestaciones se dieron en aquellas que provenian de uso agricola como uso anterior del suelo....que hacemos entonces?....suspendemos la agricultura?.
De paso contame si usas madera en tu casa y como me imagino que no es de pino o eucalipto...seria bueno saber si la madera nativa que usas es certificada. Si no usas madera seria bueno recordarte que la produccion de cemento y aluminio en super contaminante....no se quizas vivis en carpa.
22/09/2009
Eduardo Galeano opina, por Ricardo Carrere, Técnico Forestal
Eduardo Galeano no es un ingeniero forestal. Por lo tanto, el Sr Pujato seguramente no le autorizaría a hablar sobre este tema. Sin embargo, le guste o no le guste al Sr Pujato, Galeano opina –porque conoce y piensa- y acaba de aportar una de las mejores definiciones sobre lo que es una plantación: “Las plantaciones son bosques uniformados. Parecen soldaditos en fila, y eso son. Vestidos de verde, marchan rumbo al mercado mundial. Mienten los himnos que en nombre de la naturaleza cantan sus glorias. Los bosques industriales se parecen a los bosques naturales tanto como la música militar se parece a la música, y tanto como la justicia militar se parece a la justicia”.
21/09/2009
"ingenieros forestales", por victoria
los señores doctores ingenieros forestales son a los bosques nativos lo que menem fue al país.
21/09/2009
bosques implantados, por Jorge Pujato
Pregunta, leen lo que uno escribe. Por lo que contestan, la respuest es NO.
A la supuesta colega, que son los cultivos forestales. No son acaso un bosque. Implantado, por cierto, pero tecnicamente un bosque. O una pradera de pastos implantados, que es..... Uno mas uno es dos, me gusta o no me gusta, es dos por definicion. Quizas le podrian haber puesto otro nombre, pero le pusieron dos y debemos respetarlo.
El cultivo de lo que sea, es monocultivo. O acaso a alguien se le ocurre poner una planta de trigo, una sandia, un pepino, un rabanito, un maiz, un zapallo. No , desde hace 10.000 atras el ser humano descubrio las ventajas del monocultivo. Y el cultivo forestal no escapa a este concepto economico.
Segun datos - que no comparto . del Ministerio de Ecologia de Misiones, una hectarea de selva produice 0,34 m3 de madera util por año, un bosque implantado con pinos produce 35 m3 7 ha/ año. O sea que cada ha de bosque implantado reemplaza a 100 has de selva. pregunta, no es preferible implantar una hectarea para salvar 99, y no a la inversa.
Reitero, hablo con soberbia, ninguno puede cuestionarme respecto a los bosques nativos, me he jugado la vida por defenderlos, y no en sentido figurado, sino real. Y la mejor forma de salvarlos es hacer bosques implantados. y preservar lo mas que se pueda del resto, pero se necesita madera y hay que producirla. Alguien tiene otra idea de como producirla. Estamos hablando en escala, no me venga con el modo de vida de cazadores recolectores. De ser asi, solo habria cabida para 15 a 30.000 habitantes en Misiones, pero tenemos 1.050.000 habitantes.
Respecto a pueblos indigenas, que yo sepa, en el norte de Mnes estaban los Ciangas, o algo asi, los mbya son paraguayos que vinieron para este lado para que no los enrolen en el ejercito de Paraguay en la guerra con Bolivia, o sea en la decada de 1930. Luego, obvio, ya no pudieron regresar, los iban a matar por traidores. Ya son Misioneros y Argentinos, pero no estan aca dese hace miles de años, los que estaban aca eran otras etnias que ya no existen. tampoco formaron parte de los traidos pór los jesuitas ni se integraon a las misiones.
Si estan en contra de las multinacionales, les recuerdo que las trajo el gran hdep de Memen, a quien el pueblo lo eligio y reeligio para gobernar por 10 años, y saco mas del 30 % de votos en las ultimas elecciones en Miisiones. Y si no le gustan estas multi, les recuerdo que el 75 % de la facturacion en Argentina es de empresas extranjeras. Pero respetando sus ideales, espero que no anden en automoviles, camiones o omnibus, no consuman combustible no se vistan, no, no, no. Reitero, el 75 % de lo que usan es de multinacionales. En forestal tambien las tenemos, se las invito, vinieron, tenemos que respetar la seguridad juridica que se les ofrecio y ver la forma de convivir y desarrollarnos en armonia.
Y no confundir cultivo forestal con multinacionales. 15.000 productores los adoptaron porque vinieron que se podian cultivar y era negocio. Y su numero crece a razon de 2.500 por año.
Respecto al desarrollo humano, en Misiones estamos muy mal, pero no a causa del sector forestal, sino como resultado del modelo de desarrollo agricola aun vigente, donde el NEGOCIO es tener la mayor cantidad de hijos posibles, quienes a su vez ven que el negocio es independizarse de sus padres lo mas pronto posible y re iniciar un nuevo ciclo. Si bien todas las comparacione son odiosas, los invito a que comparen las diferencias entre los obreros del sector forestal y los peones o productores de otros rubros. Y en forestal no hay techo respecto a la industrializacion de la madera en la region, cosa que no tiene ninguna otra actividad a escala.
Ademas, en forestal solo se permite reforetar en Pinares talados o en capueras improductivas, quienes hoy tiran abajo el bosque nativo son los que hacen otros cultivos o ganaderia.
Cultivo contra cultivo,el forestal es el mas amigable con el medio ambiente.
Forestal Ecologia etc son carreras que se estudian. Que uno se preocupe por su salud no lo transforma en medico, y si ejerce como medico sin serlo, va preso. En forestal no tenemos ese poder y asi debemos escuchar a cualquiera opinar como si fuera un erudito. O a colegas o semi colegas, quienes por tener una cartulina manchada ya se creen expertos en todos los temas.
saben cual es la diferencia entre un ECOLOGO y uno que se denomina ECOLOGISTA, la misma que existe entre un ENOLOGO y un borracho. Guste o no, es asi.
04/09/2009
Ningún árbol es bueno o es malo, por Eduardo Sánchez
Parece ser que la nota de Darío Aranda causó algo de preocupación y tocó algunos interes. Los profesionales del sector salieron a descalificar y a desautorizar con "sus verdades" puestas en la palabra. Pero lo que Darío hizo fue contar verdades silenciadas y tapadas por los grandes negocios y negociados forestales. Ningún árbol es bueno o malo en sí mismo, sino que debemos ver un poco más allá: qué especie se planta, adonde, quienes lo hacen y para qué. Ensayando algunas respuestas a estas preguntas verán que las especies son exóticas, que se avanza sobre ambientes nativos destruyendo diversidad natural y cultural, que las grandes corporaciones multinacionales están detrás de todo esto y la intención es continuar con el negocio.
No nos contesten a nosotros, sugiero que les preguntes a los habitantes de los territorios forestados a ver que piensan de las forestaciones, de los aserraderos contaminantes, de la pérdida de sus territorios, de la pérdida de sus culturas, de la pérdida de soberanía alimentaria, de la pérdida de sus trabajos dignos.
También pueden seguir haciendo cuentas y calcular cuantos árboles se pueden plantar en las 30 millones de hectáreas de bosque nativo que nos quedan.
Esta vez más que nunca el árbol no los deja ver el BOSQUE
31/08/2009
Nunca es triste la verdad, por Sandra Nicosia (Misiones)
Es notable el sesgo “academicista” en la mayoría de los comentarios, parece ser delito no tener título habilitante, universitario para ser más exactos.
Llamativo que quienes dicen saber y hacen, son los mismos que mantienen una estructura que no socializa el conocimiento y explota gente y recursos.
Mi visión es de poca certeza científica, me marean los números y las estadísticas (tan vapuleados últimamente), miro desde la convivencia, desde el parecer, desde la escucha cotidiana, observar participando.
Me vienen a la cabeza leyes, decretos, reglas, normativas, mucho pero mucho discurso político... las imágenes sin embargo, son esclarecedoras e irrefutables. También hay un susurro de planes, cronogramas, explicaciones, errores, excesos, “…si hubiéramos hecho…”, entelequias, todo choca y estalla contra la realidad.
Misiones sostiene un modelo económico, desde sus orígenes que, digámoslo de una vez, sólo ha servido para mantener a una "aristocracia" parásita en su estilo de vida, y al resto de su gente en la pobreza más indigna.
Unos, con honrosas y escasas excepciones, se dedicaron y dedican a explotar a otros, trabajadores, campesinos, indígenas. Empresarios y dirigentes políticos han encontrado terreno fértil también, para este tipo de acciones.
En este pequeño territorio donde afloran las forestaciones de pinos, las pasteras contaminantes, las represas que dan energía a éstas u otras actividades mortales, el mentado desarrollo no aparece, las fuentes de trabajo escasean, el nivel de vida de las familias es peor que malo, falta educación, salud, luz eléctrica, asfalto, servicios mínimos de urbanidad.
La cuestión no deja de ser paradójica, los mismos que defienden este modelo productivo como la panacea y el despegue de la región (que valga la pena aclarar, nunca se concreta), que además son beneficiados por leyes locales, subsidiados para que sigan ampliando sus monocultivos de árboles y talando selva, son los primeros en armar escombro a la hora de tratar paritarias, sindicalización de los trabajadores, seguros de trabajo… ni qué hablar de las expresiones vertidas con respecto a la Ley de Presupuestos Mínimos (Ley Bonasso) que ha despertado a más de un cadáver en los medios.
Lo lamento señores ingenieros forestales, grandes forestadores, empresarios madereros, no la veo ni cuadrada, no veo la prosperidad, el pleno empleo, la ausencia de analfabetismo, la falta de enfermedades endémicas, la pobreza vergonzante… todo lo que no debiera existir en una tierra próspera, igualitaria, solidaria.
No les creo cuando hablan de sustentabilidad, el lucro no es sustentable. No les creo cuando incorporan a su retórica la cuestión del calentamiento global, que ustedes mismos han colaborado en provocar.
No los culpo de todo, les concedo esa pequeña prevenda, no obstante han tenido y tienen muchos colaboradores que permiten y fomentan sus actividades.
Aquí la selva retrocede día a día; los ríos están muertos, domesticados, lo que antes eran hermosos destellos de luz en las costas, hoy son charcas infectas, estanques que nos minan de mosquitos e insectos portadores de dengue, fiebre amarilla, leishmaniasis y otras enfermedades tropicales. El agua buena no abunda, el suelo se ha empobrecido en grados alarmantes, la gente resiste como puede, mal vendiendo los productos de su chacra, cada vez más escasos, cada vez peor pagados. Las comunidades indígenas siguen sufriendo invasiones en sus tierras, depredación de su flora y fauna, abandono, marginación.
En todas estas tristes historias, la presencia de quienes llevan adelante actividades económicas que se centran en el enriquecimiento personal o empresarial, que ponderan la explotación rapaz de los recursos antes que cualquier otro fin, ha estado presente y sigue siendo el pan nuestro de cada día.
Por favor, alguna vez, háganse cargo de lo que les corresponde.
26/08/2009
Ignorancia, por jorge Pujato
En FORESTAL tenemos un problema, las verdades son a largo plazo, entonces cualquier ignorante puede decir culaquier cosa, total dentro de 20, 30 o 50 años o mas aun, quien se lo va a sacar en cara.
Soy Ing Ftal, egresado en Sgo del Estero, Vivo hace 30 años en Misiones, pero trabajo en toda la Mesopotamia. He trabajado tanto en temas de conservacion como de produccion forestal: Tengo en mi haber que me hayan puesto una escopeta en la cara haciendo de guarda parque, miles de hectareas de areas actualmente protegidas se deben a mi accionar; he enfrentado a mafias de depredadores de selva nativas. Por otro lado he tenido activa participacion en la capacitacion, como es el CTM de Misiones, he trabajado en la produccion de material mejorado para plantaciones forestales, etc, etc. En el 2002 creamos AFOME, Asociacion Forestal Mesopotamica, con la que buscamos representar a unos 15.000 productores forestales medianos, pequeños y muy pequeños de toda la region - no son en su mayoria forestales puros, sino agricultores que incorporan al cultivo forestal en sus actividades productivas - y asi podria seguir. Es facil, se puede poner mi nombre mas quizas AFOME en google y tendran informacion. No publico en revistas cientifcas,sino en diarios. Lastima que muchas paginas de estos no son subidas a la web, como los articulos sobre politica forestal, especies nativas, etc escritos en el suplemento Eco y Agro del diario Primera Edicion. Idem muchos suplementos de EL territorio. Tambien tengo muchas frustaciones, como no haber conseguido que se cree la Estacion Forestal sobre bosques nativos en el arroyo Uruzu, en el Parque Uruguai, o como no haber podido crear un parque en la zona del Arroyo El Soberbio, o la instalacion de tres rodales semilleros de Araucaria angustifolia, el primero en la ex estacion del IFONA en San Antonio donde el INTA pone ensayos de Pinos en vez de ampliar el area con Araucarias, etc, todas en Misiones.
Para que toda esta perorata. Tome a FORESTAL como PROFESION, MODO DE VIDA Y AMOR. Por eso me duele cuando un señor que se auto define como periodista como Aranda se despacha con un monto de estupideces, mentiras, tergiversaciones, etc. L a funcion de un periodista es informar la verdad, o al menos con objetividad. este señor se ha apartado de esa regla basica de esa profesion.
Por lo demas, al cultivo de los Pinos y los Eucaliptos nadie lo impuso, no se debe a ninguan conspiracion internacional o cosa por el estilo, se probaron, anduvieron y los productores lo adoptaron. Asi de simple, o creen que los productores van a hacer un cultivo que no le es redituable, o que si hay una especie que les conviene mas no lo van a adoptar. Y la ley 25080 beneficio mas a miles de pequeños u medianos productores que a las mega empresas, por eso fue AFOME que pidio y consiguio su prorroga tal como esta, en vez de desglozarla en dos como proponian otros. Eso si, tal como decimos en nuestros articulos, preferimos un modelo de desarrollo forestal mas parecido al frances que al chileno, por dar ejemplos. Ppor mas que tengo odio viceral por Menem y su gobierno, no puedo ignorara que se trata de un presidente electo, re electo y recontra electo. Estas empresas extranjeras vinieron y se instalaron bajo las garantias de su gobierno, ya estan aca, debemos respetarlas y buscar la forma de desarrollar de ahora en mas un sistema mixto, en el que podamos convivir ellos y nosotros. El señor Aranda, cuando ataca la ley 25080 no lo hace contra estas empresas multinacionales sino que ataca a los 15.000 productores que en la Mesopotamia forestan gracias a ella.
Señor Aranda, usted actuo con mucha mala fe o con mucha ignorancia, Haga el favor de instruirse mas y corriga sus gruesos errores.
26/08/2009
Aprendiendo de Chile, por Elizabeth Díaz
Un aporte interesante a este debate puede ser este extracto de un estudio de dos ingenieros forestales chilenos donde analizan los impactos del modelo forestal de ese país sobre las poblaciones que habitan en las zonas forestadas.
“Una de las mayores contradicciones del sector forestal chileno es que mientras ha habido un crecimiento notable de las exportaciones forestales a partir de plantaciones de pino y eucalipto principalmente distribuidas en las Regiones VIII y IX, la población de esas Regiones no ha visto mejorada su calidad de vida. Durante el rápido proceso de expansión de las plantaciones (principalmente durante los 70 y 80) ocurrieron problemas de migraciones, crecimiento explosivo de pueblos bien establecidos y de desempleo. En la actualidad la actividad forestal en Chile se concentra desde las Regiones VII hasta X, y son justamente estas cuatro Regiones las que tienen los Indices de Desarrollo Humano (IDH) más bajos. Según datos del gobierno, entre 1990 y 1998 las Regiones VIII y IX han sido aquellas con mayor cantidad de pobres (40,5% en promedio en 1990 y 27,3% en promedio en 1998) e indigentes (15,2% promedio en 1990 y 8,5% promedio en 1998). De acuerdo a la misma fuente, la relación entre pobreza y distribución del ingreso es evidente de acuerdo al Coeficiente de Gini: en 1998 las Regiones VIII y IX presentaban las peores condiciones de distribución del ingreso en Chile. Por áreas particulares, la IX Región es aquella con un mayor porcentaje de gente que recibe salud entre regular y muy mala (41,7%), y en educación, las Regiones VII, X y IX son aquellas con mayor porcentaje de población entre 4 y 17 años que no asiste a un establecimiento educacional. Más aún, la VIII Región, que concentra las mayores superficies de plantaciones de especies exóticas, es también la más pobre y aquella con el porcentaje de población rural indigente más alto del país. Luego de la VIII Región, la IX Región es aquella de mayor actividad forestal en Chile y la de mayor concentración de población Mapuche. Los Mapuche en esta Región perciben la mitad de los ingresos y sus IDH en todos los aspectos son inferiores a los de la gente no Mapuche. Adicionalmente, en la actualidad existen severos conflictos entre empresas forestales o agrícolas y comunidades Mapuche por reclamos relativos a propiedad de tierras.
Aunque sería injusto atribuir los problemas señalados exclusivamente al sector forestal, los datos señalados sugieren al menos que éste no ha contribuido a mejorar la situación socioeconómica de los habitantes de estas regiones, ni siquiera a nivel rural. Para ilustrar, entre los años 1987 y 1996 las Regiones VII, VIII y IX, además de la III, fueron las que registraron peores índices de superación de la pobreza, mientras que las exportaciones forestales durante el período fueron en ascenso. Esto se explica, entre otros factores, por los bajos sueldos de los trabajadores, factor que justamente ha ayudado a atraer capitales al sector forestal chileno.”
[Donoso, Pablo y Otero, Luis (2005).- Hacia una definición de país forestal: ¿Dónde se sitúa Chile? Bosque (Valdivia) v.26 n.3. Valdivia, diciembre.]
25/08/2009
Comentario...., por Carlos Alberto Suárez
Creo que la base de toda convivencia es el equilibrio. El verdadero tema es la administración de los recursos de manera que se posibilite producir y conservar.Lo que pasa es que hoy es más facil notarlo, pero hace 30 años, donde la mitad de los términos que se usan hoy se desconocían la cosa era solo meterle para adelante. Estoy lejos de Misiones, pero he visitado esa provincia muchas veces, y aunque es probable que se hayan cometido errores - cosa que ocurre cuando uno hace cosas - lo natural y lo nativo es todavía muy importante, valioso y amplio y creo que la gente de esa provincia está muy dispuesta a cuidarlo. Mientras tanto han generado una cadena de valor muy importante, que es un verdadero sustento económico para muchos misioneros.

Si tuviéramos que hacer las cosas de nuevo hoy, quizás en cada proyecto reservaríamos una parte de la tierra sin desmontar para que haya un mayor equilibrio entre lo productivo y lo natural. coincido con Stirnemann en que a densidades más razonables se "destapa" un potencial impensado del sotobosque que puede (y debe, diría yo) ser utilizado com una fábrica de dos pisos, y allí pueden haber especies nativas, ganadería, muchas otras plantas productivas adaptadas a la sombra parcial (palmitos, palmeras ornamentales, flores tropicales, jengibre, y una enorme lista de cosas) y allí habrá un techo de árboles en crecimiento, pero también una actividad económica debajo,.....y con esa consideración, eso del mudo y sombrío desierto verde perderá un poco de consistencia.

Si hablamos de economía, 36 millones de has de Bosques nativos digamos maltrechos en honor a las damas lectoras producen un promedio de 1 millon de toneladas anuales de productos,.....por otro lado un millón de has de bosques cultivados producen 8 millones de toneladas anuales de productos forestales!! No quiero decir con ello que hay que erradicar los bosques nativos!!!

Volviendo al principio, la clave es asignar proporciones adecuadas a cada cosa (obra compleja y sabia si las hay) pero seguro que todos estamos de acuerdo. una parte de producción intensiva complementada con usos múltiples simultáneos, otra parte de usos intermedios con actividades relativamente suaves con el ambiente, y otra parte de conservación de ambientes naturales y sus componentes y a tratar de vivir con lo mejor de las tres cosas.

Hoy han proliferado quienes reniegan de la agricultura, la ganadería, la minería y la forestación, entre otras actividades, y desde su depto.quemando gas y gastando corriente con ganas, con cama, mesa, cuna, puertas, ventanas, diarios y libros, hechos con madera, disfrutan de su verdurita, bife ancho y frutas de primicia hechas aquí en lo que fué un bosque, llevadas allá por medio de enormes y gastadores camiones contaminentes,.... se ponen su remerita y pantalón hechos de algodón del chaco y la camperita de lana de la patagonia, obtenida gracias al destierro de los pobres guanacos,......y tienen mil cosas de plástico, hecho con petróleo y otras mil de metales y también los ofende la minería. Esa gente piensa que porque le regalan 50 pesos a alguna organización y porque tienen una maceta con perejil, a la que le hecahn la yerba - ex selva misionera - usada o porque tienen pilas recargables, hechas metales raros sacados de la puna salteña son lo más amigables que hay con el ambiente. Y no caen en la realidad de lo que son.

Agradezco al autor la posibilidad de expresarnos y de esa manera enriquecernos con otras opiniones, de paso ayudando a formar las propias y ajenas. Comparto lo de los errores y excesos como algo penoso, pero creo que de allí a renegar de todo hay mucha distancia. Ojalá que poco a poco los argentinos nos acomodemos de una manera realista a las necesidades y previsiones ambientales imprescindibles de cara al futuro.
18/08/2009
O exemplo de Conceição da Barra, Brasil., por marcelo calazans
Vejo o debate no Cone Sul sobre os plantios em larga escala de eucalipto de rápido crescimento, e penso logo em Conceição da Barra, uma municipalidade no extremo Norte do Departamento do Espírito Santo, fronteira com a Bahia, no Brasil, onde empresas como Aracruz Celulose e Suzano possuem boa parte de seus plantios homogêneos.

Em Conceição da Barra cerca de 68% da área municipal está coberta de eucaliptos desde o final dos anos 60 e início dos 70. De fato, se esse tipo de monocultura gerasse desenvolvimento econômico, social e ambiental, não teria expulsado tantas famílias camponesas e afrodescendentes deste território, não teria provocado o desaparecimento de tantos rios e córregos, não estaria Conceição da Barra entre os piores indicadores sociais e ambientais de todo o departamento do Espírito Santo.

No Brasil conhecemos esse modelo chamado de florestal desde os anos da ditadura militar, quando as grandes corporações aqui se estabeleceram, plantando eucalipto para os setores de celulose e siderurgia. Hoje temos mais de 5 milhões de ha de plantações, afetando a vida de comunidades tradicionais, indígenas, afro-quilombolas, campesinos, sem terras, provocando forte concentração de terra, contaminação de água via agrotóxicos, afetando profundamente a biodiversidade da Mata Atlântica, do Cerrado, dos Campos Sulinos e mais recentemente da Amazônia. Em geral, a história das plantações de eucalipto se confunde com a história de devastação desses biomas.

Em 40 anos de experiência e convívio com esses plantios foram elaboradas muitas pesquisas, teses, dissertações a respeito dos graves impactos das monoculturas sobre o meio ambiente e a população onde se instalaram. Já se formou um corpus científico considerável, em várias universidades e centros de pesquisa no Brasil, crítico a esse tipo de projeto "florestal". Há também forte resistência na sociedade civil brasleira, contra as plantações químicas de árvores.

E pior que mais de 90% da produção de eucalipto nesta região está destinada a abastecer o consumo de papéis descartáveis no Norte!

Conceição da Barra, ninguém merece esse destino.

Marcelo Calazans
Sociólogo, Coordenador da Federação para Assistência Social e Educacional (FASE)
Membro da Rede Deserto Verde e da Rede Latino Americana contra Monocultivos de Árvores.

18/08/2009
Pobre críticas a un gran artículo, por por Ricardo Carrere, Técnico Forestal
A diferencia del autor de este artículo, sus indignados detractores apelan a una serie de argumentos muy poco serios, basados más en sentimientos que en razonamiento. A modo de ejemplo, Marcelo Bosch dice que el Árbol “además es Verde y es hermoso verlo crecer.” Agrega que “El Bosque implantado es la contracara de la violencia del hombre contra la naturaleza.” Y que “Sólo un seudoactivista puede mostrar al Arbol como el malo de la película.”

Que se sepa, el autor en ningún momento ataca al Árbol (así, con mayúscula) ni dice que no sea hermoso verlo crecer (también es hermoso ver crecer a un hijo, aunque no sea verde). En realidad, eso no tiene nada que ver con lo que se discute. Lo que sí está en discusión es la segunda parte de lo que dice Bosch: lo que él llama “Bosque implantado” es en realidad un monocultivo de árboles, cuya instalación implica violentar la naturaleza local. El “malo de la película” no es el árbol, sino las empresas (y los técnicos) que los instalan en plantaciones a gran escala, que resultan en graves impactos sobre suelos, agua, flora, fauna y comunidades locales. Emulando al Sr Bosch, se podría decir que sólo un “seudoprofesional” puede mostrar a los monocultivos de árboles como “bosques”.

Siguiendo la línea “argumental” de Martin Pinazo (“El articulo es un verdadero mamarracho”) se podría decir que su respuesta “es un verdadero mamarracho”. Si hubiera leído el artículo con un mínimo de seriedad, se habría percatado que no está centrado ni en el té, ni en la yerba ni en el tabaco. Su centro son los monocultivos de árboles. No tengo la menor duda de que lo que sostiene Pinazo sobre esos otros monocultivos es correcto y que sus impactos son gravísimos, pero la pregunta no es esa sino: ¿qué opina sobre las plantaciones de pinos? Al respecto, lo único que dice es que “No soy defensor de las plantaciones forestales”. Sería muy útil que dijera por qué no lo es.

Victor Marecos critica al artículo por la “absoluta falta de sustento técnico de muchos conceptos y falacias volcadas en la misma”. Lamentablemente, no hace ningún aporte para “ilustrar” al autor sobre sus supuestas falacias y solo encuentra el argumento de afirmar que las plantaciones de árboles son menos malas que la soja y el tabaco. ¡Como si eso alcanzara para hacerlas sustentables!

Finalmente, Eduardo G. Stirnemann se manifiesta “defraudado” porque el periodista no incluyó todas sus posiciones en el artículo. Seguramente tampoco lo hizo con todas las demás personas que entrevistó ni tampoco incluyó todo lo que leyó sobre el tema. Lo que hizo, como todo buen periodista, fue consultar a las distintas fuentes y luego escribió la nota de acuerdo con las conclusiones a las que arribó. Stirnemann parece no estar enterado de que el “mote” de “desiertos verdes” que se aplica a este tipo de monocultivos de árboles no fue inventado en Misiones, sino que es ampliamente usado en muchos otros países, porque refleja la esencia de lo que significan para la biodiversidad local. Para su información, el movimiento brasileño contra el avance de los monocultivos de árboles en Espirito Santo, Bahía, Minas Gerais y Rio de Janeiro se llama “Red Alerta contra el Desierto Verde”. Lo que cuenta de las plantaciones de Misiones suena muy bien, pero yo he estado personalmente en esa provincia recorriendo plantaciones de pinos y puedo afirmar que el “mote” les cae como anillo al dedo. Al igual que otros, Stirnemann también se ve obligado a comparar los monocultivos de árboles con las plantaciones de “Yerba mate, de Te, de Citrus, de Esencias, de Tabaco, de maiz, etc.” En definitiva, solo para decir que las plantaciones de árboles son menos malas y que el periodista debería haberlo dicho. Ambas cosas son muy discutibles.

Es interesante como Stirnemann intenta quitarle importancia al tema de la concentración de la tierra vinculada al sector forestal. Dice que “La tendencia en general en Misiones, salvo el caso de tres o cuatro empresas, es a la subdivisión de la tenencia de la tierra. Cuando me refiero al caso de las empresas que están concentrando tenencia de tierra, el caso emblemático es Alto Paraná S.A., que desde mi punto de vista es negativo para un equilibrio económico en la provincia de Misiones, en lo que hace a concentración de producción primaria.” Sería bueno saber si alguna vez denunció esa situación como lo hace Aranda, quien aporta la cifra de 233.000 hectáreas en manos de dicha empresa chilena, que equivalen al 10% del territorio de Misiones.

En resumen, ninguno de los argumentos aportados hasta este momento tienen la solidez suficiente para cuestionar, ni en general ni en lo puntual, la seriedad del artículo en discusión. Felicito al periodista por su excelente y bien documentada nota.


18/08/2009
para los Ingenieros Forestales , por maria perez
Veo que muchos Ingenieros Forestales han comentado la nota del Sr. Aranda. Planteo este comentario
para qué quiénes lean éstas críticas, sepan que hay otra corriente de Ingenieros Forestales que están
de acuerdo con los planteos que la nota propone, incluyo aquí la versión completa de la Declaración de Forestales de diversos países que denuncian los graves problemas que los monocultivos de árboles generan:

Los monocultivos de árboles no son bosques
Declaración de profesionales y estudiantes forestales

A nivel de todo el mundo los gobiernos están promoviendo activamente la expansión de monocultivos de árboles a gran escala, a pesar de los graves impactos sociales y ambientales ya constatados en las plantaciones existentes. Quienes impulsan este modelo afirman que las plantaciones son bosques, lo cual no es cierto. Las plantaciones no son bosques. Lamentablemente, muchos de nuestros colegas forestales apoyan ese modelo y nuestras instituciones de enseñanza continúan preparando nuevas generaciones de profesionales forestales formados para perpetuar y ampliar este tipo de modelo forestal que pretende ver bosques donde no los hay.

Es por ello que consideramos necesario afirmar públicamente, no sólo que los monocultivos de árboles no son bosques, sino que tales plantaciones resultan o han resultado en la destrucción de nuestros bosques nativos y de otros ecosistemas igualmente valiosos que sustituyen.

En todo el mundo, quienes conocen mejor este tema son las poblaciones locales que sufren directamente los impactos, tales como:

- Pérdida de biodiversidad (alimentos, medicinas, leña, materiales para vivienda, artesanías, entre otros)
- Alteración del ciclo hidrológico, que resulta tanto en la disminución y agotamiento de fuentes de agua, así como el aumento de las inundaciones y deslizamientos.
- Disminución de la producción de alimentos
- Degradación de suelos
- Pérdida de culturas indígenas y tradicionales dependientes de los ecosistemas originales
- Conflictos con empresas forestales sobre tenencia de la tierra en territorios indígenas y de otras comunidades tradicionales
- Disminución de fuentes de empleo en zonas de tradición agropecuaria
- Expulsión de la población rural
- Deterioro del paisaje en zonas turísticas

Es por ello que los profesionales forestales que aspiramos a la conservación de los bosques y que reconocemos los derechos básicos de los pueblos que allí habitan debemos ponernos del lado de quienes verdaderamente defienden los bosques –las comunidades locales– y oponernos a la expansión de estos monocultivos.

Queremos resaltar que este proceso no se inicia hoy, sino que tuvo su punto de partida en Porto Alegre, durante el Foro Social Mundial 2005. Allí un grupo de estudiantes y profesionales acordamos en la necesidad de “otra formación forestal relacionada con una forma diferente de ver el mundo, en la cual los bosques no sean vistos simplemente como madera sino como lo que son: ecosistemas diversos de flora, fauna y pueblos de los bosques”. Como parte de esa línea de pensamiento, l@s participantes nos manifestamos claramente "en contra de la implantación de extensos monocultivos o grandes plantaciones homogéneas de árboles".

En ese marco, hacemos entonces hoy un llamamiento a estudiantes y profesionales forestales a adherirse a la presente declaración y a iniciar un proceso, dentro y fuera de los centros de estudio, que permita que quienes ingresamos a esta profesión podamos hacer lo que en ese momento pensamos que iríamos a hacer: defender los bosques y los pueblos que dependen de los mismos.
18/08/2009
EL ARBOL EN EL OJO NO DEJA VER EL BOSQUE, por Eduardo G. Stirnemann
Fui uno de los entrevistados por Dario Aranda para la publicación de la nota. Realmente me siento defraudado, ya que hablamos de todos los temas abordados en la nota, en los que expuse opiniones totalmente contrarias a las que él, desde su posición de creerse el dueño de la verdad, defiende en una actitud intransigente. De todo lo que hablamos durante mas de media hora, solo tomó lo que medianamente podría servir para reforzar su posición. Personalmente aunque no la comparta, respeto su posición, pero desearía que el también de a conocer la mia en toda su amplitud, y que los lectores saquen las conclusiones. Entre otras cosas hablamos de los bosques implantados en Misiones. De que aun hoy siguen recibiendo el mote de "desiertos verdes" que le endilgaron en el comienzo de su cultivo. Hace 40 años atrás, cuando se comenzó el cultivo masivo de pinos en Misiones si estaba bien aplicado ese nombre, porque el objetivo en ese momento era producir madera para la industria del papel. Se estaba agotando la materia prima nativa utilizada (araucaria) y había que reemplazarla por otra. Es así que desde el Estado promueven el cultivo de especies alternativas, obligando a la implantación en densidades superiores a las 2000-2500 plantas/ha. Estas densidades generaban un exceso de sombra que impedian el desarrollo de casi cualquier tipo de vida vegetal bajo dichas plantaciones. Pero desde inicios de la década del 80, con la instalación de industrias del aserrío el objetivo de dichas plantaciones se modificó totalmente, y con ello las prácticas silviculturales. Hoy las forestaciones de pinos y eucaliptos tienen una densidad inicial de entre 800 a 1200 plantas/ha, y se ralean fuertemente a partir del 4to-5to año, para permitir el engrosamiento de los árboles para obtener rollos destinados a la industria del aserrío, con los que se obtienen mayores beneficios económicos. Es así que dentro de los bosques implantados se desarrolla un sotobosque de especies nativas muy variado, y también podemos observar animales de toda la cadena trófica, hasta los depredadores mayores como el tigre. Por supuesto no se alcanza las características de un bosque nativo, pero comparado con otros cultivos, los impactos y el pasivo ambiental es muy inferior al de cualquier otro uso alternativo del suelo de los que el defiende. Todos sabemos que en una plantación de Yerba mate, de Te, de Citrus, de Esencias, de Tabaco, de maiz, etc, solo se desarrollan estas especies ya que el resto se elimina con carpidas, y en la mayoria de los casos con herbicidas que se aplican todos los años en grandes cantidades. Y en estos cultivos también se utilizan gran cantidad de insecticidas muy potentes para controlar diversas plagas. En un bosque implantado, donde el turno de rotación es de entre 18-25 años y a veces mas, si se usa herbicida es solamente durante el primer año de implantación, y durante los restantes 17-24 años no se utiliza ningún agrotóxico. Y no todos los productores usan herbicidas, ya que muchos realizan control mecánico de limpieza durante el primer año. Con esto no quiero objetar los demás cultivos, ya que los mismos dan sustento a muchas familias misioneras. Pero en la mayoría de los casos, con los precios actuales y la falta de políticas adecuadas de este gobierno, solo constituyen un medio de subsistencia. El cultivo de pinos, eucaliptos y otras especies, avanzó en Misiones por ser mucho mas rentable, aun para el pequeño productor, que los cultivos tradicionales.
Aquí debemos agregar, en honor a la verdad, que muchas de las "Organizaciones Sociales" que defienden el esquema de pequeños productores empobrecidos, sin posibilidades de desarrollo; en realidad esconden su interés por obtener y manejar en provecho propio de los fondos y subsidios, tanto estatales como privados disponibles para programas de desarrollo. Y el pequeño campesino recibe solo migajas de los mismos, la mayoría de las veces solo en forma de talleres y charlas, pero nada concreto que les sea de utilidad para salir de la miseria.
También hablamos de las tabacaleras, que hoy son las principales responsables de que en Misiones se siga perdiendo bosque nativo. Son ellas las que disfrazan trabajo casi esclavo con un esquema de pequeños campesinos. Ellas son las que les proveen insumos y mercaderías a los pequeños productores para que sigan avanzando sobre propiedades privadas, rozando el monte nativo sin ningún tipo de control por parte del estado. Insumos estos que se lo cobran a precios inflados mientras la producción la pagan a precios irrisorios. Y no hablemos de estabilidad laboral, aportes patronales, seguridad social, jubilación para estos trabajadores encubiertos de las grandes compañías tabacaleras internacionales. Nada de esto reprodujo D. A. en su nota. Será por la alta recaudación que obtiene el gobierno en impuestos a los cigarrillos y que sirve para comprar muchas voluntades???
D. A. habla del avance de las empresas sobre los campesinos. La realidad es totalmente contraria a lo que el manifiesta. La tendencia en general en Misiones, salvo el caso de tres o cuatro empresas, es a la subdivisión de la tenencia de la tierra. Cuando me refiero al caso de las empresas que están concentrando tenencia de tierra, el caso emblemático es Alto Paraná S.A., que desde mi punto de vista es negativo para un equilibrio económico en la provincia de Misiones, en lo que hace a concentración de producción primaria. Las grandes propiedades fiscales que pasaron a manos privadas hace unos 120 años atrás, se fueron subdiviendo. Primero las tierras mas aptas para cultivos agrícolas donde se asentaron las colonias, hoy en su mayoría ciudades, a principios del siglo pasado. Luego los remanentes de esas tierras se fueron subdiviendo y vendiendo a otros propietarios distintos a los originales. Aun hoy la tendencia es a la subdivisión de las tierras de uso forestal. Por otra parte tenemos el caso de las colonias mas antiguas de Misiones, ubicadas en la zona sur de la provincia, donde la subdivisión de la tierra, el cultivo de especies esquilmantes (tabaco, maiz, etc.), la nula rentabilidad de los mismos, el alto índice de natalidad, entre otros factores, obligó a un importante éxodo interno de estas poblaciones. Aquellos con alguna formación distinta se fueron a las grandes ciudades, en muchos casos a engrosar los cordones de población indigente. Otros, los que solo tenían habilidades para trabajar la tierra, fueron ocupando las tierras fiscales ubicadas en la zona noreste de la provincia. A partir del gobierno de la UCR en 1983, cuando se dió inicio a la regularización de la tenencia de estas tierras fiscales a las familias ocupantes, los mismos fueron vendiendo estas chacras para avanzar sobre las tierras de propiedad privada. Y la realidad hoy es que los pequeños campecinos, y muchos avivados en el medio, avanzan sobre las propiedades privadas con monte nativo, arrasando con los mismos. Muchas de estas familias apenas si hablan el castellano, ya que muchos son originarios del Brasil y se benefician irregularmente con la Ley de Amnistía para Indocumenados. Esta ley permite que cualquier persona con el apoyo de dos testigos mayores que el, que afirmen que lo vieron nacer en Argentina, pueden obtener DNI sin mayores complicaciones. Aun en forma mas rápida que para un trámite normal de cualquier ciudadano argentino. SON VOTOS, TODO VALE.
De esto y mucho mas hablamos con D. A. Como mis opiniones no eran coincidentes con su forma de pensar, nada de esto publicó, cuando lo acertado es escuchar todas las opiniones, ya que nadie es dueño de la verdad absoluta. Posiblemente en algunos de mis pensamientos esté equivocado, por eso escucho las opiniones de los demás. A los responsables de esta página, gracias por permitir el disenso, es la única forma de acercarnos a la verdad. Saludos
17/08/2009
El árbol, enemigo de la humanidad?, por Victor Marecos. Ingeniero Forestal
Sr. Darío Aranda:

Como verá, su nota ha tenido una alta repercusión, por lo menos en nuestro sector, pero lamentablemente negativa, por la absoluta falta de sustento técnico de muchos conceptos y falacias volcadas en la misma.
Como ya le propusiera el colega Martín Sánchez Acosta, le recomiendo que consulte a las demás instituciones y organismos de referencia, tanto públicos como privados, como así también a profesionales con experiencia en la materia para que puedan ayudarlo a desarrollar una idea más acabada de la realidad forestoindustrial de la Argentina.
Lo lamentable es su premeditada consideración del árbol y su respectivo aprovechamiento, en un mismo plano de igualdad con relación a otras actividades productivas que lleva adelante el hombre en la actualidad. Nada más ejemplificador para demostrar cuán alejado está su consideración de la realidad, que analizar dos actividades agrícolas altamente negativas para el medio ambiente, como lo son el tabaco y la soja.
Como ya se explayara un colega, todos conocemos la realidad y las consecuencias del cultivo de tabaco en la Provincia de Misiones. Quiero traer el caso de la soja al debate, y en particular, por mi asombro al leer en el Suplemento Rural de Clarín (15/8/2009), http://www.clarin.com/suplementos/rural/2009/08/15/r-01978592.htm, y descubrir cómo las fuertes presiones y lobby de las multinacionales (este lobby si que es en serio, no como el forestal que usted menciona), permanentemente buscan la expansión de la frontera agrícola a regiones hasta no hace mucho impensadas por todos nosotros.
“La expansión sojera: Una experiencia en Chubut” destaca alegremente el título de la nota y podemos ver que se trata de un proyecto de la Escuela Agrotécnica Nº 733, cercana a la localidad de Gaiman. Si bien, la idea que plantean es el cultivo de la oleaginosa, con el doble objetivo de instrucción didáctica en el instituto agrotécnico y con fines pastoriles, no puedo dejar de pensar “soja en la Patagonia!!!”… Se dice que luego de la soja viene el desierto… “desierto en el desierto!!!”… No le parece que en este ecosistema el árbol y los bosques pueden ser mucho más “saludables” para todos?... para reflexionar.
Por otro lado, un tema muy preocupante que Usted puso en el tapete de la opinión pública en general es su opinión, también creo premeditada y sin falta de soporte técnico, respecto al XIII Congreso Forestal Mundial, que se realizará en la Argentina en el mes de octubre por segunda vez en la historia (la primera en 1972), siendo el único país que ha tenido este privilegio. Entiendo que Usted lo cataloga casi exclusivamente como un ámbito de negocios. Lo invito a visitar la página del máximo encuentro internacional que tenemos en el sector, http://www.cfm2009.org, y ver la amplitud de temas de interés no solo para los forestales sino para el beneficio de todo el planeta. Acá, reconozco, hice un “corte y pegue” y le presento resumidamente las principales líneas temáticas:
1. Bosques y biodiversidad.
2. Produciendo para el desarrollo.
3. Los bosques al servicio de la gente.
4. Cuidando nuestros bosques.
5. Oportunidades de desarrollo.
6. Organizando el desarrollo forestal.
7. Gente y bosques en armonía.
Todos nosotros quedamos a la espera de sus comentarios, si realmente tiene la intensión de interiorizarse y estudiar con criterio técnico, las reales desventajas y beneficios de la actividad forestal y su industria conexa.
Atentamente.

Victor Marecos
Ingeniero Forestal
11/08/2009
BOSQUES Y MONOCULTIVO, por Martin Pinazo
El articulo es un verdadero mamarracho y suguiero al autor informarse correctamente para hacer su trabajo de manera profesional. No soy defensor de las plantaciones forestales pero hay que hablar con la verdad. Las comparaciones de las forestaciones de Pinos con los cultivos de Yerba, Tabaco y Te en Misiones no resisten el menor analisis. Creo qie existes pocos cultivos mas agresivo que el tabaco...que exige desmonte total, un alto imput de agroquimicos y que se realiza en terrenos no aptos para desmonte (excesiva pendiente). Adicionalmente los efectos de agroquimicos en los colonos es notable: aumento de cancer, nacimientos con deformaciones, etc. El cultivo de Yerba Mate se realiza mediante desmonte total, se implanta unicamente Yerba y tradicionalmente se realizan laboreos intensivos de suelo.....el resultado es la degradacion de los terrenos, baja de la produccion entre otros. En el caso del Te, se realiza desmonte total, se implanta como monocultivo y con el agravante de la dificultad de erradicar el cultivo si el colono decide cambiar hacia otro tipo de cultivo, salvo que este dispuesto a utilizar toneladas de herbicidas similares al "agente naranja" utilizado en Vietman durante la guerra. Claro muchos de estos cultivos, como la yerba, podrian hacerse bajo monte pero el precio de la misma se iria a las nubes...entonces...estamos dispuestos a pagar 10 US por un kilo de yerba...escucho oferta señores.....seria la solucion. Ademas si en un ambiente como Misiones queremos hacer los cultivos de manera tradicional de corte, quema y uso de la tierra por 2 0 3 años, como se realiza en todos los ambiente tropicales, deberiamos pensar donde mandamos la gente ya que con el aumento de la poblacion deberiamos acelerar los tiempos de barbecho y por lo tanto la productividad no seria la misma y deberiamos vivir con menor alimentos o utilizar mas tierras....entonces que hacemos....ni hablar si analizamos la biodiversidad en los cultivos propuestos....Insisto no soy defensor de las plantaciones forestales, pero tampoco creo que sea el demonio. Cual es la alternativa productiva? sera la soja que se siembra en Brasil y Paraguay cruzando el rio nomas?. Actualmente con la crisis mundial el mercado de la madera esta deprimido.....este seria el momento de proponer el cambio......escucho propuestas.....Sin embargo ultimamente es comun escuchar a los que se oponen a las forestaciones quejarse de la falta de trabajo en aserraderos y en la region como consecuencia de la crisis y esperan que el mercado se reactive para que todo vuelva a la normalidad.....ES MAS, HE VISTO A ACERRIMOS OPOSITORES A LAS FORESTACIONES Y PASTERAS, ACTIVISTAS SOCIALES, DEFENDER Y PEDIR LA REAPERTURA DE LA PASTERA DE PUERTO PIRAY (UNA DE LAS MAS CONTAMINANTES QUE SE PUEDA IMAGINAR) COMO SOLUCION PARA LOS EMPLEADOS CESANTEADOS....QUE LOCURA NO? EN VEZ DE PROPONER LA ALTERNATIVA PIDEN POR EL DEMINIO...que se le va a hacer...la necesidad tiene cara de hereje...saludos.....Martin Pinazo
11/08/2009
El avance de industrias extractivas, por Gustavo Cetrangolo
Hiciste “corta y pegue “ a medida de tu ideología. Mapuches sobrepastorean los bosques nativos y se calientan con madera de pino. En Misiones los “campesinos” eliminan los árboles para plantar. Que proponés? Qué producción sustenta 1.100.000 habitantes de Misiones.
11/08/2009
Mejor es el desierto!, por Marcelo Bosch
Para el autor de esta nota pareciera que el desierto y la arena es VIDA y el Arbol es malo, porque quita biodiversidad. Su ignorancia es tal que desconoce lo que sucede con el suelo, la microflora, la fauna y el ambiente en general. SI, el árbol es generador de ambiente. Da sombra y abrigo, protege de los vientos, genera oxígeno, fija la tierra, da madera y a veces frutos comestibles, se puede sembrar pasto y mantener hacienda, da morada a las aves, mamíferos e insectos. Y además es Verde y es hermoso verlo crecer. El Bosque implantado es la contracara de la violencia del hombre contra la naturaleza.
Sólo un seudoactivista puede mostrar al Arbol como el malo de la película. Seguramente que este Señor se deleitará mirando otras "maravillas de la humanidad" como las autopistas o los estadios de futbol, o quizás la pantalla de su ultimo celular. Seguramente este Señor nunca vivió en el desierto, ni necesitó refugio, ni fuego para calentarse. El hombre moderno cada vez conoce menos la naturaleza, pero esto no le impide hablar de ella.
Gestionemos nuestros recursos forestales como cualquier otra actividad, con inteligencia, justicia y visión de futuro. Nuestros hijos, nietos y bisnietos, seguramente nos agradecerán por haber contribuido a expandir el Arbol. Algunos otros preferirán la abstracta biodiversidad, de los desiertos.
05/08/2009
Forestas en Misiones, por Mario Pernigotti
Coincido con anterior comentario. Falta data. El autor dice: "siembra masiva de árboles es un fenómeno en crecimiento, pero con consecuencias silenciadas: pérdida de biodiversidad, altos consumos de agua y desalojo compulsivo de campesinos e indígenas..."
¿El árbol se siembra o se planta? ¿Vio el autor alguna vez una forestación?
Sabe el autor que la mitad de la superficie de Misones (cerca de 1,5 millón de hectáreas de las 3 millones que tiene la provincia) tiene zonas con bosques nativos? Si lo sabe, ¿por qué lo calla?
La forestación es una de las acciones más amigables con el medio ambiente. Y sí, los árboles se plantan para darles una utilización industrial. ¿O los pollos de criadero se los cría para mirarlos?
04/08/2009
Plantaciones forestales, por Dario Arana
El artículo de Darío Arana me parece falto de base cientifica. Confunde monocultivos con cultivos plurianuales, sino citrus - vid también serían monocultivos . No conoce la realidad forestal. Favor consultar a los que saben.
Martín Sanchez Acosta Ing. Ftal Ing. Agr.