Guatemala: "la madre tierra no se compra ni se vende, se recupera y se defiende". Comité de Unidad Campesina

Idioma Español
País Guatemala

"Los ricos nacionales y extranjeros y su gobierno lo único que les interesa es apropiarse de la riqueza de nuestros cerros, la riqueza de nuestros bosques y agua y los demás elementos de la naturaleza y de nuestros pueblos... Las delegadas y delegados de las comunidades indígenas y campesinas que forman nuestra organización reafirmamos que ante estas amenazas, el único camino que nos queda es Resistir, Luchar y Avanzar"

Hoy, 12 Kiej, 29 de Mayo de 2007, a veintinueve años de que nuestros hermanos y hermanas Kekch’is dieron su vida el 29 de Mayo de 1978, en Panzós, Alta Verapaz, nos reunimos 375 delegados y delegadas de las comunidades indígenas y campesinas organizadas en el Comité de Unidad Campesina en la Comunidad Agraria Nueva Esperanza, en Cuilapa, Santa Rosa, para analizar la situación nacional e internacional, discutir sobre la situación que viven nuestras familias y comunidades, revisar el camino que hemos andado y tomar decisiones sobre nuestra organización y las luchas que estaremos desarrollando.

Durante estos días hemos analizado y nuevamente reafirmamos que a nivel nacional hay un cambio similar al despojo que sufrieron las comunidades indígenas con la introducción del cultivo del café. Ahora, los ricos nacionales y extranjeros pretenden un tercer despojo de nuestras comunidades con la explotación minera y petrolera, la construcción de grandes hidroeléctricas y otras grandes construcciones previstas en el Plan Puebla Panamá, así como la modificación de los usos productivos del territorio con la extensión del cultivo de la caña de azúcar, la palma africana y el traslado de cultivos de exportación de una región a otra. Pero, lo más preocupante es el peligro hacia nuestro sagrado maíz, ante la intención de Estados Unidos de producir combustible del etanol, a partir del maíz y la caña de azúcar priorizando los vehículos, por encima de los seres humanos. Esta modificación también está generando cambios en el Estado, las leyes, las políticas sociales y la remilitarización, todo ello para defender los intereses de un pequeño grupo de familias.

Estos cambios en lugar de generar empleo, desarrollo e ingresos para las familias pobres, lo único que provoca es que se enraíce aún más y se profundice la pobreza, la reconcentración de la tierra en pocas manos, el hambre, la explotación y nuevos niveles de exclusión.

Los ricos nacionales y extranjeros y su gobierno lo único que les interesa es apropiarse de la riqueza de nuestros cerros, la riqueza de nuestros bosques y agua y los demás elementos de la naturaleza y de nuestros pueblos. Para ellos los pobres y, en particular los indígenas y campesinos somos mano de obra barata a la que hay que exprimir hasta sacarles la última gota.

Ante las intenciones de apoderarse de nuestra riqueza, la economía indígena y campesina se ha convertido para ellos en un obstáculo y un objetivo a destruir, al igual que todas aquellas formas de lucha y resistencia que se oponen a sus intenciones y objetivos.

Sin embargo, también vemos que ante estas amenazas, las comunidades indígenas y campesinas se levantan y recuperan o desarrollan formas de lucha para resistir y enfrentar las amenazas. Las consultas populares que los tribunales de los ricos, los tribunales nacionales, no quieren reconocer, las ocupaciones de tierras o la defensa del territorio por medio del enfrentamiento directo con las fuerzas represivas, para evitar la imposición de la empresas mineras y petroleras, son parte de las formas de lucha que nuestros pueblos están desarrollando.

Las delegadas y delegados de las comunidades indígenas y campesinas que forman nuestra organización reafirmamos que ante estas amenazas, el único camino que nos queda es Resistir, Luchar y Avanzar y al mismo tiempo recuperar las enseñanzas de nuestros abuelas y abuelos para defender nuestro territorio y nuestras tierras, así como nuestra cosmovisión y nuestros derechos.

En esta coyuntura electoral, ante estos grandes y graves problemas, no encontramos en ningún partido político una respuesta, preocupación y propuestas reales que recojan los intereses y demandas de las comunidades indígenas y campesinas. A pesar de los discursos no encontramos en ninguna organización política una oposición real a las políticas neoliberales y una alternativa verdadera que se plantee la lucha desde el pueblo y para el pueblo. Hacemos un llamado a las organizaciones políticas que desarrollen un proceso que les permita, más allá de los documentos y las declaraciones, un compromiso real y una practica consecuente con la visión, necesidades, demandas y propuestas de los Pueblos Indígenas y de las comunidades campesinas.

Reafirmamos nuestro compromiso de luchar por arrancar de raíz la injusticia y el sistema explotador y excluyente y de buscar, junto a otras organizaciones y comunidades, los mejores caminos que nos permitan mantener la resistencia, luchar y avanzar para empujar los cambios y transformaciones que estos tiempos exigen.

La Madre Tierra No se Compra Ni se Vende

Se recupera y se Defiende

Cabeza Clara, Corazón Solidario y Puño Combativo
de las y los trabajadores del Campo.

CUC - Comité de Unidad Campesina

Fuente: ADITAL

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