48 % del suelo colombiano, amenazado por erosión

Idioma Español
País Colombia

A propósito de las alarmantes cifras que presenta el país en cuanto a erosión, salinización y desertificación del suelo, el Ministerio de Medio Ambiente invita a las autoridades ambientales a adoptar medidas que permitan proteger y recuperar los suelos.

48 % del territorio colombiano presenta procesos de desertificación, es decir, de erosión del suelo, lo que equivale a cerca de 49 millones de hectáreas de la superficie del país.

Según el Ministerio de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, la Región Andina es la zona más afectada con un 80 % del espacio afectado, puesto que en este sector el país avanza a un ritmo de 2.000 hectáreas por año.

Luz Helena Sarmiento, ministra de Medio Ambiente, expresó que “el 5 % de los suelos del país son altamente susceptibles a la salinización, es decir, acumulación de sales solubles en agua, lo que corresponde a aproximadamente 58.563 kilómetros cuadrados”.

Pero, ¿qué es la desertificación del suelo? ¿por qué se produce? ¿cómo prevenirla? y ¿qué impactos negativos representa para los ecosistemas la erosión del suelo?

Juan David Ramírez Soto, director de Calidad Ambiental Corantioquia, explicó que la desertificación del suelo se da por la pérdida de cobertura vegetal a partir de la sobreexplotación de sus recursos y los cambios climáticos, y son estas actividades las que hacen que se den transformaciones a causa de la falta de humedad, la práctica pecuaria y cambios en su estructura que impiden la reproducción de los ecosistemas de forma natural.

Agregó que “una de las formas más comunes que debería implementarse para evitar la deforestación de los suelos es por medio de la planificación, esa que permite conocer las características del suelo y en función de esto se les dé un uso adecuado para establecer el correcto uso del territorio”.

Es por esto que, según David Ramírez, Corantioquia viene adelantando diferentes acciones para mejorar las áreas degradadas desde la jurisdicción de la autoridad ambiental en Antioquia.

Estrategias de preservación del suelo:

Según información de Corantioquia en el Bajo Cauca, de la mano de la Gobernación de Antioquia, se identificaron 321.7 hectáreas de suelos degradados a causa de la minería donde se formularon propuestas de recuperación con la siembra de diferentes especies.

Ramírez reiteró que una de las estrategias de Corantioquia es proteger el patrimonio ambiental de Antioquia, específicamente haciendo énfasis en proteger el suelo de actividades humanas que pueda afectarlo.

Se viene adelantando importantes procesos de reforestación y mantenimiento de bosques en municipios como: Barbosa, Bello, Copacabana, Sabaneta, Caldas, Envigado, La Estrella, Itagüí, Girardota, Olaya, El Bagre, Angelópolis, Remedios, Santa Rosa, Heliconia, Andes, Venecia, La Pintada, Pueblorrico, Donmatías, Betulia, Anorí y Liborina.

Por otra parte, Sarmiento invitó a todas las autoridades ambientales para que refuercen las estrategias de preservación que permiten conservar los suelos del país.

Destacó que “el Ministerio con el apoyo del Fondo Mundial para el Medio Ambiente de las Naciones Unidas gestionaron recursos por más de 39 millones de dólares que se invertirán para garantizar el flujo de los bienes y servicios ambientales y así poder disminuir o erradicar los procesos de deforestación y desertificación”.

Agroecología, para la protección del suelo:

Según el Sistema de Información Ambiental de Colombia, Siac, en el país se aplican 499,4 kg de fertilizantes de síntesis química por cada hectárea cultivada, mientras que el promedio en América Latina es de 106,9 kg. El resultado de este exceso es mayor erosión de los suelos y menor productividad. Ante dicha problemática, la agroecología se presenta como una solución efectiva y menos costosa.

Alejandro González, director de Corantioquia, expresó que la agroecología es una de las prácticas más saludables y sostenibles que se está empleando en Antioquia para mejorar la calidad de vida de las personas, la del medio ambiente y los suelos.

Destacó que con esta práctica los campesinos están aprendiendo a usar diferentes técnicas que les permita erradicar el uso de químicos para salvaguardar sus cultivos, lo que significa que de alguna manera se están mejorando las formas de sostener el suelo.

Finalmente, Sarmiento reiteró que es necesario que entre todos se trabaje para mejorar la calidad de los suelos y lograr que estos se conviertan cada vez más en espacios fértiles y sostenibles para los ecosistemas y para la humanidad.

Gestión Integral del Suelo:

Según información del Ministerio de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, la Política para la Gestión Integral Ambiental del Suelo en Colombia, Gias, surgió a partir de las necesidades identificadas para el país, dada la importancia del suelo como recurso esencial para sustentar la producción de alimentos y proveer servicios ambientales fundamentales para la vida.

Como antecedentes del proceso de formulación de la política para la gestión integral ambiental del suelo, se desarrolló el convenio de asociación entre 2011 y 2012 con el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales, Ideam, mediante el cual se obtuvieron, entre otros, los siguientes productos:

-Diagnóstico nacional del estado del recurso suelo.

-Estructuración de lineamientos estratégicos para el diseño de la política para la gestión integral ambiental del recurso suelo en Colombia.

-Análisis y evaluación del estado actual de la erosión en las áreas seleccionadas.

Minambiente y protección del suelo:

El Ministerio de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible busca adoptar medidas para la conservación y protección del suelo en el territorio nacional. El suelo es indispensable y determinante para la estructura y el funcionamiento de los ecosistemas a través del soporte y la regulación de nutrientes y otros servicios ecosistémicos que facilitan el desarrollo de actividades humanas como la agricultura, la minería y los asentamientos humanos.

No obstante, el desarrollo de dichas actividades de forma no sostenible sumado al cambio climático está acelerando procesos de degradación del suelo, erosión, salinización y desertificación, los cuales traen como consecuencia no solo un desequilibrio en el sistema natural sino la afectación de actividades económicas a través de aspectos como la pérdida de la productividad del suelo, la inseguridad alimentaria y la pérdida de ingresos entre otros.

Objetivos:

1. Incrementar la atención dada al suelo dentro del cambio climático.

2. Movilizar apoyos a la gestión sostenible de tierras.

3. Hacer un llamado a la inclusión del suelo y su significancia en la seguridad alimentaria dentro de las políticas nacionales de cambio climático.

Fuente e imagen: El Mundo

Temas: Tierra, territorio y bienes comunes

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