Internacional

La globalización, ese apodo benigno para denominar al imperialismo, ha sido presentada desde hace un cuarto de siglo como la medicina milagrosa que solucionaría todos los problemas de la humanidad, entre ellos el hambre. Sin embargo, esa globalización la ha acrecentado, generando una realidad profundamente injusta en términos alimenticios, donde al mismo tiempo unos pocos consumen hasta el hartazgo, mientras que millones de seres humanos soportan la desnutrición o mueren de hambre, en todos los continentes

Situación mundial: Hambre y globalización

Ecologistas en Acción denuncia que, un año más, la cumbre del G8 sirve para que esta institución lance mensajes políticamente correctos y se lave la cara, mientras las políticas reales que alimenta son profundamente insostenibles.

G8 = verdes palabras vacias

Comenzó hoy (7) y continúa hasta el miércoles (9), en Hokkaido, Japón, la reunión de la cumbre del Grupo de los Ocho, compuesto por Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Japón y Rusia. Estarán presentes líderes de la Unión Europea y de otros 14 países invitados, entre los cuales se encuentra Brasil. Durante todo el evento, organizaciones y movimientos sociales pretenden realizar manifestaciones de protesta

Reunión de la cumbre del G-8 está marcada por protestas

Por ADITAL

Escaneamento da íris do olho, registro da vibração vocal, geometria da mão, captação por satélite de cada movimento... em relação a estas técnicas biométricas o registro das impressões digitais parece até um procedimento arcaico. Segue a íntegra do artigo do filósofo italiano Roberto Esposito publicado no La Repubblica

Biopoder e técnica acirram vigilância sobre os corpos

A medida que la ofensiva del neoliberalismo avanza y se eliminan las medidas de protección para los mercados locales tales como los aranceles y los cupos de importación, las potencias industriales ponen la mira ahora en medidas cualitativas tales como las reglamentaciones relativas a la inocuidad de los alimentos para continuar sesgando así el mercado a su favor. En materia de sanidad animal y vegetal, tanto Estados Unidos como la Unión Europea están tratando de imponerle sus normas a los demás países. Para Washington eso significa conseguir que otros países acepten los transgénicos y sus normas de inspección de sanidad animal e inocuidad de la carne, a pesar del hecho que el sistema regulatorio estadounidense de sanidad animal y vegetal es ampliamente criticado como demasiado laxo. Para Bruselas, que se rige por normas de inocuidad de los alimentos que gozan de mucha mejor reputación, significa imponerle normas de alta calidad a países que no pueden satisfacerlas. Los tratados de libre comercio (TLC) bilaterales son hoy la herramienta predilecta para forzar esos cambios.

Normas sanitarias y fitosanitarias: ¿Una estrategia para amañar el mercado de alimentos?

Por GRAIN
Cambio Climático

El Wall Street Journal confirmó en marzo de 2007 que el comercio de emisiones "dejará ganancias a algunas empresas muy grandes, pero no crean ni por un minuto que esta charada será de alguna utilidad para resolver el calentamiento global". El documento se refiere al comercio de carbono como una "búsqueda de ganancias al viejo estilo...ganar dinero haciendo trampa al proceso de regulación".

De soluciones falsas a soluciones reales para el Cambio Climático

Es poco común para los socios menores del TLCAN—México y Canadá—tener la oportunidad de sentarse a discutir sobre integración regional sin la influencia dominante de los Estados Unidos. Aún cuando lo hacen, por supuesto que Estados Unidos es el elefante en la sala.

El TLCAN y el elefante en la sala

Los humanos nacimos como recolectores, siguiendo a los animales y especies que nos precedieron. Nuestro cuerpo y sus mecanismos de absorción de alimentos, se fueron formando en millones de años. Desde el advenimiento de la agricultura, su industrialización y los tratamientos, transformaciones y agregados, fueron cambiando sustancialmente los alimentos. Cambios que no se pudieron dar en nuestros cuerpos. Que tiene capacidad para hacerlo, pero los tiempos no son los mismos. Millones son los años que la naturaleza nos fue construyendo y millones de años necesitamos para cambiarlos. Estas dificultades a la adaptación a los “nuevos alimentos”, tiene su precio, que muchas veces se llama enfermedad, que podemos definir como señal de desacuerdo de nuestro cuerpo, cuando le imponemos comidas inadecuadas.

Agroecología, salud y alimentación sana