Sin resolver la contaminación genética del maíz mexicano, la Sagarpa pretende reiniciar la siembra de maíz transgénico Greenpeace México


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Sin resolver la contaminación genética del maíz mexicano, la Sagarpa pretende reiniciar la siembra de maíz transgénico

Greenpeace México

14-3-03

A casi dos años de tener conocimiento de la contaminación por transgenes del maíz mexicano en comunidades de Oaxaca y Puebla y sin haber tomado ninguna medida para resolver o evitar el avance de esta contaminación, la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación (Sagarpa) ha anunciado, a través de su asesor y promotor de cultivos transgénicos, Víctor Villalobos, que esa dependencia tomará todas las medidas necesarias para levantar la moratoria a la siembra experimental de maíz transgénico.

"La Sagarpa, responsable directa de la agricultura nacional y de dar solución a la contaminación genética de los maíces criollos, se ha negado en estos casi dos años a reconocer, enfrentar y resolver esta contaminación. Ahora sin embargo, cuando encabeza nuevamente la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad y Organismos Genéticamente Modificados (Cibiogem) resulta que en vez de cumplir su tarea como dependencia y sus responsabilidades dentro de esta Comisión, lo que pretende es eliminar la única, y mínima, restricción con la que contamos para no arriesgar la diversidad genética del maíz y sus parientes silvestres debido a los organismos transgénicos. Verdaderamente, se trata de una insensatez", aseveró Liza Covantes, coordinadora de la campaña de ingeniería genética de Greenpeace México.

A las responsabilidades de Sagarpa de velar por el agro mexicano, se suma la Regla 24 de la Cibiogem, que define que dicha Comisión debe "solicitar a las dependencias que dicten las medidas de seguridad legales convenientes, para prevenir o evitar accidentes, fugas, derrames, manejo indebido de sustancias (transgénicos) que pongan en peligro o afecten la integridad física de las personas o el ambiente".

Pese a la creciente oposición nacional, a la preocupación expresada por numerosos sectores y al llamado que científicos de todo el mundo le han hecho, la Sagarpa pretende guardar silencio y no hacer nada ante la contaminación de los maíces mexicanos. Ni siquiera ha tomado medidas para detener el principal foco de contaminación del maíz mexicano: las importaciones de maíz transgénico provenientes de Estados Unidos.

"¿Cómo piensa el gobierno mexicano que podrá controlar la siembra y el aumento de la contaminación del maíz transgénico si no puede, o no quiere, detener las importaciones? Peor aún, ¿cómo controlará situaciones adversas, como los escándalos con el maíz Starlink y las variedades de maíz farmacéutico de la empresa Prodigene? Si Estados Unidos está fuera de control y rebasado en el manejo de sus cultivos transgénicos, ¿qué se puede esperar de México, con la Sagarpa al frente, dependencia que más que responsable de defender al campo mexicano parece una oficina promotora de la industria agrobiotecnológica?", cuestionó Covantes.

La moratoria de facto para la siembra experimental de maíz transgénico no puede ser suspendida en tanto no se detengan las importaciones de maíz transgénico ni se resuelva el problema de la contaminación existente en comunidades de Oaxaca y Puebla.

"¿Para qué se necesitaría en este momento hacer siembra experimental de maíz transgénico cuando, desgraciadamente, este maíz ya está creciendo en el campo mexicano? ¿Por qué el gobierno mexicano no está haciendo nada ante la contaminación? Si quiere evaluar variedades de maíz transgénico, no necesita sembrarlas, puede hacerlo ya en Oaxaca y Puebla, donde, desafortunadamente, se está llevando a cabo un experimento, que es involuntario, por parte de las comunidades campesinas; negligente por parte del gobierno federal y, probablemente premeditado, por interés de las compañías productoras de semillas transgénicas", señaló Covantes.


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