"Cuando nos referimos al comercio justo consideramos una serie de criterios de producción en origen: de respeto al medioambiente, de pago de un salario digno, de igualdad de género..., a la vez que reivindicamos su aplicación a todos los actores que integran la cadena comercial. ¿Qué sentido tendría establecer unos criterios para el productor y no para el punto de venta? Estos criterios, de justicia social y medioambiental, que deben ser tenidos en cuenta en todo el “recorrido vital” de un producto, están íntimamente ligados al principio de la soberanía alimentaria."