Análisis de agua por atrazina presenta serías carencias en Hawái. Y en Uruguay ¿Cómo andamos?

Idioma Español
País América

La producción de caña de azúcar y ananá en Hawái está amenazando seriamente la vida acuática, como resultado de años de haberse aplicado atrazina, herbicida utilizado regularmente para la producción de maíz. Este tóxico está escurriendo y contaminando ríos, arroyos y fuentes de agua subterránea.

De acuerdo a la agencia de noticias de Hawái Civil Beat, los análisis que se llevan a cabo en busca de sustancias químicas en el agua no tiene un seguimiento adecuado a pesar de los requerimientos y controles de la Agencia Ambiental de los Estados Unidos, (EPA por sus siglas en inglés).

 

Según lo informado por el director del programa de agrotóxicos del Departamento de Agricultura de Hawái, el control del uso de los agrotóxicos se basa casi exclusivamente en el cumplimiento de lo que sugieren las etiquetas y agrega que los problemas de seguimiento se han agravado por falta de personal, y que sólo se cuenta con un puñado de inspectores para el Estado de Hawái.

 

Los registros de ventas de atrazina según la agencia de noticias Civil Beat indican que los principales compradores de este tóxico son las empresas semilleras hawaianas de maíz, Monsanto y Mycoyen. Por otro lado agrega que Syngenta ha alcanzado recientemente un acuerdo después de una demanda colectiva la cual deberá de pagar por gastos de descontaminación del agua. Los 105 millones de dólares que pagará Syngenta servirán para pagar sólo una parte (para nosotros muy mínima) de los costos de filtrar atrazina en los Estados de Illinois, Iowa, Indiana, Kansas, Missouri y Ohio donde se ha aplicado atrazina por años.

 

La atrazina se usa en todo el país para matar “malas hierbas” de hoja ancha y principalmente en los cultivos de maíz. La atrazina es un agente tóxico potente, se sabe que está asociada con la infertilidad, bajo peso de los bebes al nacer y alteraciones en el desarrollo en los seres humanos. En los EE.UU. el servicio de Peces y Vida Silvestre (Fish and Wildlife) reconoce que la atrazina puede dañar los sistemas reproductivo y endócrino de especies de peces, mientras que la Agencia Ambiental de Estados Unidos reconoce su toxicidad para las algas y plantas.

 

Es evidente que se ha producido un fallo importante de la EPA para imponer y hacer cumplir las regulaciones sobre los agrotóxicos que se sabe que son perjudiciales para la salud humana y el medio ambiente. Informes recientes publicados por el Consejo de Defensa de los Recursos Naturales (Natural Resources Defense Council) indican que un tercio de los cursos de agua tiene niveles de atrazina cinco a diez veces superiores a los límites de la EPA. Probablemente, Hawái tiene problemas similares con sus cursos de agua ya que ha sido repetidamente demostrado que el agua está contaminada con atrazina, sobre todo en la Isla Grande, de acuerdo con el Departamento de Salud de Hawái.

 

En relación a su población, Hawái se encuentra en el puesto 10 expuesta a atrazina en el agua potable. Los niveles de exposición han estado por debajo de los límites de seguridad permitidos según la EPA, sin embargo los investigadores han advertido que el desarrollo fetal puede verse afectado.

 

¿Uruguay cuenta con personal y tecnologías suficientes para impedir la contaminación?

 

En nuestro país, el uso de la atrazina es ampliamente utilizado en el cultivo de maíz, caña de azúcar, sorgo y también pinos y eucaliptus entre otros. Todos estos cultivos se han incrementado en los últimos años tanto para su uso como “biocombustibles” como por el establecimiento de fábricas de celulosa en el país.
En Uruguay no se realizan controles periódicos de atrazina ni de otros agrotóxicos en el agua, a no ser que exista una sospecha de una contaminación puntual, como lo sucedido en enero del 2010.

 

Las autoridades han declarado no contar con personal ni tecnologías suficientes para realizar este tipo de controles aunque el uso de agroquímicos haya aumentado sustancialmente con el aumento de la extensión agrícola.

 

Debido a los hechos recientes la contaminación del agua, afortunadamente no puede silenciarse más. Los científicos de la Universidad han venido alertando de esta situación por más de una década, sin embargo sólo recientemente y después que la población uruguaya sufriera el mal olor y sabor del agua las autoridades apenas están reconociendo que tal vez algunas medidas deban de tomarse.

 

No estamos de acuerdo con el principio elaborado por el “club de los países ricos” de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) de que el “El que contamina paga” porque no hay dinero que pueda pagar lo contaminado o destruido y menos que menos la afectación de los seres humanos por dicha contaminación pero el ejemplo de lo que sucedió con Syngenta en Estados Unidos debería de servirnos para comenzar a identificar y condenar a los responsables de la contaminación del agua en nuestro país.

 

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Fuente: RAP-AL

Temas: Agrotóxicos

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