Neoliberalismo y soberanía alimentaria, por Eduardo Tamayo G.

"La globalización neoliberal y sus amenazas
sobre la soberanía alimentaria, el acceso a la tierra y a
los recursos naturales" fue uno de los temas que se abordó
en la conferencia plenaria del Foro Mundial de Reforma
Agraria, llevada a cabo en la mañana del 6 de diciembre

Minga Informativa de Movimientos Sociales

Valencia.- En este evento participaron los dirigentes campesinos Francisca Rodríguez (América Latina), Pedro Abendaño (Foro Mundial de Pescadores y Trabajadores de la Pesca), Paúl Nicholson (Europa), Laurence Roudart (Europa), entre otros.

La producción agrícola aumentó en los últimos años
enormemente. Hay suficientes alimentos para satisfacer las
necesidades de la población mundial, sin embargo muchas
personas no tienen acceso a los mismos y sufren hambre. Y
entre estos últimos están los campesinos sin tierra, que
tienen la más baja renta, son los más pobres, están menos
equipados y no tienen acceso a la tecnología, según el
planteamiento de Laurence Roudart. La denominada
modernización ha creado una gran brecha entre agricultores
equipados y no equipados y distintos niveles de
productividad. El libre comercio favorece al gran
agribusiness y es tremendamente destructivo para los
pequeños agricultores. El mercado, en estas condiciones, no
puede satisfacer las necesidades humanas puesto que excluye
y aniquila a la población campesina, más le interesa la
ganancia que producir para la población, agudizando el
problema del desempleo mundial.

Pedro Abendaño manifestó que las políticas neoliberales
afectan tanto a los campesinos que viven de la tierra como
a los pequeños pescadores que viven del mar. "A cada hora,
el poder del mundo se concentra y se globaliza. Veinte o
treinta personas lo tienen en sus garras. Continentes
enteros en la miseria junto a altos niveles tecnológicos,
posibilidades de vida asombrosa y al mismo tiempo millones
de hombres desocupados, sin hogar, sin asistencia médica,
sin educación". Las políticas neoliberales impulsadas por
el Banco Mundial o la OMC están afectando a las comunidades
de pescadores artesanales que abarcan a 100 millones de
personas de todos los continentes. El pescado es un
alimento vital para la alimentación mundial, pero la
concentración de la industria pesquera en unos pocos
consorcios, que acaparan el 80% de la producción pesquera
del planeta, pone en riesgo la seguridad alimentaria. Una
sola empresa, el grupo PESCANOVA de España opera la flota
pesquera comercial más grande, fuera de China, extendiendo
sus tentáculos a los cinco continentes y desplazando a las
industrias nacionales. Para hacer frente al neoliberalismo,
es necesario fortalecer las organizaciones y las
plataformas comunes y alcanzar una alianza entre el mar y
la tierra para abrir caminos de esperaza, propuso Abendaño.

Para Francisca Rodríguez, dirigente de Vía Campesina, luego
de 25 años de la Conferencia de la FAO sobre la reforma
agraria , se ha logrado reabrir el debate sobre la reforma
agraria, pero en este lapso mucha agua ha corrido bajo el
puente y "dura ha sido la acción del capital", y "hemos
sido fuerte y violentamente impactados, pero ni las
dictaduras, ni las políticas impuestas internacionalmente
desde la OMC, el Banco Mundial, el FMI, ni todos estos años
de represión ideológica, ni las muertes a través de guerras
de baja o alta intensidad nos lograron acallar".

En los últimos 25 años, según Francisca Rodríguez, la
población campesina se ha reducido drásticamente y por
primera vez en la historia de la humanidad, la población
urbana esta siendo mayor que la población rural. "La tierra
se ha re-concentrado año a año en antiguas y nuevas manos;
junto al latifundio ha ingresado el capital internacional.
Las familias campesinas expulsadas de la tierra aumentan
minuto a minuto; no me estoy refiriendo aquí solo a los
procesos de migración, sino al cierre de las explotaciones
familiares en los países industrializados, a la expulsión
directa del campo ya sea por los proceso de contra-reforma
agraria, por las guerras o por la instalación de las
transnacionales en la agricultura y porque la producción de
alimentos se ha convertido para las multinacionales en un
negocio global", agregó.

Por último, el dirigente campesino vasco, Paúl Nicholson,
se refirió al modelo agroexportador que se ha venido
imponiendo bajo la tutela del Banco Mundial y la OMC en
detrimento de la agricultura local y de la cultura
campesina. Todo está diseñado para fortalecer ese modelo:
la construcción de infraestructura, de embalses y
autopistas, la liberalización del comercio, la apropiación
del conocimiento y de la información, la desregularización
de los derechos sociales de los trabajadores hasta
reducirlos a la mínima expresión. Este modelo se instaura
por medio de la violencia que se expresa en asesinatos de
campesinos en América Latina y en suicidios de hombres y
mujeres del campo en Asia, especialmente en el sur de la
India. Frente a todo ello, urge fortalecer la lucha contra
la impunidad e impulsar todas las formas de resistencia y
de desobediencia civil. "Los cambios solo vendrán a través
de la movilización social", sentenció Nicholson.

Fuente: Comunidad Web de Movimientos Sociales

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