Tierra, territorio y bienes comunes

- Foto de José González.

La cordobesa María Sánchez Rodríguez (en Twitter,  @MariaMercromina) es veterinaria de campo, poeta, narradora, feminista. En libros como Tierra de mujeres y Cuaderno de campo despliega el amor por la tierra, la valorización de los saberes y haceres de las mujeres rurales, la necesidad de una narrativa que nos proteja del olvido que pareciera imponer la ley del valor capitalista, que todo lo reduce a cálculos de costes y beneficios. María nos trae no ya conocimientos rurales olvidados por los urbanitas, sino la memoria de nuestro linaje. Porque, aunque ya no sepamos ni de dónde vienen los alimentos que consumimos, no hay que ir más allá de una o dos generaciones para encontrarnos con nuestros abuelos pastores, nuestras abuelas agricultoras, nuestras tías jornaleras. Y esa memoria nos brinda una hoja de ruta para comenzar a conciliar campo y ciudad; o, en otras palabras, para entender los límites que impone la ciclicidad de la vida, en los que debe incardinarse la actividad económica.

Entrevista a María Sánchez: “Debemos comprender la relación entre territorio, persona, animal y semilla”

Foto de: Saneamiento Ambiental

Nova base de dados revela os fluxos financeiros para mais de 300 das maiores empresas do setor commodities com risco de desmatamento. Financiamento para essas commodities aumentou 40% desde o Acordo de Paris. Banco do Brasil é, de longe, o maior credor dessas empresas no Brasil.

Bancos investiram mais de US$ 150 bilhões em empresas ligadas a desmatamento em florestas tropicais

- Foto tomada de Red Agrícola.

"Hay que reconstruir la institucionalidad agraria desde los territorios y con amplia participación de los actores, donde la exigencia mayor es la protección de derechos indígenas sobre los recursos naturales y el funcionamiento de mecanismos solidarios de entrega de recursos financieros, semillas y demás insumos a los campesinos y campesinas".

Políticas agrarias en tiempos de Covid-19

- Recolección de frutos de la palma aceitera en una plantación industrial en Camerún, uno de los principales productores africanos de aceite de palma. ANGE-DAVID BAÏMEY GRAIN

El continente africano se ha convertido en nuevo y valioso escenario para multinacionales que despliegan grandes monocultivos, sin respetar a menudo ni la biodiversidad ni los derechos humanos.

África, un imán para el cultivo de aceite de palma

- La UOCE reúne a 525 familias de comunidades rurales de Muisne, Atacames, Esmeraldas y Río Verde.

En el campo, la salud pública pasó de ser deficiente a desaparecer durante la emergencia. Las mujeres rurales –que ya tenían una gran carga laboral– han cuidado a sus enfermos y de la educación de sus hijos. Pero han donado los productos de sus fincas, mientras que el Gobierno ha sido un gran ausente para ellas. El programa Súper Mujer Rural apenas ha entregado ocho créditos. Las brechas en el campo han sido históricas y la pandemia las acentuará, según expertos.

La mujer rural, que alimenta al Ecuador, en el mayor olvido antes y durante la pandemia

Mujeres indígenas plantan vegetales y arroz en sus parcelas. Si se tala el bosque, se pierde el sustento. (© CALG)

En la isla de Palawan, la naturaleza está más intacta que en ningún otro lugar de las Filipinas. Pero más amenazada que nunca por autorizaciones a la agroindustria para la tala de bosques increíblemente biodiversos que son además territorios indígenas. Pretenden establecer plantaciones industriales.

Deben detener el saqueo de las selvas de Filipinas

Crece la deforestación en la Amazonía en plena pandemia

A la luz de los hechos, los hilos de las mafias detrás de la deforestación no solo están activos sino que actúan con el poder público a su servicio y aprovechan el contexto de la pandemia para intensificar su labor destructiva y depredadora. A esto se suma el desborde de la actividad minera ilegal, la pequeña y gran agricultura en un contexto en que el propio gobierno peruano ha tomado acciones que debilitan de manera arbitraria e injustificada la débil institucionalidad ambiental y forestal del Perú ¿Se saldrán con la suya?

Crece la deforestación en la Amazonía en plena pandemia