«Las crisis ambientales no son ajenas a las crisis sociales»
El 5 de junio se conmemora a nivel global el Día del Ambiente, la jornada instalada por las Naciones Unidas sirve para concienciar sobre la crisis ambiental y llamar a la acción. En Paraguay, el modelo de agronegocios, el avance de la deforestación y la baja intervención estatal derivan en un ciclo de profundas crisis ambientales y sociales.

Guillermo Achucarro, ingeniero ambiental y destacado investigador en el ámbito de la Crisis Climática, señala que la jornada es propicia tanto a nivel global como particularmente en Paraguay para llamar la atención respecto a la crisis ambiental y climática que atravesamos en la actualidad. Agrega que además de concienciar sobre esta realidad es importante realizar un llamado urgente a la acción a fin promover la justicia ambiental.
Achucarro, indica que el caso de Paraguay es bastante particular, ya que somos el país más vulnerable al cambio climático en Sudamérica, «esto significa que nuestro país sufre de sobremanera, todas las consecuencias actuales del cambio climático, que van desde sequías, incendios forestales e inundaciones hasta epidemias de dengue o chikungunya». El investigador señala que esta vulnerabilidad encuentra su explicación en el Alto grado de desigualdad social y en la baja intervención estatal en términos de salud, educación e infraestructura.
«Por otro lado, somos el país más vulnerable porque somos el segundo país con mayor índice de deforestación en la región, sólo superado por Brasil», el hecho de que exista tanta deforestación en un territorio pequeño, hace que nuestro país sea mucho más vulnerable a cualquier fenómeno ya que nuestros ecosistemas se vuelven mucho más débiles, agrega Achucarro. Además, según el analista, las consecuencias de estos fenómenos son mucho más graves debido a la falta de preparación de la sociedad ante estos eventos, que impacta principalmente en los sectores más empobrecidos, lo que muestra una desigualdad climática y ambiental terribles.
Aproximadamente desde el año 2018 Paraguay viene sufriendo al menos un fenómeno climático extremo al año, en este periodo hemos atravesado por epidemias de dengue, que están vinculadas a la deforestación y al cambio climático, por extensas sequías y bajantes de los ríos, y también inundaciones.
«El último hecho fueron las inundaciones en el Chaco que afectaron principalmente a comunidades indígenas, entonces, debemos mencionar que estamos pasando de una crisis a la otra, y las crisis ambientales no son ajenas a las crisis sociales, primero porque se originan en un contexto de desigualdad social y también porque las crisis ambientales impactan en territorios donde no existe infraestructura para proteger a la población, garantizar el acceso a la salud, educación y otros derechos por lo que generan consecuencias sumamente nefastas a nivel social y económico” concluye Guillermo.