Feminismo y luchas de las Mujeres

Las deudas pendientes de la causa Berta Cáceres

A 39 meses del asesinato de la lideresa social y feminista, aún no hay sentencia escrita y los autores intelectuales caminan impunes.

Las deudas pendientes de la causa Berta Cáceres

- Foto por Andrew Esiebo.

Soberanía alimentaria, agroecología y feminismo son grandes palabras que asociamos a luchas y proyectos políticos complejos y en construcción, que podemos sentir cerca o lejos de nuestras vidas cotidianas. Se trata de propuestas políticas múltiples y diversas, según quién, dónde y cómo las defina. 

Agroecología feminista para la soberanía alimentaria: ¿de qué estamos hablando?

Silvia Federici: “El movimiento feminista puede ser una fuerza hegemónica porque pone el foco en la reproducción de la vida”

Nació en Italia en medio de la ocupación nazi-fascista, pero vive en los Estados Unidos desde 1967. Es una de las feministas más leídas en todo el mundo y sus charlas públicas reúnen a miles de mujeres de los más diversos territorios, tradiciones y edades. Su libro Calibán y la bruja, traducido a numerosas lenguas, es venerado entre las jóvenes de la nueva marea verde en la región. 

Silvia Federici: “El movimiento feminista puede ser una fuerza hegemónica porque pone el foco en la reproducción de la vida”

Yayo Herrero:  “Corremos el riesgo de una suerte de ecofascismo”

"Conversamos con ella en Madrid sobre cómo buscar salidas a través de iniciativas locales y del feminismo como movimiento capaz de trazar las transversalidades entre las diferentes luchas emancipatorias, en un momento de acuciante crisis no solo socioeconómica y ambiental, sino civilizatoria".

Yayo Herrero: “Corremos el riesgo de una suerte de ecofascismo”

- Fotos por Natalia Nogueira.

En la entrada de la cooperativa Amarelante hay un cartel que avisa «ni la tierra ni las mujeres somos territorio de conquista». Lo cuenta Sonia Couso, una de las diez cooperativistas que forman Amarelante, un proyecto que gira alrededor de la castaña en Manzaneda (Ourense). Querían que el cartel estuviese allí, en la entrada junto al logo de la cooperativa, como una declaración de intenciones.

Un paseo entre ecofeminismo y monte comunal

“Nuestra cabeza piensa desde donde pisan los pies” – Belén Romero, de CONAMURI

¿Qué significa “tierra” en clave feminista? Según la FAO en los países del sur las mujeres son las principales productoras de comida: de ellas depende entre el 60-80% de ella. En América Latina y el Caribe las mujeres campesinas son alrededor de 65 millones, y en su enorme mayoría enfrentan jornadas sin fronteras entre “lo doméstico” y “lo productivo”; son mano de obra en las fincas, proveen el agua en los hogares, hacen tareas de labranza y cosecha, cuidado de las semillas, elaboración de alimentos para consumo familiar y venta, además del cuidado de niñxs, enfermxs y ancianxs “puertas adentro”. Sin embargo son las que tienen más difícil el acceso a la tierra propia: sólo el 2% es propiedad de ellas.

“Nuestra cabeza piensa desde donde pisan los pies” – Belén Romero, de CONAMURI

Valentía: Estamos convencidas de que ninguna de nosotras es tan fuerte como todas juntas

El norte del Cauca es una región en disputa. Actores económicos, armados e incluso del mismo Estado se pelean el control de la tierra, el oro, los ríos y otros recursos naturales. Allí estamos los pueblos afrodescendientes e indígenas que hemos vivido en esta región por siglos y que luchamos todos los días para protegerla del despedazamiento. En esta lucha, las mujeres afrodescendientes de la región hemos sido fundamentales. 

Valentía: Estamos convencidas de que ninguna de nosotras es tan fuerte como todas juntas

El caldero de las campesinas

¿Cómo se enfrenta la violencia machista cuando salir de la propia casa es una quimera que depende de la cantidad de barro en los caminos, de la falta de transporte público o de la fuerza para caminar kilómetros y kilómetros? Esta es sólo una de las preguntas que plantearon las mujeres rurales reunidas durante el Foro Agrario que reunió a miles de campesinos y campesinas –y a otres protagonistas del sector– que producen el 80 por ciento de los alimentos que se consumen en las ciudades. En ese marco, las mujeres también reclamaron poder tomar decisiones sobre qué y cómo se produce y acceso a la propiedad de la tierra. Hicieron una demanda por autonomía para quienes viven en geografías en las que el asilamiento es la constante.

El caldero de las campesinas