Uruguay: organizaciones sociales reclaman que Cumbre Iberoamericana reconozca Derecho Humano al Agua
En el marco de las jornadas en defensa del agua y la vida llamadas “Octubre Azul” -celebradas entre el 28 y 31 de octubre en Uruguay-, los representantes de organizaciones sociales de América Latina y Europa exhortaron a los mandatarios presentes en la Cumbre de Naciones suscribir la declaración alternativa al IV Foro Mundial del Agua realizada por los gobiernos de Bolivia, Cuba, Uruguay y Venezuela en el IV Foro Mundial del Agua (marzo de 2006, México)
Asismismo a que instruyan a sus respectivos ministerios para instrumentar los contenidos de la misma.
Representantes de diversos países de la región -de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, México, Perú, Uruguay y Venezuela, además de Italia- se reunieron en Montevideo, Salto y Florida para celebrar el Octubre Azul, un mes de acción a nivel internacional para cuestionar el control corporativo del agua, para proteger este bien como un recurso natural compartido y un derecho disponible para todos, y para fortalecer los sistemas de agua controlados por las comunidades.
Junto con la proclama final y la propuesta de articulación y resistencia de los movimientos sociales del agua, los participantes del Encuentro solicitaron a los gobiernos de la región suscribir a los principios formulados la declaración alternativa al IV Foro Mundial del Agua realizada por los gobiernos de Bolivia, Cuba, Uruguay y Venezuela en el IV Foro Mundial del Agua (marzo de 2006, México).
Entre éstos se subraya que el acceso al agua en calidad y cantidad constituye un derecho humano fundamental y que los Estados, con la participación de las comunidades, deben realizar esfuerzos en todos los niveles para hacer efectivo este derecho.
Los países firmantes manifestaron también su preocupación por los posibles impactos negativos que cualquier instrumento internacional, como los tratados de libre comercio e inversiones, pueden tener sobre los recursos hídricos, reafirmando el derecho soberano de cada país a regular el agua en todos sus usos y servicios.
Para que estos derechos humanos se instrumenten los estados, sobre los principios de plena participación e inclusión, deben comprometerse a defenderlos y a instrumentar medidas que permitan su materialización.