"Los compromisos con el FMI ratifican un modelo de país más dependiente, basado en el dominio de los monopolios y la explotación de su pueblo y sus bienes naturales, el estímulo a la especulación financiera y el extractivismo, la privatización de todo y mayor endeudamiento. Su costo será más pobreza, menos empleo, salarios y jubilaciones, mayor depredación, saqueo y pérdida de control territorial, menos inversión en derechos humanos fundamentales como el agua, la salud, educación, vivienda y transporte para empezar. Ni que decir de la pérdida directa de nuestro derecho a la autodeterminación y de herramientas claves de cualquier política económica soberana."