Tucson, otra ronda del TLC difícil de disimular

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Más allá del despliegue publicitario sobre los supuestos avances de la negociación del TLC, la verdad es que las cosas no les mejora...

Los dos logros destacados por el Ministerio de Comercio Exterior son: 1.- la decisión de extender las negociaciones con una ronda más, a realizarse en Colombia, para dar más tiempo para solucionar las dificultades en agricultura y en propiedad intelectual; y 2.- EEUU acepta la vigencia de los compromisos adquiridos por los tres países andinos dentro de la CAN.

Pero estos logros son, en realidad, signos de derrota. En el primer caso debido a que las posibilidades de superar los problemas parecen poco probables en apenas dos rondas más, ya que no pudieron destrabarse a lo largo de seis. EEUU no ha hecho y todo indica que no hará ninguna concesión en sus posiciones sobre sus subsidios agrícolas, acceso a su mercado con medidas sanitarias y fitosanitarias, eliminación de la franja andina de precios, entre otras cosas. Tampoco hará cambios en su agenda sobre propiedad intelectual. Y justamente son estos dos temas los que provocaron que se realice una ronda más.

El segundo? logro?, la aceptación de EEUU de los compromisos adquiridos por los tres países andinos dentro de la CAN (¡vaya generosidad!), en realidad, es para preocuparse mucho, considerando que las ventajas que se pacten dentro de la sub-región beneficiarían a EEUU debido a que el concepto de ?nación más favorecida? colocado dentro de la mesa de inversiones garantiza a las empresas estadounidenses las mismas ventajas comprometidas entre los socios andinos.

Las negociaciones, que con gran estruendo se anunció que culminarían en enero, luego en febrero, y ahora en marzo, es una señal clara de que el TLC está teniendo un camino más tortuoso del que esperaban.

El Informe de la Red Colombiana de Acción frente al Libre Comercio, Recalca

Enrique Daza, de Recalca, recogió algunos aspectos de la VI ronda del TLC, en Tucson, muy ilustrativos:

- EEUU sorprendió a las delegaciones andinas al reducir unilateralmente la negociación sobre agricultura a apenas dos días, medio día con cada país y un mediodía para una reunión conjunta. Mantuvo la exigencia de que se elimine la franja andina de precios.

- El equipo de EEUU dijo que Colombia no estaba lista para negociar el tema de agricultura según dedujo de los análisis de la prensa de Bogotá. El hecho es que las autoridades, ante las expresiones de resistencia de los agricultores contra las importaciones y el malestar social en las zonas agrarias, adoptaron medidas temporales como: elevar la protección a la producción nacional de algodón, frijol y pollo; disminuir la importación de arroz, algodón, carne; mantener cerradas las importaciones de leche; no importar un grano de arroz en el 2005.

Como la firma del TLC supone que el estado pierde la facultad de adoptar normas que defiendan la producción nacional y a los agricultores, los negociadores gringos reclamaron al gobierno su ambigüedad y demagogia.

- Los negociadores colombianos habían anunciado que en Tucson lograrían que EEUU se vea obligado a renunciar a 14 subsidios a las exportaciones y que se resolverían obstáculos puestos por las medidas sanitarias y fitosanitarias. Nada de esto aconteció.

- Todo demuestra que, contrario a lo que afirmaban los negociadores andinos, no han logrado conservar las preferencias arancelarias del ATPDEA. Estas preferencias no son el piso, sino el techo de las negociaciones.

- Las maquilas tendrán que competir en el mercado de EEUU con las de Centroamérica y Asia, y para ello necesitan mano de obra baratísima.

- En propiedad intelectual Colombia aceptó elevar el decreto 2085 al tratado, lo que significa que la protección adicional dada a los medicamentos en esta norma legal pasó a ser piso para Ecuador y Perú, los mismos que tendrán que hacer similares concesiones. También podría alargar la duración de las patentes lo cual, según un estudio de la OPS, costará millones de dólares al estado por las dificultades para acceder a medicamentos genéricos.

Según Enrique Daza, en Colombia el momento por el cual atraviesa la negociación del TLC no es el más propicio para seguir afirmando que es inevitable: hay una mayor conciencia de los sectores productivos sobre la inconveniencia del tratado; multitudinarias movilizaciones se darán el 2 de febrero convocadas por la coalición democrática contra el TLC; como se alarga el tiempo, la ratificación del tratado se va convirtiendo más en un tema electoral, difícil para Uribe y los congresistas; la inmensa mayoría de los columnistas de todos los diarios del país son críticos o francamente opuestos; y los estudios de la OPS, de la alcaldía de Bogotá y de Germán Umaña, suman reparos al tratado colonizador.

Boletín ConSumo Cuidado con el Libre Comercio, Nº 11, enero 2005

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