Informe ambiental del proyecto Neptuno es inaceptable, y una muestra más de un emprendimiento inviable e inconstitucional

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Marcelo Campi, CC BY-SA 3.0 , via Wikimedia Commons

El informe sobre Viabilidad Ambiental de Localización del proyecto Arazatí, conocido como  proyecto Neptuno, presentado por OSE ante el Ministerio de Ambiente, contiene una serie de errores, carencias, inexactitudes y afirmaciones sin sustento, que lo hace inaceptable.

El informe sobre Viabilidad Ambiental de Localización del proyecto Arazatí, conocido como  proyecto Neptuno, presentado por OSE ante el Ministerio de Ambiente, contiene una serie de errores, carencias, inexactitudes y afirmaciones sin sustento, que lo hace inaceptable.

El análisis de los impactos ambientales es vital, lo que está en juego es la salud y la vida. Estamos hablando del derecho al agua potable, un derecho humano fundamental consagrado en nuestra Constitución, de nuestros bienes comunes y también de recursos económicos públicos.

La magnitud del proyecto en cuestión exige un estudio riguroso, exacto y específico. Sin embargo, está lejos de ser el caso, y esto es especialmente preocupante cuando una parte del país se encuentra en medio de una  crisis hídrica, que  responde no solo a la falta de lluvia, sino también al mal manejo de cuencas hidrográficas y ecosistemas, y a la falta de inversiones en OSE.

Desde REDES-Amigos de la Tierra Uruguay hemos presentado nuestras observaciones al Ministerio de Medio Ambiente. A continuación, compartimos algunas de ellas.

En líneas generales, el informe de viabilidad ambiental de OSE no responde de forma contundente al por qué de las localizaciones elegidas para los elementos que componen el proyecto (planta potabilizadora, toma de agua, reserva de agua dulce, trazado de la tubería, entre otros). Por lo cual, llama la atención que, ante la falta de argumentos sólidos que indiquen que cada localización elegida es el mejor sitio posible, no se consideren otras opciones. Sumado a esto, no se presentan conclusiones sobre el estado, funcionamiento y comportamiento de los sistemas ambientales donde se proponen las piezas de intervención del proyecto.

El informe asegura que el actual sistema de producción y distribución de agua potable no es “capaz de asegurar el abastecimiento de la demanda de agua potable proyectada para 2045”. Pero no existe proyección de cuál es la demanda mencionada, entonces cómo saber si se puede atenderla o no. Además, no se consideran las pérdidas del 47 por ciento del agua potable en Aguas Corrientes y la necesidad de reparación.

Se afirma que la cuenca del Río de la Plata “es una cuenca con niveles menores de presión antrópica”. Sin embargo, no hay ningún estudio que lo demuestre. De hecho, hay bibliografía que señala lo contrario, y por ser una cuenca compartida con otros cuatro países (Argentina, Bolivia, Brasil y Paraguay) la afirmación de la oración anterior parece difícil de sostenerse.

El informe de OSE indica además que la cuenca del Río de la Plata “puede considerarse como una reserva de  agua infinita”. No existen fuentes de agua infinita, la cantidad de agua dulce en el planeta es limitada y disminuye progresivamente. Además,  el agua del Río de la Plata no siempre se puede potabilizar por sus altos niveles de salinidad (IPA – Estudio de Factibilidad Vol 1_r01, página 117) y por las floraciones de cianobacterias.

Se afirma que el frente de la Formación Villa Soriano “se encuentra estabilizado por forestación exótica, eucaliptus y coníferas”. Esto es incorrecto, no hay ningún respaldo bibliográfico que permita sostener que la forestación exótica estabiliza las barrancas.

En lo que respecta a la Paleontología y Geología, existen todo tipo de errores de interpretación, datos desactualizados y omisión de información muy importante. Parte del estudio contradice todos los trabajos realizados a nivel nacional e internacional sobre manejo integrado de cuencas hidrográficas de los últimos 70 años. El informe dice que las descargas antrópicas, o sea los vertidos de producción humana, son responsabilidad de cada país. No es así, esos vertidos deben ser manejados integradamente.

Por otra parte, el informe omite la presencia recurrente de cianobacterias en la zona, sobre la cual hay información publicada y reciente. Y nada se dice sobre los humedales de los cursos Luis Pereira y San Gregorio, que también serán impactados por el cruce de la aductora. Tampoco considera la circulación del agua subsuperficial, su dinámica y su articulación con la dinámica del acuífero Raigón.

La consultora ubica al proyecto en la categoría “C”, o sea, dentro de “proyectos de actividades, construcciones u obras, cuya ejecución pueda producir impactos ambientales negativos significativos, se encuentren o no previstas medidas de prevención o mitigación”. Por lo tanto, es necesario un Estudio de Impacto Ambiental completo del proyecto para obtener la Autorización Ambiental Previa.

Esto es un resumen de nuestro informe completo con las observaciones presentadas ante el Ministerio de Ambiente, donde identificamos al menos 43 problemas específicos. Desde REDES-AT entendemos que los errores de este informe son una muestra más de un proyecto inviable e inconstitucional, que plantea una falsa solución, es privatizador de un bien común y nada tiene que ver con los intereses del pueblo.

Temas: Tierra, territorio y bienes comunes

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