Paraguay: organizaciones pedirán el rechazo del proyecto de ley que fomentará la aprobación de transgénicos

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País Paraguay

A cambio presentarán otra propuesta mucho más participativa y que priorice el respeto de los derechos a la vida, a la alimentación, a un ambiente saludable y a la cultura.

Organizaciones campesinas, indígenas, juveniles y onegés pedirán ante la Cámara de Diputados que quede sin efecto el proyecto de ley De Bioseguridad, que podría tratarse en la sesión de mañana jueves, aunque no figura en el orden del día.

 

El proyecto recibe cuestionamientos de fondo y también de procedimiento; en este último aspecto, el borrador fue avanzando en la Cámara de Diputados amparado por la desinformación de la ciudadanía y de instituciones estatales como el Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semilla (SENAVE), Secretaría del Ambiente (SEAM) y Ministerio de Salud.

 

En cuanto a lo estructural, la propuesta es cuestionada por querer facilitar y agilizar la aprobación de nuevos eventos transgénicos. Es un proyecto de ley con intereses evidentemente parciales en favor del agronegocio, exaltando los resultados positivos de la producción de soja transgénica en el país, pero obviando las consecuencias que trae aparejado este modelo.

 

En su exposición de motivos habla de que la soja trajo bonanza económica a la sociedad paraguaya, que alimentó a 50 millones de personas en el mundo y que generó fuentes de empleo directo en el campo e indirecto en la ciudad.

 

Consecuencias

 

Sin embargo, cuidó no mencionar que anualmente son expulsadas del campo 9mil familias campesinas por el avance de la soja; que la oleaginosa le viene restando tierras a cultivos de alimentación, como el maní, el poroto, la mandioca y el maíz chipa y que los granos que se exportan se destinan casi exclusivamente para balanceado animal y no para consumo humano.

 

Sobre la bonanza económica de la que habla el proyecto de ley, se puede afirmar que el modelo no redistribuye sus ganancias en la sociedad, porque ni da empleo proporcional ni paga impuestos; que durante el año 2010, cuando supuestamente el agro reverdeció toda la economía paraguaya, hubo, contradictoriamente, 420 mil nuevos pobres extremos y cientos de niños murieron de hambre (sólo en Alto Paraná murieron 27).

 

Agrotóxicos

 

En lo medioambiental, que los cultivos transgénicos traen aparejado el uso de paquetes tecnológicos compuestos principalmente por agrotóxicos, que sólo en 2010 se usaron en cantidad de 24 millones de litros en el país, que evidentemente afectan al ambiente y la salud humana.

 

Tampoco tuvo en cuenta que las Naciones Unidas haya expresado su preocupación al menos en tres de sus instancias, en la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y en el Comité de Derechos del Niño, sobre el uso indiscriminado de agrotóxicos en el cultivo de soja y el acaparamiento de las tierras, afectando a la cultura alimentaria campesina e indígena.

 

Además el modelo del transgénico aportó, con gran protagonismo, a que desaparezca el 80% de los bosques del Alto Paraná y de otras zonas del país; a que sobre las semillas nativas penda la amenaza de la contaminación genética por parte de las semillas transgénicas; a que haya en el país unas 500 escuelas públicas con conflictos relacionados a fumigaciones, donde el problema se traduce en el abandono escolar o el cierre de la institución.

 

En el ámbito de la salud humana, cada vez hay más estudios que asocian el uso de los agrotóxicos con casos de afectaciones a la salud, como alergias, tumores, abortos espontáneos, problemas de la piel, malformaciones y hasta muerte. Si bien no existe un estudio acabado en el país, existen investigaciones paraguayas, argentinas y europeas que deberían alertar a las autoridades sanitarias a intervenir y anteponer el principio precautorio de la salud de las comunidades antes que intereses económicos del sector de agro-negocios.

 

Base IS, Internet, 2-5-12

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