Gustavo Duch Guillot

Del catecismo (neoliberal): Las mandamientos de la ley, para superar la crisis, se resumen en dos: impulsar el consumo e impulsar el consumo. Con esta doctrina interiorizada tenemos la obligación ética -nosotros que somos tan solidarios y solidarias- de esforzarnos, de poner de nuestra parte, no todo es cuestión de los políticos, debemos mojarnos, debemos actuar.

Contra la crisis, estilo y sostenibilidad

Recientemente ha sido aprobado un importante refuerzo militar para proteger ¿nuestras mercancías? frente a las costas de Somalia. La preocupación por los "piratas" exige de aviones y fragatas militares con todos sus tripulantes atentos -a babor y estribor-. Entre las mercancías escoltadas por mar y aire, la Unión Europea insiste en hacernos saber que se protege los mercantes del Programa Mundial de Alimentos. Pero no olvidemos (al menos) otra de las motivaciones, la flota atunera y sus empresas asociadas.

República Somalí: atunes… y coltán

En estos días de magnas reuniones, con numerosos encuentros de las elites económicas, con ingeniosos planes políticos a su auxilio, ha pasado desapercibido un acontecimiento trascendental. En el extrarradio (pobre, enfermo y violento, pero siempre vitalista) de Maputo, Mozambique, el pasado 25 de octubre se cerró un acuerdo entre 600 mujeres y hombres campesinos que implican a centenares de millones de personas del planeta.

Un mundo campesino

Seiscientas personas sentadas en el suelo de un pabellón deportivo cercano a Maputo. Preside un gran tapiz donde una mujer y un hombre de raza negra con sus manos unidas sostienen el planeta Tierra. Sobre el cemento un mapamundi realizado con tierra mozambiqueña. Sobre los cinco continentes, 600 candelas prendidas se ofrecen frente a un retrato. Seiscientas voces en silencio. Sobre la tarima del pabellón una mujer joven, siguiendo el hilo de sus papeles, relata su historia, sin que la sonrisa desapareciera de sus ojos.

En un pabellón deportivo

Al entrar al recinto de la Escuela de Formación de Matola, en Maputo, Mozambique, percibes la energía y rebeldía que dos días de encuentro han dejado en el aire caliente de este rincón del Planeta. Porque en este espacio se encuentran 600 mujeres y hombres lideres campesinos llegados de todos los continentes para participar en la V Asamblea de la Vía Campesina, con un propósito claro, que aquí se siente posible: cambiar el mundo. Y para ello la primera medida es resistir.

Resistir para avanzar

Mientras asistimos al salvamiento de la economía prestamista muchos seres humanos en el medio rural siguen luchando en su crisis diaria y permanente. Mientras los primeros cuentan con el apoyo de los estados, los bancos centrales y quien sabe si algún tele maratón, los segundos juntan voces, se toman las manos y ponen su energía para proponer alternativas al dogma capitalista.

Crisis contra crisis

"El modelo alimentario actual está basado precisamente en un uso irracional de los recursos materiales y energéticos. Comemos básicamente petróleo: en la producción intensiva se necesita de mucha maquinaria, de fertilizantes y de agrotóxicos, y todo ello es petróleo. Además se incrementan día a día los kilómetros que los alimentos recorren antes de llegar a la mesa, y no sólo los alimentos 'tropicales' como bananos o kiwis, sino y sobre todo alimentos que tradicionalmente se producían en el ámbito local (manzanas, uva, pescado, etcétera)."

Decrecimiento y agricultura

La historia del campo -y sus cultivos- desvelan algunas de las razones del clima de violencia generado en Bolivia.

Bolivia: guerras por la tierra