Argentina: la hidrovía no haría falta sin el actual modelo agroexportador

Idioma Español
País Argentina

Palabras de Elba Stancich, del Taller Ecologista de Rosario

El Taller Ecologista es una de las organizaciones fundadoras de la Coalición Ríos Vivos, creada en 1994 para resistir el proyecto de la «Hidrovía Paraguay/Paraná», integrada por organizaciones, pueblos indígenas, investigadores, técnicos y pescadores de los países que componen la Cuenca del Plata. Ríos Vivos resistió por varios años el proyecto «hidrovía» y en 1997 prácticamente se logró parar el proyecto puesto que el Banco Interamericano de Desarrollo BID, decidió retirarse diciendo públicamente que no iba a financiar la obra. Por otro lado Brasil dijo que no iba a dañar el Pantanal construyendo la hidrovía y ese momento también, tanto la Argentina como Paraguay publicaron dictámenes oficiales criticando los estudios de impacto ambiental y diciendo que no eran suficientes como para tomar una decisión sobre la obra.

Hoy nos encontramos con un escenario completamente diferente, que tiene en el 2000 un año clave, cuando los gobiernos sudamericanos aprueba IIRSA, que es un plan de acción muy ambicioso para integrar con infraestructura la región sudamericana, tomando mucha importancia el eje de la Hidrovía Paraguay/Paraná. La agencias que están promoviendo el IIRSA como el BID, Fonplata, y la Corporación Andina de Fomento, tiene la intención declarada de promover la interconexión de las cuencas del Orinoco, del Amazonas y del Plata para hacer 50.000km de vías navegables continuas.

Esto en términos ambientales sería realmente desastroso por los impactos que provocaría. Todo el paquete que está proponiendo IRSA pinta un panorama bastante amenazador puesto que la cantidad de obras de infraestructura, sin duda, estarían atravesando ecosistemas, cortando «barreras naturales», como dicen los promotores de IIRSA, implicando la destrucción de ecosistemas, desplazamientos de culturas, más contaminación, destrucción social. En definitiva dar por tierra con las pequeñas iniciativas de sustentabilidad que existen en el continente.

El objetivo de IIRSA es poder extraer materias primas lo más rápido posible y con los menores costos, grandes volúmenes de carga para grandes escalas solo manejadas y donde solo se benefician grandes empresas. No estamos hablando de integración para la gente, de fortalecer a los pequeños productores, de que la gente pueda seguir viviendo en sus lugares disfrutando de los recursos naturales, sino más bien todo lo contrario.

La hidrovía no haría falta sin el actual modelo agroexportador. Los ríos se han navegado desde hace cientos de años. Son útiles para la comunicación de las personas y para el intercambio de los productos regionales, pero el modelo agroexportador implica un movimiento de volúmenes y carga en una escala gigantesca. Para que ello sea posible y se pueda llevar grandes barcos de ultramar hasta Santa Fe, en el caso del río Paraná, y enormes barcazas que penetran el Pantanal hasta Brasil, es necesario modificar el río y tener esta hidrovía industrial.

Como en 2005, los cinco gobiernos de la Cuenca del Plata han aprobado estudios nuevos complementarios para la Hidrovía Paraguay/Paraná, la Coalición Ríos Vivos quiere retomar la bandera contra el proyecto, presentando un documento analizando el nuevo contexto de la hidrovía, lo qué implica el actual modelo agroexportador para el cual es funcional el proyecto hidrovía, pero también estamos presentando propuestas. Desde la Coalición queremos presentar nuestra visión de cuál sería una real integración desde un enfoque de la economía ecológica. Pensamos que el modelo de economía convencional está agotado y que todos los estudios de impacto ambiental están basados en ese criterio de que el crecimiento podría ser infinito y que solamente con algunas obras de «mitigación ambiental» ya es suficiente y con eso nos queda la conciencia tranquila.

Nosotros entendemos la economía dentro del ciclo de la naturaleza que es más complejo y que se trata de materia y energía, y hay que tener en cuenta indicadores físicos y no solamente monetarios para realmente estar pensando en cómo utilizar los recursos sin que se degraden y se destruyan, y sobre todo con criterios de equidad y justicia social y ambiental.

Amigos de la Tierra, Internet, 21-6-06

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